¿Qué hace que unas variantes del SARS-CoV-2 sean más peligrosas que otras?

Cada vez que se infecta una nueva célula el virus genera miles de copias de sí mismo y, a veces, se cometen errores. La gran mayoría son inofensivos, pero a veces, estas mutaciones pueden suponer una ventaja para el virus.

Muestras de sangre de pacientes con Covid 19
Muestras de sangre de pacientes con Covid 19
CS
15 junio 2021 | 00:00 h
Archivado en:

Reino Unido, Sudáfrica, Brasil e India. Hasta la fecha estos cuatro países se han convertido en las regiones en las que han surgido las cuatro variantes del SARS-CoV-2 consideradas de preocupación internacional. La Organización Mundial de la Salud (OMS) incluye en este grupo a aquellas variantes del nuevo coronavirus que pueden ser más transmisibles, contar con mayor capacidad para provocar enfermedad grave o más letalidad o pueden lograr evadir la respuesta inmunitaria generada por nuestro organismo como respuesta a la infección natural a las vacunas que actualmente se están inoculando en gran parte del mundo.

Las variantes del SARS-CoV-2 se erigen en la actualidad como la gran preocupación global en la batalla contra el coronavirus. El genoma del virus está formado por casi 30.000 nucleótidos, moléculas que contienen instrucciones para los aminoácidos que componen sus proteínas. Al igual que sucede con todos los virus, esta información no es definitiva. Cada vez que se infecta una nueva célula el virus genera miles de copias de sí mismo y, a veces, se cometen errores en el proceso. La gran mayoría de estos errores o mutaciones son inofensivas y no suponen cambios significativos en su capacidad a la hora de infectar a la población. Pero, a veces, estas mutaciones pueden suponer una ventaja para el virus y contribuir a incrementar su capacidad de transmisión.

Las mutaciones pueden originar cambios en cualquier parte del virus, pero las modificaciones que afectan a sus proteínas de pico (proteína S o Spike), empleada por el SARS-CoV-2 para infectar las células, son las que más preocupan a la comunidad científica. Las mutaciones significativas en la proteína de pico se asocian por tanto con una mayor transmisibilidad y gravedad a la hora de cursar la Covid-19 lo que podría tener importantes y desconocidos impactos en la inmunidad.

Nos enfrentamos a una peligrosa ecuación en la que los países con menos recursos son los que menos están vacunando y secuenciando el virus. Un caldo de cultivo perfecto para el desarrollo de nuevas variantes

Lavariante B.1.617 o Delta se detectó por primera vez en India en octubre de 2020 y presenta dos mutaciones definitorias en la proteína de pico: E482Q y L452R. estas mutaciones ayudan al virus a infectar las células de forma más fácil y evitan la respuesta de los anticuerpos generados por el sistema inmunológico. El sublinaje B.1.617.1 o Kappa tiene una mutación adicional denominada Q107H. El sublinaje B.1.617.2 carece de la última mutación referida, pero cuenta con T478K, otra mutación que se ha asociado con altas tasas de infección en países como Estados Unidos o México.

Delta es hasta un 50% más transmisible que la variante B.1.1.7 o Alfa, detectada por primera vez en Reino Unido en diciembre de 2020. Cabe señalar que Alfa es entre un 50 y un 100% más transmisible que la variante D614G que era dominante en 2020.

A pesar de que todos los focos se orientan hacia las mutaciones que afectan a la proteína S del virus, otras mutaciones pueden conferir ciertas ventajas al virus. Otros errores a la hora de replicarse pueden ayudar al SARS-CoV-2 a hacer más copias de sí mismo en el interior de las células aumentando la agresividad con la que ataca a nuestro organismo.

Si bien es difícil predecir cuántas variantes podemos esperar a corto y largo plazo, una cosa es segura: el virus continuará evolucionando y originando nuevas variantes. Cuanto mayor sea la circulación del SARS-CoV-2, mayores serán las posibilidades de que surja una nueva variante que logre evadir la respuesta inmune mediada por las vacunas que actualmente se están inoculando. Motivo por el que las advertencias realizadas por la OMS y otras instituciones son de vital importancia. Estas apelan a la solidaridad internacional para que los países con mayores recursos donen y faciliten la llegada de vacunas a los países con menores ingresos para que puedan avanzar sus campañas de vacunación masiva.

Cierto es que las mutaciones suceden al azar, pero la vigilancia en términos de la rapidez con la que suceden y cómo se propagan es una información muy valiosa. Aquí los esfuerzos de secuenciación globales son fundamentales y, al igual que sucede con las vacunas, no existe un reparto equitativo. Además del virus nos enfrentamos a una peligrosa ecuación en la que los países con menos recursos son los que menos están vacunando y secuenciando el virus. Un caldo de cultivo perfecto para el desarrollo de nuevas variantes que, como ya nos ha demostrado la experiencia, se expandiría en cuestión de pocas semanas a todo el globo.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
Lo más leído