El infarto agudo de miocardio, la muerte natural más usual en las cárceles españolas

De las 87 muertes por causas naturales que hubo en las cárceles españolas, 24 fueron por una cardipatía isquémica. También fueron frecuentes los fallecimientos por hemorragia cerebral, muerte súbita o carcinoma de pulmón.

Cárcel (Foto: Pixabay)
Cárcel (Foto: Pixabay)
Paco Cordero - Redactor
24 septiembre 2019 | 17:45 h

El Gobierno ha detallado recientemente las causas de los fallecimientos naturales que hubo en las cárceles españolas en 2017. Así lo ha informado en una respuesta parlamentaria a una pregunta del diputado del grupo Mixto, Jon Iñarritu. Desde el Ejecutivo informan que en dicho año hubo 87 muertes por causas naturales (81 hombres y 6 mujeres). Mientras, el informe de 2018 se encuentra “en trámites de elaboración”.

Por enfermedades, fueron las circulatorias las más frecuentes. De todos los fallecimientos que se contabilizaron, destacan los 24 que hubo por cardiopatía isquémica o infarto agudo de miocardio (IAM). Le siguieron otras causas naturales como la hemorragia cerebral (ocho), la insuficiencia cardiaca o muerte súbita (seis). También hubo seis muertes por isquemia mesentarica (dos), por tromboenbolismo pulmonar (dos) y por un aneurisma o rotura cardiaca (dos).

Once muertes fueron causadas por tumores: seis por cáncer de pulmón, dos de vejiga, una de cáncer de células renales, una por una leucemia de células dendríticas y otra por una enfermedad de origen desconocida

En lo que respecta a muertes por tumores, el más frecuente fue el carcinoma de pulmón, que quitó la vida a seis presos. También se registraron dos por cáncer vesical o de vejiga, una por una enfermedad metastásica de origen desconocido, una por un cáncer de células renales y otra por una leucemia de células dendríticas.

También fueron frecuentes los fallecimientos naturales por enfermedades que afectan al sistema digestivo. Hasta cuatro personas se vieron afectadas hasta la muerte por una cirrosis hepática por virus de la hepatitis C con hemorragia digestiva alta (HDA) por varices esofágicas. También hubo tres por HDA sin relación con virus C, dos por cirrosis por virus C y una por una perforación gástrica o peritonitis.

RESPIRATORIAS, INFECCIOSAS Y OTRAS

De las enfermedades respiratorias, la que más muertes provocó fue la bronconeumonía, con cinco fallecidos. Le siguieron dos por cor pulmonale, causada por la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y una por el síndrome de apneas-hipopneas del sueño (SAHS), relacionado con la obesidad mórbida.

La bronconeumonía o la sepsis abdominal causaron cinco y cuatro muertes en las cárceles españolas respectivamente

En lo que respecta a las infecciosas, destacaron las cuatro personas muertes por sepsis abdominal o shock séptico. También se produjeron por peritonitis, una por meningitis y otra por endocarditis. Por otra parte, dos muertes neurológicas fueron causadas por una catatonia y una estuvo relacionada con la diabetes. Finalmente, tres fallecimientos naturales se debieron a causas “indeterminadas”.

CENTROS MÁS FRECUENTES

Por centros penitenciarios u hospitales de referencia, donde más muertes por causas naturales se produjeron fue en Albolote (Granada), La Moraleja (Palencia), el centro penitenciario Madrid VI (Aranjuez), Málaga, Palma de Mallorca, Tenerife y Valencia, con hasta cuatro personas fallecidas cadauno.

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