Se calcula que 100 millones de niñas y mujeres en edad reproductiva de 28 países han sufrido la ablación o mutilación genital femenina (MGF), según un nuevo metaanálisis publicado en la revista de acceso libre PLOS Medicine. La revisión informa de que esta práctica parece estar disminuyendo en 26 países, tanto para las mujeres como para las niñas, pero aún queda mucho por hacer en otros.
La mutilación genital femenina es una forma extrema de abuso y desigualdad de género que viola los derechos humanos de las mujeres y las niñas, con consecuencias sanitarias y económicas de por vida para quienes la padecen.
Stephen J McCall, de la Universidad Americana de Beirut (Líbano), y sus colegas realizaron este estudio para proporcionar una estimación de referencia del número de mujeres afectadas y comprender dónde están las lagunas de datos. La meta 5.3 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la OMS, relativa a la igualdad de género, se refiere a la mutilación genital femenina como una práctica tradicional nociva e insta a ponerle fin para 2030.
Los investigadores incluyeron 30 estudios en su metaanálisis incluían datos de 406.068 mujeres de 30 países y 296.267 niñas de 25 países
Descubrieron que el 36,9% de las mujeres de entre 15 y 49 años y el 8,27% de las niñas de entre 0 y 15 años habían sufrido la A/MGF. Aunque la práctica está disminuyendo en la mayoría de los países, y la meta de los ODS parece alcanzable, hubo varios en los que la disminución fue mínima o hubo un ligero aumento. Países como Egipto, Somalia, Sudán, Indonesia, Guinea y Mali no alcanzarán la meta a menos que se trabaje mucho más para detener la A/MGF.
El estudio estima con precisión los países incluidos, pero proporciona una subestimación del panorama mundial debido a las lagunas en los datos publicados disponibles. Estas lagunas deben resolverse para comprender el progreso hacia el ODS 5.3.
"Este estudio ha revelado que aproximadamente 100.000 millones de mujeres y niñas han sido sometidas a la mutilación/ablación genital femenina en todo el mundo", destaca McCall. "Sin embargo, es probable que el número de mujeres y niñas afectadas sea aún mayor, ya que muchos países no informan sobre esta práctica nociva".