Un estudio relaciona la contaminación del aire con las hospitalizaciones por diversas enfermedades

El estudio sugiere la necesidad de estudiar una amplia gama de enfermedades en el contexto de los niveles de contaminación para optimizar su tratamiento.

Se ha establecido una relación entre la exposición a corto plazo de las partículas PM 2.5 y las hospitalizaciones por distintas afecciones (Foto. Freepik)
Se ha establecido una relación entre la exposición a corto plazo de las partículas PM 2.5 y las hospitalizaciones por distintas afecciones (Foto. Freepik)

Los adultos mayores que están expuestos a las pequeñas partículas de contaminación contenidas en el aire que respiramos entre 24 y 48 horas, tienen mayor probabilidad de acabar siendo hospitalizados como consecuencia de una amplia variedad de problemas comunes de salud, según revela un reciente estudio elaborado en Estados Unidos.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores han puesto el foco en las conocidas como PM2.5. Se trata de unas partículas sólidas y líquidas de menos de 2,5 micrómetros de diámetro entre las que podemos encontrar polvo, suciedad, hollín o humo entre otras. A través del análisis de la exposición a estas partículas a corto plazo se ha confirmado la relación entre su exposición y un mayor riesgo de hospitalización e incluso muerte por enfermedades cardiacas y pulmonares, diabetes o la formación de coágulos en las venas.

Se ha establecido además una relación entre la exposición a corto plazo de las partículas PM2.5 y las hospitalizaciones por distintas afecciones que van desde sepsis hasta insuficiencia renal.

Estas conclusiones se han establecido mediante el análisis de los datos hospitalarios de pacientes de Medicare en Estados Unidos. El periodo de estudio abarca desde el año 2000 hasta el 2012. Los factores sobre los que se ha puesto el foco del estudio atienden a 214 condiciones de salud diferentes, analizando además los datos sobre los niveles medios de contaminación el día anterior y el día de cada hospitalización en función de los códigos postales de los pacientes.

LAS RECOMENDACIONES DE LA OMS

“Hemos descubierto varias enfermedades previamente desconocidas pero comúnmente extendidas en los adultos mayores, como trastornos de líquidos y electrolitos, septicemia, anemia, infecciones del tracto urinario e insuficiencia renal, incluso cuando las concentraciones diarias de PM 2.5 estaban por debajo de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, explica el autor principal del estudio Yaguang Wei, investigador de salud ambiental de la Escuela de Salud Pública de Harvard.

“Las partículas PM2.5 están compuestas por pequeños sólidos y líquidos que están en suspensión en el aire. Una ver inhaladas, estas partículas pueden pasar a través del sistema respiratorio, filtrarse a la sangre y el sistema circulatorio y causar serios problemas de salud”, apunta el investigador.

"Una ver inhaladas, estas partículas pueden pasar a través del sistema respiratorio, filtrarse a la sangre y el sistema circulatorio y causar serios problemas de salud"

Indica que las enfermedades cardiovasculares y respiratorias son las consecuencias más habituales debido a la exposición a la contaminación, “siendo estas los principales motivos de hospitalización, emergencias e incluso muerte”.

De acuerdo a las pautas establecidas por la OMS en el 2005, las personas no deberían estar expuestas a niveles medios de partículas PM2.5 durante 24 horas que superen los 25 microgramos por metro cúbico de aire.

ENFERMEDADES Y SU RELACIÓN CON LAS PM2.5

El estudio revela que la exposición a corto plazo a este tipo de partículas finas está asociada con un mayor riesgo de padecer aquellas patologías que se traducen en los motivos más comunes por los que se producen los ingresos hospitalarios.

Los investigadores hablan en este punto de sepsis y septicemia, reacciones potencialmente mortales a infecciones bacterianas presentes en el torrente sanguíneo, trastornos en los niveles de electrolitos, insuficiencia renal e incluso obstrucciones intestinales. Estas enfermedades rara vez han sido estudiadas en el contexto de las partículas PM2.5 y su relación con las causas que provocan los ingresos hospitalarios por este tipo de patologías según han descrito los investigadores.

Las conclusiones del estudio que centran estas líneas muestran además cómo los niveles de contaminación del aire situados por debajo de las recomendaciones efectuadas por la OMS, también se asocian con un mayor riesgo de hospitalizaciones por afecciones relacionadas con problemas cardiovasculares y respiratorios que anteriormente se habían relacionado con las partículas PM2.5.

Estas enfermedades rara vez han sido estudiadas en el contexto de las partículas PM2.5 y su relación con las causas que provocan los ingresos hospitalarios por este tipo de patologías

Para estas enfermedades previamente vinculadas a la contaminación del aire, cada aumento de 1 ug / m3 en los niveles promedio de partículas finas a corto plazo, se asocia con un incremento medio anual de 3.642 ingresos hospitalarios, 20.098 días totales de hospitalización y un coste derivado del tratamiento de los pacientes que supera los 69 millones de dólares.

Los costes atribuibles a la exposición de la contaminación del aire a corto plazo “son probablemente más altos”, asevera la coautora del estudio Francesca Dominici, investigadora en la Escuela de Salud Pública de Harvard.

Cada aumento de 1 ug / m3 en los niveles promedio de partículas finas a corto plazo, se asocia con un incremento medio anual de 3.642 ingresos hospitalarios

“La principal limitación de este estudio radica en que los costes incurridos una vez se ha producido el alta del paciente, como es el gasto en medicamentos o los gastos a nivel ambulatorio, no pueden ser contemplados en su totalidad”, explica Dominici.

“Todas las personas, pero especialmente aquellas que padecen enfermedades que pueden verse exacerbadas por la contaminación del aire como las patologías cardiovasculares, asma o EPOC, deben consultar los niveles de contaminación del aire para evitar su exposición en la medida de los posible”, añade Matthew Loxham, doctor del Hospital Universitario de Southampton (Reino Unido).

Loxham añade además que “tanto los pacientes como los médicos deben de ser conscientes del impacto que la mala calidad del aire puede tener sobre la exacerbación de una enfermedad para comprender mejor y quizás poder optimizar el tratamiento de estos brotes”.

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