Estados Unidos fabricará una cepa del SARS-CoV-2 para posibles ensayos de desafío en humanos

Estos ensayos consisten en aplicar a una persona sana el candidato a vacuna para después inocular en su organismo dicha cepa y comprobar la eficacia de la vacuna.

Estos estudios suelen realizarse cuando el virus no circula como sí lo está haciendo ahora (Foto. Freepik)
Estos estudios suelen realizarse cuando el virus no circula como sí lo está haciendo ahora (Foto. Freepik)
CS
14 agosto 2020 | 18:00 h
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Científicos del Gobierno de los Estados Unidos han comenzado a fabricar una cepa del nuevo coronavirus SARS-CoV-2 que podría ser utilizada para los ensayos clínicos de desafío para los candidatos a vacuna en seres humanos. Un estudio controvertido en el que voluntarios sanos serían vacunados para posteriormente ser infectados con el virus según informan desde Reuters.

Así se recoge en el comunicado hecho público por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID, por sus siglas en inglés), perteneciente a los Institutos Nacionales de Salud. En la nota recalcan que esta nueva investigación se encuentra en fase preliminar y no reemplazará a los dos ensayos en Fase 3 en los que participan Moderna y Pfizer en busca de una posible vacuna contra la Covid-19.

La idea sobre la que trabajan no es nueva ya que es un procedimiento habitual en el desarrollo de vacunas y otras compañías han afirmado a lo largo de los últimos meses que ha contemplado esta opción que pondrían en práctica en caso de ser necesario para demostrar la eficacia de sus candidatos a vacunas contra la Covid-19.

Un estudio controvertido en el que voluntarios sanos serían vacunados para posteriormente ser infectados con el virus

“En caso de que sea necesario realizar estudios de provocación de la infección en humanos para evaluar completamente las vacunas o terapias candidatas contra el SARS-CoV-2, el NIAID ha comenzado a investigar las consideraciones técnicas y éticas de la realización de este tipo de estudios”, informan a través del citado comunicado.

Esto incluye la fabricación de una cepa del virus adecuada, la redacción de un protocolo clínico y la identificación de los recursos que serían necesarios para su realización. Estas investigaciones se realizarían con pequeños grupos y aquellos que requieran de más de 100 personas se tendrán que desarrollar en múltiples ubicaciones lo que retrasaría las conclusiones ante los meses de preparación necesarios.

Estos estudios suelen realizarse cuando el virus no circula como sí lo está haciendo ahora y son muchos los científicos que no los consideran éticos en el caso del SARS-CoV-2 porque no se cuenta con ningún tipo de tratamiento que ayude a los voluntarios que se infecten.

El responsable global de vacunas de Johnson & Johnson, Johan Van Hoof, explicaba en Reuters que este tipo de ensayos se están preparando en todo el mundo por si el virus comenzase a dejar de circular de forma amplia. Tales estudios ofrecerían una opción para probar los candidatos a vacuna siempre que se resuelvan los conflictos éticos y se cuente con alguna terapia de rescate para los voluntarios.

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