Salud mental y medicamentos son dos conceptos que históricamente han ido de la mano. Prácticamente cualquier enfermedad o problema mental, indiferentemente de su grado, es susceptible de ser tratado mediante la utilización de algún fármaco.
Los avances que se han producido en las últimas décadas relacionados con la salud mental son muy positivos. Y, el hecho de que existan medicamentos que permitan el tratamiento de las distintas patologías ha resultado beneficioso para millones de personas. Pero ha generado un problema sobre el que conviene poner el foco.
Tomando como ejemplo la depresión, no es igual tratarla en una mujer de 60 años que ha perdido a su marido que un chico de 15 cuyo origen del problema reside en trastornos del sueño. No pueden ser tratados con el mismo medicamento sin analizar en profundidad las causas que ha provocado el problema, así como poner atención a los múltiples factores externos que tienen incidencia en este.
Ante esta fotografía imperante en los últimos 50 años en el terreno de la salud mental, Noruega se ha propuesto demostrar que ir un paso más allá es posible. El gobierno del país nórdico está impulsando un proyecto a través del que pretende desvincular en la medida de lo posible la salud mental y psiquiátrica del enfoque farmacológico.
Lo novedoso de las terapias ofertadas por el citado hospital es que se centran en escuchar al paciente
Para conocer esta iniciativa hay que viajar hasta la ciudad de Tromsø donde se encuentra el Hospital Psiquiátrico de Åsgård. Ya en su entrada deja claras cuáles son sus intenciones a la hora de tratar a los pacientes: “medikamentfritt behandlingstilbud”, es decir, “tratamiento libre de medicamentos”.
Una consigna que ha sido impulsada por el Ministerio de Salud noruego y que tiene como objetivo la exploración de nuevas formas de tratar los problemas, trastornos y enfermedades relacionadas con la salud mental.
Simplificando mucho el sistema utilizado, podría decirse que lo novedoso de las terapias ofertadas por el citado hospital es que se centran en escuchar al paciente. Merete Astrup, directora de la institución médica, explica que hasta el momento se ha trabajado con un enfoque en el que el hospital decía al paciente “esto es lo mejor para ti”. Ahora, señala, “le preguntamos ¿qué quieres en realidad?”.
La directora señala que “no hay dos personas en el mundo que, por ejemplo, estén tristes por la misma razón”, por lo que es necesario investigar las causas que desencadenan sus problemas antes de aplicar los fármacos estandarizados para cada tipo de problema.