La trombosis es una de las principales causas de mortalidad prevenibles en pacientes con cáncer

El estudio, liderado por investigadores españoles, revela que el periodo de mayor riesgo de sufrir un TEV asociado al cáncer son los 6 meses tras el diagnóstico.

El doctor Andrés Muñoz, oncólogo y coinvestigador principal del estudio
El doctor Andrés Muñoz, oncólogo y coinvestigador principal del estudio

La revista British Journal of Cancer publica los resultados del estudio clínico multicéntrico y prospectivo Oncothromb, liderado por el doctores José Manuel Soria, del Instituto de Investigación Biomédica Sant Pau, y Andrés Muñoz, del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, con el apoyo de la Sección de Trombosis y Cáncer de la Sociedad Española de Oncología Médica (Seom) y la colaboración de las farmacéuticas Ferrer y Leo Pharma.

Oncothromb es un estudio clínico prospectivo que ha analizado la capacidad predictiva de un test para identificar a personas con cáncer que desarrollarán un tromboembolismo venoso durante los seis primeros meses tras el diagnóstico de cáncer.

Esta nueva herramienta de diagnóstico aplica un algoritmo a partir del análisis de cuatro variantes genéticas de los factores de la coagulación que se combina con los factores de riesgo clínicos de cada paciente con un diagnóstico de cáncer.

Con la nueva herramienta que proporciona el estudio, se estima que se puede reducir entre un 50% y un 70% los casos de trombosis venosa en pacientes con cáncer​

Según el doctor Andrés Muñoz, coinvestigador principal del estudio y coordinador de la Sección de Trombosis y Cáncer de la Seom, "es sumamente importante mejorar las actuales herramientas diagnósticas para identificar con precisión a los pacientes con alto riesgo trombótico, y así poder administrar anticoagulantes únicamente a pacientes con una relación riesgo-beneficio favorable". Por su parte, el doctor José Manuel Soria destaca que el objetivo principal es proporcionar "herramientas eficientes para el diagnóstico y la prevención de la enfermedad tromboembólica en pacientes con cáncer".

Uno de los resultados más significativos del estudio es que los pacientes con cáncer que sufren un tromboembolismo venoso (TEV) tienen mayor mortalidad. Los datos son relevantes ya que, según otros aportados por la European Society of Medical Oncology (Esmo), la mayoría de oncólogos subestiman la prevalencia del TEV y su impacto negativo en sus pacientes.

El estudio revela que el periodo de mayor riesgo de sufrir un TEV asociado al cáncer son los 6 meses tras el diagnóstico. Diversos estudios retrospectivos de pacientes con cáncer avanzado o metastásico observaron una incidencia de TEV elevada que osciloó entre el 23% y el 35% de los casos, dependiendo del tipo de tumor. Los investigadores señalan que, desde el punto de vista clínico, el TEV en un paciente con cáncer tiene un impacto muy negativo sobre la supervivencia y calidad de vida. Por ello, se recomienda realizar el test en un estadio inicial de la enfermedad.

Con la nueva herramienta que proporciona el estudio, se estima que se puede reducir entre un 50% y un 70% los casos de trombosis venosa en pacientes con cáncer mediante la aplicación de tratamientos preventivos. De esta manera, se evitará la aparición de la trombosis y se conseguirá mejorar las complicaciones y la calidad de vida de los pacientes.

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