Mitos sobre la hidratación

Los mitos creados sobre la hidratación han hecho que exista un cierto desconocimiento sobre cómo estar hidratado correctamente.

La CAM destaca la importancia de la hidratación (Foto. Freepik)
La CAM destaca la importancia de la hidratación (Foto. Freepik)
CS
31 octubre 2019 | 11:00 h
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El agua es el principal componente del cuerpo humano y resulta de vital importancia para los procesos fisiológicos de la digestión, absorción y eliminación de desechos metabólicos no digeribles.

También es importante para la estructura y función del aparato circulatorio, y como medio de transporte de nutrientes y todas las sustancias corporales. Asimismo, el agua tiene acción directa en el mantenimiento de la temperatura corporal.

En este sentido, la propia agua, junto con la contenida en los alimentos y otras bebidas, han de garantizar nuestra correcta hidratación a cualquier edad o circunstancia vital.

Por todo ello, es muy importante asegurar el aporte en cantidad y calidad adecuadas, sobre todo cuando somos conscientes de la influencia que el grado de hidratación puede tener sobre la salud y el bienestar de nuestro cuerpo.

Sin embargo, los mitos que circulan sobre la hidratación han hecho que exista cierto desconocimiento sobre este tema y la gente no sepa cómo hidratarse de manera correcta.

El agua es el principal componente del cuerpo humano y resulta de vital importancia para los procesos fisiológicos de la digestión, absorción y eliminación de desechos metabólicos no digeribles

Así, el primero de los mitos y uno de los más escuchados es el de que ''lo único que nos hidrata es el agua''. Pero otros líquidos que forman parte del balance hídrico son las infusiones, caldos, zumos y néctares de frutas, bebidas lácteas y otras bebidas que se consuman durante el día, controlando sobre todo el aporte de azúcar añadido de las mismas y optando, en muchas ocasiones, por las variedades sin azúcar.

Otro de los mitos más famosos es el de que ''se debe beber solo cuando se tenga sed''. No es cierto, ya que la sed aparece cuando ya existe falta de hidratación y se desencadena por mecanismos fisiológicos y perceptivos. A su vez, aparece cuando las pérdidas de líquidos corresponden a una disminución del 3% del peso corporal o más, con lo cual ya existe falta de hidratación, tal y como explican en el artículo ''Creencias, mitos y realidades relacionadas al consumo de agua'' de la revista Insuficiencia Cardiaca. Por esta razón, es recomendable no esperar a tener sed o sensación de boca seca para beber.

Asimismo, otra creencia errónea y que conlleva a no hidratarse correctamente es la que asegura que ''beber agua durante las comidas dificulta la digestión''. De hecho, no solo no dificulta los procesos digestivos, sino que su evacuación gástrica es rápida y tampoco posee ninguna interacción que dificulte la absorción de un macro o micronutriente. Y es que, los líquidos se vacían del estómago de acuerdo a un patrón exponencial, y la proporción o tasa de vaciamiento es equivalente al volumen remanente en el estómago.

La sed aparece cuando ya existe falta de hidratación y se desencadena por mecanismos fisiológicos y perceptivos

Tampoco podemos olvidarnos del mito que dice que ''las bebidas isotónicas no nos hidratan'', ya que se ha demostrado que las bebidas con sales minerales pueden facilitar una mejor rehidratación. Por tanto, si tienes síntomas como sed, sequedad de mucosas y de la piel o disminución de la cantidad de orina, las bebidas con sales minerales -en concreto sodio- y con azúcares de absorción rápida pueden facilitar una mejor rehidratación.

Un mito que también es muy escuchado es el que afirma que ''hay que evitar hidratarse cuando el cuerpo retiene líquidos''. En cambio, parece ser que lo que ocurre es que cuando el cuerpo siente que concentra poca agua, reacciona reteniéndola, por lo que lo recomendable es aumentar el consumo de líquidos para que el cuerpo libere lo que está almacenando.

Por último, hay quienes creen que la recomendación de beber 8 vasos de agua al día es un mito. No obstante, se trata de una realidad avalada por la ciencia, ya que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) manifiesta que las mujeres deben consumir dos litros de líquidos al día y los hombres 2,5 litros. De esta cantidad, el 80% procede de las bebidas, incluida el agua, y un 20% de los alimentos (frutas y verduras).

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