La terapia ocupacional puede aminorar la fatiga derivada de la Covid persistente

El análisis preliminar de los resultados mostró mejoras significativas en las tres áreas: fatiga, calidad de vida y preocupaciones por el bienestar.

Paciente realizando terapia ocupacional (Foto. Freepik)
Paciente realizando terapia ocupacional (Foto. Freepik)
27 abril 2022 | 10:45 h
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La terapia ocupacional puede aminorar la fatiga derivada de la Covid-19 persistente. Así lo ha demostrado la terapeuta ocupacional Louise Norris y sus colegas del Hospital St James's y el Trinity College de Dublín (Irlanda) con el desarrollo de un programa piloto de terapia ocupacional que ha dado resultados prometedores en estos pacientes.

Esta fatiga va más allá del cansancio ordinario y afecta a las actividades cotidianas, incluidos el cuidado personal, las actividades de ocio y el empleo. Además, tareas básicas como vestirse y subir las escaleras pueden resultar agotadoras.

"La Covid persistente es un fenómeno nuevo y se desconocen sus implicaciones exactas a largo plazo. Empezamos a preocuparnos después de ver un número creciente de pacientes que tenían dificultades para realizar las actividades cotidianas debido a la fatiga"

"La Covid persistente es un fenómeno nuevo y se desconocen sus implicaciones exactas a largo plazo", afirma Norris, que ha dirigido la investigación. "Empezamos a preocuparnos después de ver un número creciente de pacientes que tenían dificultades para realizar las actividades cotidianas debido a la fatiga. La fatiga también afectaba a su vuelta al trabajo", ha añadido.

En este sentido, la autora ha recordado que una de las principales funciones y competencias de la terapia ocupacional es ayudar a las personas a retomar sus actividades cotidianas. Anteriormente, en su equipo habían ayudado a personas con otras enfermedades, como la esclerosis múltiple y la artritis reumatoide, a aprender técnicas para controlar su fatiga. "Pensamos que podíamos utilizar esa experiencia para abordar las necesidades de las personas con fatiga a largo plazo después del Covid", explica.

MÁS DEL 70% ERAN MUJERES

En el programa piloto del Hospital St James participaron 53 pacientes (el 73% mujeres), con una media de edad de 51 años, que declaraban tener una fatiga que afectaba a su capacidad para realizar las actividades cotidianas.

Un total de 36 (68%) participantes declararon que los síntomas post-Covid duraban entre 12 semanas y 12 meses. 13 (25%) informaron de una duración de los síntomas post-Covid superior a 12 meses.

Al inicio del estudio, 52 participantes (98%) informaron de una fatiga entre moderada y grave. 38 participantes (72%) informaron de dificultades respiratorias de moderadas a graves y la mitad tenía dificultades de concentración y memoria, lo que se conoce como niebla cerebral.

"Dotar a los pacientes de una serie de técnicas prácticas puede dar lugar a mejoras significativas de la fatiga y la calidad de vida"

Estos síntomas provocaron trastornos de moderados a graves en la vuelta al trabajo de 39 participantes (74%), en la participación en actividades de ocio de 34 participantes (64%) y en la realización de actividades cotidianas, como preparar comidas, conducir o salir a pasear, en 31 participantes (58%).

Los participantes tomaron parte en tres intervenciones grupales de 1,5 horas de duración impartidas por un terapeuta ocupacional durante un periodo de cuatro semanas. Estas intervenciones se centraron en técnicas de autogestión para hacer frente a la fatiga diaria y la niebla cerebral. Los temas tratados fueron la planificación de la energía, la gestión del estrés y la higiene del sueño.

Se hizo hincapié en mostrar a los participantes cómo identificar el límite de su cuerpo y su cerebro, permitiéndoles hacer una pausa antes de llegar al punto de agotamiento. El objetivo era dotar a los participantes de técnicas que pudieran practicar en su día a día en la medida de lo posible.

Hay una necesidad urgente de encontrar nuevas y mejores formas de tratar la fatiga post-Covid y sus variados efectos, y en algunos casos, devastadores, en la vida de las personas

Los participantes rellenaron cuestionarios sobre sus niveles de fatiga y energía, su calidad de vida y sus preocupaciones sobre el bienestar antes del estudio y dos semanas después de terminar el programa de cuatro semanas. El análisis preliminar de los resultados mostró mejoras significativas en las tres áreas: fatiga, calidad de vida y preocupaciones por el bienestar.

Así, Norris afirma que hay una necesidad urgente de encontrar nuevas y mejores formas de tratar la fatiga post-Covid y sus efectos amplios, y en algunos casos, devastadores, en la vida de las personas.

"Los resultados iniciales de nuestro programa piloto son muy prometedores. Demuestran que dotar a los pacientes de una serie de técnicas prácticas puede dar lugar a mejoras significativas de la fatiga y la calidad de vida​", concluye, para añadir que los pacientes también tienen menos preocupaciones sobre su bienestar.

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