Un niño de Barcelona recibe el alta médica tras un trasplante multivisceral

Llevaba casi tres años conectado 18 horas al día a máquinas de alimentación parenteral para poder vivir

El pequeño Víctor con personal sanitario (Foto: NUPA)
El pequeño Víctor con personal sanitario (Foto: NUPA)

Casi tres años en lista de espera de un trasplante multivisceral de seis órganos y conectado 18 horas al día a máquinas de alimentación parenteral para poder vivir, Víctor un niño de tres años residente en Barcelona ha sido dado de alta tras superar satisfactoriamente la intervención en el Hospital La Paz, de Madrid, con la implantación de estómago, hígado, duodeno, intestino delgado, segmento de colon y páncreas, tal como ha informado del caso la Asociación NUPA.

El niño pasó ocho semanas entre la UCI y la Planta de Rehabilitación Intestinal del Hospital La Paz, coincidiendo con la pandemia de la Covid-19, lo que incrementó el estrés en sus familiares, según narra dicha Asociación, para lo cual le hicieron en varias ocasiones las pruebas de coronavirus.

Contra todo pronóstico, la evolución de Víctor fue muy favorable con una breve estancia en la Unidad de Cuidados Intensivos y luego alta a domicilio apenas a los dos meses del trasplante.

Los profesionales sanitarios que han atendido a Víctor reconocen que no siempre ha sido fácil mantener al niño lejos del riesgo de contagio de Covid-19

“Para el equipo médico, según ha señalado la Dra. Esther Ramos, jefa de la Unidad de Trasplante Intestinal de La Paz- realizar un trasplante multivisceral en un niño cuya única esperanza es que le llegue ese injerto, es siempre motivo de alegría. Que éste tenga lugar tras más de dos años y medio en lista, y justo al inicio de esta crisis sanitaria, es una sensación ambivalente".

Los profesionales sanitarios que han atendido a Víctor reconocen que no siempre ha sido fácil mantener al niño lejos del riesgo de contagio de Covid-19. "Era especialmente importante en este caso, dado que se encontraba en un momento de especial vulnerabilidad por la intensa inmunosupresión precisa tras un reciente trasplante. Pero una vez más se produce el milagro y todo sale bien. Víctor tiene ante sí una nueva esperanza de vida, aunque precise cuidados y controles de por vida", indica la Dra. Ramos.

El equipo médico lo tiene claro, y la familia también. Nada de esto sería posible si alguien no hubiera tenido un acto de solidaridad tan enorme como donar los órganos de su hijo, en el peor momento de sus vidas, cuando acaban de perderlo. Beatriz Domínguez-Gil, directora de la ONT, se suma al orgullo de saber que Víctor vuelve a casa con una segunda oportunidad de vivir. “

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