SARS-CoV-2 y la feroz transmisión en centros sanitarios: una cadena de errores

España casi ha superado la barrera de los 46.000 profesionales sanitarios contagiados por la Covid-19, uno de los peores datos del mundo.

Profesionales sanitarios en el hospital de Ifema. (Foto. Twitter @IdiazAyuso)
Profesionales sanitarios en el hospital de Ifema. (Foto. Twitter @IdiazAyuso)
Ángel Luis Jiménez
10 mayo 2020 | 00:00 h

De acuerdo a la última cifra oficial ofrecida por Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), el número de profesionales sanitarios contagiados por el SARS-CoV-2 en España asciende a 45.924.

Según los datos del Ministerio de Sanidad, la cifra de trabajadores de la salud contagiados en China, epicentro de la pandemia, era hasta el pasado 20 de febrero de 2.055. El 88% concentrado en la provincia de Hubei cuya capital, Wuhan, fue el territorio en el que se registraron los primeros casos del nuevo coronavirus.

La diferencia entre ambos datos es abismal y, cuanto menos, preocupante. Cierto es que desde los orígenes de la pandemia se ha cuestionado mucho la veracidad de las cifras reportadas por las autoridades chinas a las que se ha acusado en varias ocasiones de escasa transparencia.

Teniendo en cuenta esta apreciación, ponemos el foco en la conclusión establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La institución informa que, una vez que China adoptó medidas adecuadas de protección individual la transmisión del virus entre el personal sanitario experimentó un drástico descenso. Ribera Salud ha empezado a hacer test masivos a los profesionales sanitarios de sus centros (Foto. ECSalud)

De los más de 40.000 sanitarios que fueron enviados a Hubei para controlar la epidemia se detectaron pocos casos de infección que fueran atribuidos a la transmisión comunitaria.

LOS CASOS DE ITALIA Y ESPAÑA

Si ponemos el foco en el caso de Italia, el país europeo en el que se ha detectado una transmisión comunitaria más sostenida, las estimaciones apuntan a que el 20% de los trabajadores sanitarios que dieron respuesta a la epidemia se habían infectado en el plazo de un mes.

De los más de 40.000 sanitarios que fueron enviados a Hubei para controlar la epidemia se detectaron pocos casos de infección que fueran atribuidos a la transmisión comunitaria

El alto contagio de profesionales sanitarios que se ha producido en países como España e Italia puede responder a diversos factores. En primer lugar, es necesario tener en cuenta que en los inicios de la pandemia los conocimientos sobre el SARS-CoV-2 eran muy reducidos y, aunque la transmisión comunitaria era inexistente o baja, la falta de información sobre los mecanismos de transmisión de la infección a partir de los casos asintomáticos ha podido traducirse en un gran número de sanitarios contagiados que se encontraban indebidamente protegidos.El paciente dado de alta junto con los profesionales sanitarios en Ifema (Foto. @SaludMadrid)

Del mismo modo, esta transmisión por escasa protección pudo ocurrir posteriormente por el grave problema mundial de desabastecimiento de equipos. En un escenario de transmisión comunitaria sostenida, aún con medios suficientes para protegerse en el entorno laboral, los sanitarios también podrían haber contraído la infección en la comunidad o en el centro sanitario en zonas donde no utilizaban equipos de protección.

En este sentido el Ministerio de Sanidad se hace eco de un estudio realizado en un hospital de Madrid. Este indica que la proporción de infección de los sanitarios en contacto con pacientes de Covid-19 fueron similares a los que no tenían contacto: 38% de los que se hicieron pruebas, 11,6% del total de los trabajadores del hospital, fueron positivos.

Se dividió a los trabajadores en función de su riesgo a la exposición directa a los enfermos: alto (los que trabajaban en urgencias, UCI o plantas con ingresos de Covid-19), medio (contacto con pacientes, pero en principio no infectados: pediatría, oncología, hematología…) y bajo (trabajadores sin contacto con los pacientes: laboratorios, cocina, administración…).

Al comparar la proporción de infectados por áreas de riesgo, no se observaron diferencias.

Los sanitarios también podrían haber contraído la infección en la comunidad o en el centro sanitario en zonas donde no utilizaban equipos de protección

Unos datos que ponen sobre la mesa el planteamiento del peso que ha desempeñado la transmisión intrafamiliar y comunitaria, sumada a la intrahospitalaria, como factores que los han convertido en uno de los principales grupos de riesgo.Hospital provisional en Ifema (Foto. Comunidad de Madrid)

Estos profesionales son nuestra primera línea de defensa y han estado expuestos desde el minuto uno, no siempre acompañados por las medidas de seguridad, prevención y protección que requerían. En la mente de todos permanecen errores en la gestión gubernamental de la crisis sanitaria como la adquisición de miles de test de diagnóstico fallidos o la compra y posterior reparto entre todas las comunidades autónomas de mascarillas defectuosas que han puesto en riesgo a miles de nuestros sanitarios.

El Ministerio de Sanidad expresa que los profesionales sanitarios son sometidos a pruebas diagnósticas ante la presencia de sintomatología de cualquier tipo o incluso en asintomáticos

Una ecuación en la que todos estos factores nos dejan una fotografía de España como uno de los países con mayor número de infectados entre sus trabajadores de la salud.

Por último, la detección de la infección en los sanitarios con un acceso prioritario a las pruebas diagnósticas es difícil de interpretar en un contexto en el que sólo se confirman las infecciones de las personas con un curso más grave de la enfermedad a nivel poblacional.

En este sentido, el Ministerio de Sanidad expresa que los profesionales sanitarios son sometidos a pruebas diagnósticas ante la presencia de sintomatología de cualquier tipo o incluso en asintomáticos, según criterios de cada centro, para poder proceder al aislamiento temprano de este colectivo.

Tanto las cifras de hospitalización como de ingreso en UCI son muy inferiores en sanitarios, reflejándose en las tasas de mortalidad, que no alcanzan el 0,2%, frente a un 10,5% en los casos confirmados notificados en esta fase de la epidemia.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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