Todos somos conscientes de que hasta que no se consiga una vacuna eficaz y segura contra el nuevo coronavirus SARS-CoV-2, la cada vez más manida “nueva normalidad” no volverá a nuestras vidas. A pesar de que los pronósticos intentan ser esperanzadores, hay que ser realistas. El contar con la ansiada vacuna únicamente supondrá el primer paso de un largo camino que llevará meses hasta que se completen las campañas de vacunación masivas. Y, en este escenario, la segunda ola del virus avanza preocupantemente en el viejo continente con España como el país más afectado.
“Aún quedan entre cinco y seis meses complicados”, ha afirmado en una reciente entrevista en RAC1, recogida por El Confidencial, el ministro de Sanidad, Salvador Illa. Meses en los que deberemos continuar conviviendo con el virus y las inherentes restricciones y medidas para atajar su expansión que siembran de incertidumbre el horizonte. Y en este, se encuentra la Navidad. Época por excelencia de reuniones con familiares y amigos, fechas de celebraciones en las que resultará muy complicado que las actuales medidas establecidas tanto por el Ejecutivo central como por los gobiernos autonómicos, se cumplan. Los pronósticos no son nada halagüeños: “la Navidad este año será diferente y con distancia”, ha asegurado el titular de Sanidad.
“La de este año no será una Navidad normal”, pronostica Illa ya que la pandemia no habrá acabado para el mes de diciembre. A pesar de que todavía quedan por delante dos meses y medio el ministro de Sanidad quiere ser prudente y se ha negado a anticipar cualquier tipo de decisión. Será el devenir de la situación epidemiológica el que marque la vigencia de las actuales restricciones y medidas.
“Hay gente que dice que no les debemos vacunar. Es un terraplanismo. Cuando hay vidas de por medio, no”
De lo que no cabe duda es de que el punto de inflexión en estas nuevas vidas que vivimos como extrañas lo marcará la vacuna. Un hecho ante el que la sociedad española se muestra dividida tal y como ha revelado el barómetro del CIS correspondiente al mes de octubre: el 40,2% de los españoles está dispuesto a vacunarse de forma inmediata en el momento en el que se cuente con una vacuna. El porcentaje de conciudadanos que no está por la labor supera a los síes rotundos: 43,8%.
Illa muestra en la entrevista una firme posición frente a los negacionistas del virus y los antivacunas: “Seré beligerante en este asunto”, ha declarado asegurando que “combatirá informando a la población”, ya que “hay vidas en juego y las vacunas han salvado vidas”. “Hay gente que dice que no les debemos vacunar. Es un terraplanismo. Cuando hay vidas de por medio, no”.
De acuerdo a los cálculos realizados por Sanidad las previsiones apuntan a que llegarán a nuestro país tres millones de dosis de la vacuna que ya están comprometidas a finales del presente año o principios de 2021. Estas dosis se encuentran dentro de los 30 millones asegurados por la Unión Europea con una gran compañía farmacéutica que los suministrará una vez el candidato a vacuna hasta logrado superar todos los controles de seguridad.
Si la vacuna se consigue en los plazos previstos, el ministro asegura que “el próximo verano tendremos una vida mucho más normal”. Eso sí, ha aseverado que España no va a sacrificar “ningún criterio de seguridad, anunciando que ya existe un grupo de expertos trabajando sobre cómo se desarrollará la campaña de vacunación masiva en nuestro país. La distribución de la vacuna seguirá “criterios de equidad y proporcionalidad”, teniendo en cuenta a las personas que están en riesgo.