Vacunados y riesgo de infección: ¿nuevo perfil ante el avance de la inmunización?

Las vacunas han demostrado su eficacia a la hora de reducir las posibilidades de cursar la Covid-19 grave. Hecho que se traduce en una reducción de los ingresos y, por ende, de los fallecimientos.

Un empleado sanitario sostiene una de las vacunas de Pfizer contra el Covid-19 (Archivo) (Foto. Marta Fernández Jara -- EP)
Un empleado sanitario sostiene una de las vacunas de Pfizer contra el Covid-19 (Archivo) (Foto. Marta Fernández Jara -- EP)
CS
11 junio 2021 | 00:00 h

Actualmente son cuatro las vacunas contra la Covid-19 que se están inoculando en España: Pfizer/BioNTech, Moderna, AstraZeneca y Janssen. La vacunación con estos se sueros se inició tras recibir luz verde por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) y ser autorizadas para su comercialización de emergencia por la Unión Europea, responsable de la estrategia de compras conjuntas de vacunas en nombre de los Veintisiete.

Todas estas vacunas han demostrado su seguridad y eficacia en ensayos que han contado con decenas de miles de voluntarios. Unos resultados que se han replicado a nivel global una vez han comenzado a administrarse a millones de personas. Pero, pensar que cuando estemos vacunados ha dejado de existir riesgo es un gran error.

¿QUÉ SIGNIFICAN LOS PORCENTAJES DE EFICACIA?

Las vacunas han demostrado su eficacia a la hora de reducir notablemente las posibilidades de cursar la Covid-19 de forma moderada o grave. Hecho que se traduce en una importante reducción de los ingresos hospitalarios y de UCI y, por ende, de los fallecimientos. A medida que las vacunas se extiendan se alcanzará la ansiada inmunidad colectiva y nos enfrentaremos a un nuevo perfil de infectado.

Lo primero que debemos entender es que las vacunas no impiden al 100% la entrada del SARS-CoV-2 en nuestro organismo. Los porcentajes derivados en estos términos de los ensayos clínicos varían, pero son bastante elevados. La vacuna de Pfizer tiene una eficacia del 95%, la de Moderna es del 94,1%, AstraZeneca alcanza un 76% y la de Janssen un 67%. Es muy importante recalcar que estos porcentajes hacen referencia a la protección frente a la infección. Si hablamos de su capacidad para reducir las posibilidades de enfermedad grave y mortalidad, los sueros prácticamente alcanzan el 100%. Es aquí donde radica la importancia de la vacunación y el motivo por el que la mayor parte de las estrategias nacionales de vacunación se iniciaron por los colectivos más vulnerables al virus.

Si hablamos de su capacidad para reducir las posibilidades de enfermedad grave y mortalidad, los sueros prácticamente alcanzan el 100%. Es aquí donde radica la importancia de la vacunación

Los fabricantes de vacunas esperan que sus sueros, además de prevenir las enfermedades, logren lo que se denomina como “inmunidad esterilizante”, es decir, conseguir que las vacunas eviten las infecciones para que las personas inmunizadas no transmitan el virus. Pero debemos tener claro que para que una vacuna se considere como eficaz no tiene necesariamente que evitar la infección en la persona inmunizada.

En el caso de la Covid-19 los expertos en el campo de la inmunología todavía están investigando sobre lo que denominan como “correlatos de protección”, aquellos factores que predicen cuán protegido está alguien contra el SARS-CoV-2. Los investigadores creen que la cantidad óptima de anticuerpos neutralizantes (aquellos que no solo se unen al virus, sino que además evitan que infecte), es suficiente para evitar las reinfecciones. Además, cabe señalar que los conocimientos sobre la inmunidad que ofrecen las vacunas todavía se están estudiando como demuestra el hecho de la posible necesidad de administrar dosis de refuerzo una vez se haya completado la pauta de vacunación.

LAS INFECCIONES ASINTOMÁTICAS

Los inmunólogos esperan que las vacunas que protegen contra las enfermedades virales sean capaces también de reducir la transmisión del virus. Pero resulta complicado saber si las personas completamente inmunizadas están o no propagando el virus. Desde el inicio de la pandemia uno de los principales problemas que ha planteado el virus y que, sin duda, ha beneficiado su propagación, ha sido el elevado número de infecciones asintomáticas. Situación a la que se ha sumado que el cuadro sintomatológico de la Covid-19 puede confundirse fácilmente con el de otras enfermedades. Dos hechos que han dificultado enormemente los esfuerzos de diagnóstico e identificación de contactos.

Cuanto mayor sea la circulación del virus mayores serán las posibilidades de que mute y surja una nueva variante con capacidad para evadir la respuesta inmune mediada a través de las vacunas

Un reciente estudio desarrollado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés), estudió al personal sanitario en ocho ubicaciones diferentes del país. Se realizaron pruebas y análisis semanalmente durante tres meses, independientemente de los síntomas o del estado de la vacunación. Los investigadores hallaron que los participantes completamente inmunizados tenían 25 veces menos probabilidades de ser positivo en una prueba diagnóstica de la Covid-19 que los que no estaban vacunados. Unos hallazgos que sugieren que, si las personas vacunadas están bien protegidas contra la infección, es poco probable que propaguen el virus. Una hipótesis que es muy difícil de demostrar en poblaciones más grandes en las que el rastreo de los contactos no es tan preciso.

Nos enfrentamos a un escenario en el que, probablemente, el aumento de las personas inmunizadas ante el virus incrementará los casos de infección asintomáticos. Motivo por el que el Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) ha pedido en varias ocasiones que no se debe bajar la guardia. Las personas vacunadas, por ahora, deben seguir cumpliendo con las medidas de prevención establecidas como el uso de mascarillas y el distanciamiento social.

Y, lo más importante, el ritmo de vacunación debe acelerarse en todo el mundo. Cuanto mayor sea la circulación del virus mayores serán las posibilidades de que mute y surja una nueva variante con capacidad para evadir la respuesta inmune mediada a través de las vacunas. Motivo por el que resulta vital que las vacunas contra la Covid-19 lleguen a todos los países. Nadie estará a salvo hasta que todos lo estemos.

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