Los trastornos mentales no predisponen a cometer un delito, pero la adicción lo facilita

El 80% de la población reclusa ha estado en contacto con sustancias adictivas a lo largo de su vida. Las adicciones son un factor facilitador a cometer un delito en personas vulnerables, pero no la patología mental en sí.

La prevalencia de trastornos mentales en la población de prisión es alta, pero es mayor la de personas en contacto con sustancias
La prevalencia de trastornos mentales en la población de prisión es alta, pero es mayor la de personas en contacto con sustancias
CS
19 marzo 2019 | 10:05 h

La incidencia de trastornos mentales graves es entre cinco y diez veces más frecuente en la población penitenciaria que en la comunidad. Diversos estudios realizados en España constatan la alta prevalencia de trastornos mentales en la población que ingresa en prisión, que oscila entre el 41% y el 50%. Además, cerca del 80% de la población reclusa ha estado en contacto con sustancias a lo largo de su vida.

No obstante, el psiquiatra González Navajas, miembro la Sociedad Española de Patología Dual (SEPD),  recalca que “la patología mental no es un factor predisponente a cometer un delito, si bien la adicción a una sustancia en un entorno marginal y, en la mayoría de los casos, fuera de la ley, se puede considerar un factor facilitador en personas vulnerables”. El doctor afirma que “el estigma que existe siempre hacia los pacientes con un trastorno mental empeora notablemente cuando, además, se asocia al consumo de sustancias”.

En concreto, el diagnóstico de patología dual, es decir, de una adicción y otro trastorno mental al mismo tiempo, o de forma secuencial a lo largo del ciclo vital, oscila en torno al 12-15%, en función de los estudios. Según el doctor Carlos González Navajas, que es también coordinador del Departamento de Psiquiatría del Hospital La Luz de Madrid y psiquiatra consultor de los C.P. Madrid VI y Madrid V, “los diagnósticos más frecuentes en la población reclusa son los trastornos afectivos adaptativos, los trastornos de la personalidad y los trastornos psicóticos”.

La adicción a sustancias en entornos marginales se puede considerar un factor facilitador del delito en personas vulnerables

El especialista señala que la tipología de los delitos cometidos por la población penitenciaria “es variada y condicionada, en parte, por las adicciones a sustancias. Un número considerable de internos presenta un perfil sociodemográfico procedente de grupos de marginación social, con problemas de salud asociados a la exclusión y a la pobreza, por lo que los delitos contra la propiedad, los delitos contra las personas y los delitos contra la salud publica suelen ser los más frecuentes”.

Asimismo, indica que “existe un porcentaje minoritario de delitos condicionados por sintomatología psicótica activa u otros síntomas que causan una pérdida de juicio de realidad del interno”.

En su opinión, lo que falla en el sistema asistencial para que estas personas acaben en centros penitenciarios es “una concienciación y una estructuración de protocolos que identifiquen a estas personas como pacientes víctimas de una patología mental muy compleja. Si ya de por sí las enfermedades mentales condicionan una situación de vulnerabilidad social, los efectos de las sustancias y la necesidad de su consumo empeoran el pronóstico y la probabilidad de cometer un delito en este proceso”.

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