Síntomas y transmisión del SARS-CoV-2 en niños: el desafío de los asintomáticos

La ausencia de características comúnmente asociadas a la Covid-19 en adultos (fiebre, tos y dificultad respiratoria), así como los casos asintomáticos estarían infravalorando el volumen real de infectados en edad pediátrica.

Madre comprobando la temperatura de su hija (Foto. Freepik)
Madre comprobando la temperatura de su hija (Foto. Freepik)
CS
8 febrero 2021 | 00:00 h

La evidencia científica existente relativa a cómo el coronavirus SARS-CoV-2 afecta a los niños continúa siendo limitada. Desde el inicio de la pandemia han sido varias las hipótesis sobre cuál es realmente su papel en la propagación y los motivos que llevan a los más pequeños a cursar, en la mayoría de las ocasiones, la Covid-19 de forma asintomática o leve.

De acuerdo a los últimos estudios realizados sobre la Covid-19 en edad pediátrica, los investigadores sugieren que, en comparación con los adultos, los niños pueden infectarse con menor frecuencia. Además, de acuerdo a una revisión realizada por la revista Pediatrics, los niños suelen cursar las infecciones de forma menos grave y asintomática en la mayoría de las ocasiones. En base a esto un grupo de investigadores han realizado un estudio tomando como muestra 58 hogares estadounidenses que representan a 188 personas: 120 adultos y 68 niños. Todos procedentes de hogares ubicados en Wisconsin y Utah con una duración del estudio que abarca desde el mes de marzo al mes de mayo de 2020.

Las tasas de infección secundaria para adultos (30%) y niños (28%) fueron similares. En los hogares con potencial de transmisión de niños, la transmisión de un niño a un adulto pudo haber ocurrido en el 20%, mientras que la transmisión entre niños se produjo en uno de cada seis casos (17%). Los pacientes pediátricos informaron con mayor frecuencia de dolor de cabeza (79%), dolor de garganta (68%) y rinorrea (68%). En comparación con los adultos infectados los menores experimentaron menos síntomas asociados a la Covid-19 como son la tos, pérdida del gusto y olfato, pero presentan muchas más posibilidades de padecer dolor de garganta.

De los 68 niños participantes en el estudio, 19 (28%) dio positivo en coronavirus a través de pruebas PCR o ELISA. De los 120 adultos, 36 (30%) fueron positivos, incluidos 18 de 65 (28%) pertenecientes a hogares no niños y 18 de 55 (33%) pertenecientes a hogares sin niños menores. No se han apreciado en el estudio diferencias significativas en las tasas de infección secundaria entre los adultos y niños en los hogares analizados. El 63% de los niños eran hijos de un paciente primario mientras que el 21% eran hermanos del paciente primario (adulto).

En los hogares con potencial de transmisión de niños, la transmisión de un niño a un adulto pudo haber ocurrido en el 20%, mientras que la transmisión entre niños se produjo en uno de cada seis casos (17%)

Entre los 19 niños infectados la media de edad fue de 13 años. Los hijos de pacientes primarios tenían más posibilidades de infectarse en comparación con los niños de los hogares en los que el paciente primario no era ninguno de los progenitores. No se han identificado diferencias notables entre los infectados si atendemos a razones como el sexo, la edad, raza o etnia, afecciones médicas subyacentes, número de miembros que conforman el hogar o proporción de niños por dormitorios o cuartos de baño. Ninguno de los niños infectados falleció y ninguno requirió ingreso hospitalario. La duración media de los síntomas en los niños infectados fue de 10 días, con un intervalo que oscila entre los seis y los 14 días.

Los investigadores detallan en Pediatrics que, de los 19 niños infectados, 15 (79%) tenían muestras respiratorias positivas en SARS-CoV-2 por PCR recolectadas antes o durante el periodo de estudio. Un niño era asintomático en el momento de la realización de la primera PCR pero desarrolló síntomas dos días después. Entre los 14 casos de pacientes pediátricos restantes con muestras respiratorias positivas para el SARS-CoV-2 vía PCR, el periodo de inicio de síntomas fue de dos días. Las muestras de tres niños fueron positivas el mismo día del inicio de los síntomas.

Todos los niños infectados dieron positivo en anticuerpos contra el SARS-CoV2 mediante la prueba ELISA durante el periodo de estudio. Los niños reportaron 13 días de media desde el inicio de los síntomas hasta la seropositividad. Cabe señalar que todos los niños infectados informaron de al menos un síntoma asociado a la Covid-19. Además de los referidos con anterioridad, menos del 50% de estos padeció además algún tipo de síntoma gastrointestinal (42%), tos (42%), pérdida del olfato (32%), pérdida del gusto (21%) y fiebre (16%). En general, todos los síntomas se manifestaron de forma leve salvo en los síntomas neurológicos como el dolor de cabeza o algunos síntomas relacionados con las vías respiratorias superiores.

Los responsables del estudio concluyen sus exposiciones afirmando que estamos ante resultados muy similares a los reportados por otras investigaciones porque los niños, a menudo, tienen síntomas leves e inespecíficos que pueden ser difíciles de diferenciar de otras enfermedades virales infantiles comunes.

“En ausencia de características comúnmente asociadas a la Covid-19 en adultos (fiebre, tos y dificultad respiratoria), es posible que los niños infectados no hayan buscado atención médica o no hayan cumplido con los criterios para la realización de pruebas diagnósticas durante la pandemia”, declaran poniendo como ejemplo que, en el caso de Estados Unidos, se ha notificado un 8,3% de contagios en menores frente al 35% de casos domésticos detectados por el estudio mediante la evaluación de los contactos en los hogares, independientemente de los síntomas.

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