Niños, principales afectados por el cambio climático

Los niños soportan hasta el 88% de la carga de enfermedad atribuible a la crisis climática.

Niños jugando en la ciudad (Foto. Pixabay)
Niños jugando en la ciudad (Foto. Pixabay)
CS
11 diciembre 2019 | 15:00 h

La Asociación Española de Pediatría(AEP) recuerda, a través de su Comité de Salud Medioambiental (CSM-AEP), la especial vulnerabilidad a la contaminacióny a la crisis climática de la los niños y jóvenes. El deterioro de los ecosistemas constituye un determinante para explicar el crecimiento de las enfermedades crónicas en la infancia-adolescencia, no obstante, los niños soportan hasta el 88% de la carga de enfermedad atribuible a la crisis climática. Los expertos identifican nueve amenazasecosistémicas para la salud medioambiental de la infancia: Crisis climática, contaminación del aire y suelo, el agua de bebida contaminada, los mares enfermos, la deforestación-desertificación, las drogas legales-ilegales, contaminación de alimentos y malnutrición, la falta de contacto con la naturaleza y la pobreza/injusticia ambiental.

El doctor Juan Antonio Ortega, coordinador del CSM-AEP, pediatra responsable de la primera unidad de Salud Medioambiental Pediátrica de España, que participa en el Conferencia de las Partes (COP) 25, órgano de decisión de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre cambio climático en la mesa redonda “Infancia y Medio Ambiente” con la ponencia ‘Ecosistemas Saludables, Infancia Saludable, hacia un modelo ecosistémico de la salud humana’ que se celebra en el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, asegura que “todos los niños, independientemente de donde vivan, se ven afectados por peligros ambientales. La especial vulnerabilidad de la infancia a los efectos del cambio climático surge de su mayor susceptibilidad biológica durante la etapa fetal e infantojuvenil a la acción de estos contaminantes. La lucha por el control de la contaminación y la mitigación del cambio climático se ha separado artificialmente, pero es la misma”

Proteger la Salud de la infancia y proteger el medioambiente es inseparable

La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió en 1993 la salud medioambiental (SMA) como “los aspectos de la salud humana, incluyendo la calidad de vida, determinados por las interacciones de los agentes medioambientales físicos, químicos, biológicos, psíquicos y sociales”.

Los expertos señalan cinco desafíos a los que se enfrenta los sistemas sanitarios por el medioambiente, crecimiento de las enfermedades crónicas, costes insostenibles de las enfermedades y desigualdades, el agotamiento de los recursos naturales/pérdida de biodiversidad, envejecimiento de la población y crecimiento urbano y los cambios en las relaciones humanas.

La creciente conciencia social sobre la interrelación salud y medioambiente constituye un impulso para cambiar las políticas mundiales que otorguen a la infancia y adolescencia un lugar prominente.

FORMACIÓN Y UNIDADES DE PEDIATRÍA AMBIENTAL

La Asociación Española de Pediatría insta a mejorar la investigación y formaciónen salud medioambiental de los pediatras y enfermeros de España y a la puesta en marcha de nuevas estructuras que unan Salud y Medioambiente como las Unidades Clínicas de Salud Medioambiental Pediátrica.

El patrón cambiante de las enfermedades ambientales requiere un abordaje y un enfoque más creativo. Las nuevas tecnologías de sensorización y biomonitorización mejorarán la prevención, el diagnóstico y el tratamiento, a la vez que disminuirán la carga de enfermedades crónicas medioambientales. Asimismo, la sensorización de los ecosistemas, la biomonitorización clínica y las plataformas digitales crearán modelos sanitarios eficientese innovadores. La clave será, por otra parte, entender cómo esto transforma la vida de los niños. “Necesitamos nuevos perfiles profesionales preparados para responder la relación entre salud infantil y el medioambiente”, asegura el doctor Ortega.

Hasta ahora hay 2 unidades de pediatría ambiental en España

En este sentido, la doctora María José Mellado, presidenta de la AEP, asegura que “la AEP es muy consciente de las amenazas que estos fenómenos suponen en la salud de los más pequeños y por ello apuesta por la formación de los jóvenes pediatras en esta disciplina específica de salud Medioambiental Pediátrica; así como la implicación y aprendizaje de pediatras, familias y niños,  en la creación de ambientes más saludables, empezando por el entorno más cercano, ahí  la Pediatría Ambiental y Comunitaria adquiere especial importancia”.

“Buscar la financiación y soporte a través del Plan Nacional de Salud y Medioambiente para la puesta en marcha en cada Comunidad Autónoma de al menos una Unidad Clínica de Salud Medioambiental Pediátrica es necesario. Hasta ahora hay dos unidades de pediatría ambiental en España, en la Región de Murcia desde 2005 y Cataluña, creada en 2018”, subraya el coordinador de CSM-AEP.

Poco a poco se van conformando las Unidades de Pediatría Ambiental(UPA) unidades clínicas formadas por pediatras y otros biosanitarios expertos en salud medioambiental que colaboran con otros profesionales de la salud y otros profesionales que nada tienen que ver con este campo.

INFANCIA EN RIESGO DE EXTINCIÓN EN LA ERA DEL ANTROPOCENO

Según la OMS, los factores medioambientales contribuyen al 26% de las muertes anuales en menores de cinco años, dos terceras partes en países de escasos recursos, la mayoría relacionadas con enfermedades respiratorias o intestinales, por contaminación atmosférica y acuática. El cambio climático y los eventos extremos  del clima que producen: olas de calor, inundaciones, inseguridad alimentaria e incremento de enfermedades.  La contaminación del aire y el suelo consecuencia de la actividad humana: incineración, deforestación, vertido de residuos urbanos e industriales, zonas mineras aun activas, tráfico, uso de plaguicidas, herbicidas, fertilizantes, etcétera, hace que más del 90% de los niños respiren aire contaminado. 

El agua es un recurso finito y representa menos del 3,5% de las masas de agua planetaria. “Garantizar suficiente agua potable es un patrón oro de salud poblacional del siglo XXI. Alrededor del 5% de la población de la Unión Europea (UE), América Latina y Caribe no tiene acceso al agua potable”, señala el doctor Ortega. Si hablamos del agua no potable, dos terceras partes del planeta son mares y océanos amenazados por los vertidos, la acidificación o el aumento de la temperatura. Los océanos constituyen recursos biológicos y naturales, generadores de empleo, salud, vías de transporte y comunicación y reguladores del clima.

El 90-95% del peso cerebral humano se construye desde el embarazo hasta los cinco años. La resistencia y la plasticidad celular humana embrionaria e infantojuvenil son periodos críticos de oportunidad para aumentar el bienestar infantil y adulto. Si queremos sociedades inteligentes, creativas y emprendedoras es importante proteger e invertir en este periodo de la vida nos recuerda el Dr. Ortega. En todas las naciones el mayor retorno económico y social de las inversiones en salud se obtiene aumentando los recursos destinados al bienestar fetal durante el embarazo y a la etapa infantojuvenil.

El asma es la enfermedad infantil crónica más frecuente

Los menores de cinco años padecen el 40% de las enfermedades medioambientales. El nivel de ingresos económicos explica las diferencias encontradas entre países, pero es común el crecimiento de patologías crónicas infantojuveniles y del adulto relacionado con exposiciones tempranas. El asma es la enfermedad infantil crónica más frecuente, principalmente entre los cinco y los 14 años. Desde 1980 la tasa global estandarizada del cáncer infantil, de 0-14 años, ha crecido de 124 a 140 por millón personas-año. Cerca del 1% de los niños sufre retraso mental, el déficit de atención-hiperactividad entre el 6 y 17% y los trastornos del espectro alcohólico fetal afectan al 3,7% en la Unión Europea.  

“La buena noticia es que las causas que están provocando el colapso son conocidas, pueden controlarse y evitar los efectos que causan. Descontaminar los ambientes en los que convivimos no es tarea fácil, unir las políticas hasta ahora separadas artificialmente de prevención de la contaminación y de mitigación del cambio climático reportará  beneficios en la salud del planeta y de los niños”, concluye el coordinador del CSM-AEP.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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