La sanidad privada reprograma la asistencia médica presencial de patologías no-Covid

Tras la situación más crítica de la pandemia, el resto de enfermedades deben ser atendidas ante el riesgo de complicaciones del cuadro clínico.

Paciente y médico en una consulta (Foto. Freepik)
Paciente y médico en una consulta (Foto. Freepik)
CS
26 mayo 2020 | 11:00 h
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Una vez superada la fase más crítica de la pandemia y ante una disminución notable de la presión asistencial por COVID-19, la sanidad privada, que atiende a 12 millones de pacientes en España, ha iniciado la reprogramación médico-asistencial de carácter presencial para atender consultas ambulatorias, urgencias y cirugías. Para ello, la mayoría de los 1.300 centros asociados a ASPE, patronal que representa al 80% del sector, se encuentran libres de casos de COVID-19 y han acondicionando desde hace semanas sus espacios y dispuesto protocolos de dirección médica para evitar riesgos de contagio tanto a pacientes como a personal sanitario.

Aunque en los meses de confinamiento se han visto reforzados procesos de atención asistencial vía telemática o mediante consultas telefónicas, en las últimas semanas, al hilo del proceso de desescalada, se ha incorporado la atención presencial mediante nuevos protocolos en la forma de trabajar que con probabilidad permanecerán de forma definitiva.

Los nuevos procesos integran de forma generalizada medidas que se aplican tanto en consulta como en urgencias y quirófanos: Se ha producido una separación en circuitos limpios y seguros de Covid-19 para pacientes y personal sanitario, se incrementan las medidas de higiene y desinfección, con el uso de forma frecuente de desinfectante tanto de manos como de superficies, y la obligación de uso de mascarillas y guantes para los facultativos y se realizan test diagnósticos de forma generalizada a todos los pacientes que van a ser operados o en los paritorios.

La actividad asistencial ha cambiado hacia una mayor normalidad, tanto en consultas externas, urgencias como en cirugía programada

Asimismo, las citaciones a los pacientes se producen con mayor distanciamiento entre consultas para evitar aglomeraciones en espera, se han creado nuevos espacios para favorecer un mayor distanciamiento social, se limitan las visitas a los pacientes ingresados, se mantendrá distancia de seguridad siempre que la exploración lo permita, la recomendación general a los pacientes, salvo casos de total necesidad, de llegar a consultas sin acompañantes y con una puntualidad mayor para limitar el contacto con otros usuarios, e incluso se valoran cuarentenas preventivas en casos necesarios.

Para Carlos Rus, Presidente de ASPE, “en los últimos meses hemos vivido una situación sin precedentes debido a la pandemia. Las medidas de confinamiento han ayudado a controlarlas pero estamos en un momento en el que el resto de enfermedades deben ser atendidas ante el riesgo de complicaciones del cuadro clínico”.

Por lo general, el temor al contagio del coronavirus ha disminuido la visita a los médicos y especialistas pero ha aumentado la complejidad de los cuadros clínicos debido al aplazamiento de la visita médica para el seguimiento, diagnosis y tratamiento de una diversidad de patologías comunes.

Carlos Rus indica que “es necesario transmitir a la población la necesidad de acudir con confianza nuevamente a médicos, especialistas y centros habituales por la existencia de condiciones de seguridad ante las numerosas medidas de precaución y prevención tomadas ante el COVID-19”.

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