Dar progesterona a mujeres con sangrado al comienzo del embarazo no previene la pérdida del embarazo, excepto entre las mujeres que tuvieron un aborto espontáneo previo, según un estudio de 4.153 mujeres tratadas en 48 hospitales en el Reino Unido.
"Es una gran noticia para los pacientes", dijo a Reuters Health el autor principal del estudio, el doctor Arri Coomarasamy, profesor de ginecología de la Universidad de Birmingham. Evitará el tratamiento innecesario con progesterona para la mayoría de las mujeres y dará más esperanza a las mujeres que enfrentan un segundo, tercer o cuarto aborto involuntario.
El sangrado que podría significar problemas en los primeros meses de embarazo ocurre en aproximadamente el 25 % de todos los embarazos
"La tasa de nacidos vivos es 5 puntos porcentuales más alta en el grupo de progesterona en una mujer embarazada que tuvo un aborto espontáneo previo y ahora está sangrando", dijo. "Si ha tenido tres o más abortos involuntarios anteriores, es 15 puntos porcentuales más alto".
El sangrado que podría significar problemas en los primeros meses de embarazo ocurre en aproximadamente el 25 % de todos los embarazos. En quizás entre el 10 y el 20 % de los casos, el sangrado puede ser un presagio de un embarazo perdido.
Durante años, los médicos han usado preparaciones de progesterona fuera de la etiqueta para tratar un aborto espontáneo en peligro, en parte debido a una disminución en los niveles hormonales justo antes de un aborto espontáneo. Eso llevó a un tratamiento de larga duración para administrar progesterona, aunque no estaba respaldado por una buena evidencia.
"En retrospectiva, es probable que la razón inicial para la terapia hormonal, es decir, la caída observada en los niveles hormonales del embarazo antes de la pérdida del embarazo, fue, de hecho, una consecuencia más que una causa de fracaso del embarazo", dijo el doctor Michael Green. El Hospital General de Massachusetts en Boston escribe en un editorial acompañante.
Las mujeres en el grupo de riesgo ultra alto, que habían sufrido tres o más abortos espontáneos, tuvieron un embarazo exitoso el 72 %
Para las 2.238 mujeres que no tenían antecedentes de aborto espontáneo, la tasa de nacidos vivos después de las 34 semanas de gestación fue del 75 % entre las mujeres con sangrado tratadas con 400 miligramos de progesterona micronizada dos veces al día, en comparación con el 72 por ciento de las mujeres tratadas con un placebo compatible. Estadísticamente, esa diferencia es demasiado pequeña para descartar la posibilidad de que fuera debido al azar.
Pero entre las mujeres que habían sufrido uno o más abortos involuntarios, el 75 % en el grupo de progesterona dio a luz en comparación con el 70 % que recibió supositorios de placebo vaginal, lo que sugiere que la hormona ayudó.
Las mujeres en el grupo de riesgo ultra alto, que habían sufrido tres o más abortos espontáneos, tuvieron un embarazo exitoso el 72 % de las veces si se les administró progesterona en comparación con el 57 % con placebo.
Se espera que los hallazgos aumenten el uso de progesterona en el Reino Unido, donde una encuesta de 2012 mostró que solo se administró en el 4,5 % de los casos de sangrado en el embarazo temprano, y en un menor uso de la hormona en algunos países donde hasta el 90 por ciento de las mujeres Obtener progesterona si tienen sangrado.
"En este momento, si un paciente comienza a sangrar, irá a su hospital local y los médicos harán una ecografía para ver si el embarazo está bien", ha dicho Coomarasamy. “Los médicos le dirían al paciente que tienes dos tercios de posibilidades de que todo esté bien y un tercio de posibilidades de aborto involuntario. Si el paciente pregunta qué se puede hacer al respecto, en este momento la respuesta es nada. Ahora, por primera vez, podríamos decir que hay un tratamiento que podría ayudarlo si ha tenido un aborto espontáneo antes".
Una mujer que nunca ha perdido un embarazo puede desear ser tratada de todos modos, pero "aquí es donde el médico tendrá que compartir la evidencia y demostrar que no tiene beneficios" para ella gracias a la terapia con progesterona.
Los investigadores no encontraron pruebas de que el tratamiento, que utilizaba una versión natural de la progesterona, fuera perjudicial.