Vacunas de ARNm: los retos que plantean los datos preliminares de CureVac

Tras los resultados preliminares de la vacuna de CureVac, la comunidad científica analiza qué ha podido fallar en su desarrollo y plantean algunos retos para las vacunas creadas con tecnología de ARN mensajero.

Científico analizando muestras de sangre (Foto. Freepik)
Científico analizando muestras de sangre (Foto. Freepik)
CS
23 junio 2021 | 00:00 h

Las vacunas contra la Covid-19 han puesto en el foco el mediático los sueros elaborados con tecnología de ARN mensajero. A pesar de que muchos piensan que se trata de un importante avance logrado como resultado de la pandemia provocada por el SARS-CoV-2, lo cierto es que se trata de una tecnología sobre la que se lleva investigando décadas. Su importancia como la nueva base en el desarrollo de vacunas ha sido materializada de forma global por los sueros desarrollados por Pfizer/BioNTech y Moderna contra la Covid-19. Pero el tercer candidato a vacuna creado con esta tecnología ha planteado algunos interrogantes. Hablamos de la vacuna contra la Covid-19 de CureVac.

La compañía alemana hacía públicos los resultados preliminares de su ensayo clínico, en el que han participado más de 40.000 personas, revelando que la vacuna de ARNm con una pauta de dosis, solo alcanzaba una eficacia del 47% en la prevención de la Covid-19. Un porcentaje lejano de lo esperado, especialmente si tenemos en cuenta que la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que, para que una vacuna sea considerada eficaz, debe alcanzar un mínimo del 50%.

Las estrategias de vacunación de muchos países tenían el foco puesto en la autorización comercial de emergencia de esta vacuna ya que prometía ser más barata que las de Pfizer y Moderna, y sus requisitos de conservación eran más flexibles. Una característica que facilitaría su distribución y almacenamiento haciendo que una vacuna de ARNm llegase de forma más amplia a los países con menos recursos.

Los responsables de la vacuna de CureVac atribuyen los malos resultados a las variantes del SARS-CoV-2. No solo a las declaradas como de preocupación internacional sino también a las emergentes como la variante Lambda, detectada originalmente en Perú y que ya circula en 10 países de Europa y América Latina en los que la farmacéutica ha desarrollado su ensayo clínico. Una hipótesis que se refuerza con los datos relativos a la secuenciación genómica: de los 124 casos detectados entre los participantes del ensayo que han sido secuenciados, solo una infección estaba causada por la versión original del virus tal y como recogen en Nature.

A pesar de esto, lo cierto es que las otras vacunas de ARNm han reportado un buen desempeño contra las variantes. una investigación realizada en Reino Unido revela que el suero de Pfizer/BioNTech ofrece una protección del 92% frente a la variante Alfa y de un 83% frente a la variante Delta. Un estudio similar realizado en Qatar ha hallado que la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech tiene una eficacia de cerca del 90% frente a la variante Alfa y del 75% frente a la variante Beta. En base a estos datos, parte de la comunidad científica considera que el bajo porcentaje de eficacia de la vacuna de CureVac reside en la propia vacuna y no en el avance de las distintas variantes del coronavirus.

Los responsables de la vacuna de CureVac atribuyen los malos resultados a las variantes del SARS-CoV-2. No solo a las declaradas como de preocupación internacional sino también a las emergentes como la variante Lambda, detectada originalmente en Perú y que ya circula en 10 países de Europa y América Latina en los que la farmacéutica ha desarrollado su ensayo clínico

En este sentido ponemos el foco en el análisis realizado por Peter Kremsner, especialista en Enfermedades Infecciosas del Hospital Universitario de Tubinga, en Nature. Kremsner es el director de los ensayos clínicos de CureVac.

El experto explica en la citada publicación que la dosis administrada sería la responsable de la baja eficacia. En las pruebas se evaluaron dosis que iban de dos a 20 microgramos de ARNm por inyección. Con la administración de los niveles más altos, la vacuna provocaba demasiados efectos secundarios y los participantes reportaban con frecuencia dolores intensos de cabeza, fatiga, escalofríos y dolores en la zona en la que había sido administrada.

Con 12 microgramos, la vacuna era más tolerable y todos los sujetos desarrollaron anticuerpos que bloquearon la entrada del virus en las células. Pero el nivel de anticuerpos neutralizantes era relativamente bajo, similares a los generados por una persona que se ha recuperado de la infección natural pero muy por debajo a los reportados en personas vacunadas con Pfizer y Moderna, cuya dosis son más altas.

Las pequeñas cápsulas hechas de lípidos en las que se encapsulan las vacunas de ARNm y que ayudan a llevar su carga genética a las células, pueden desencadenar efectos secundarios como los documentados en el ensayo de CureVac. Pero los sueros de Pfizer y Moderna emplean cápsulas de lípidos prácticamente idénticas. Motivo por el que algunos expertos apuntan en otra dirección para encontrar el origen del problema: la secuencia de ARNm.

Para comprender esto debemos tener en cuenta que las tres vacunas de ARNm sobre las que versan estas líneas codifican una forma de la proteína de pico del coronavirus. Esta es la que ayuda al virus a penetrar en nuestras células e infectarlas. Las vacunas de Pfizer y Moderna utilizan ARNm modificado que incorpora un nucleótido de ARNm denominado pseudouridina, similar a la uridina pero que contiene una modificación natural en lugar de uridina. Se cree que esto evita las reacciones inflamatorias. La vacuna de CureVac utiliza uridina normal y se basa en alterar la secuencia de letras de ARN de una manera que no afecta a la proteína que codifica, pero ayuda a la vacuna a evadir la detección inmunológica.

Se trata de hipótesis. Los expertos consideran que aún es demasiado pronto para sacar conclusiones. CureVac espera que su vacuna, o al menos la base sobre la que se ha desarrollado centrada en tecnología de ARNm sin modificar, pueda aún funcionar.

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