Demuestran que la vitamina D3 y los ácidos grasos omega-3 no son útiles para reducir la fragilidad

El estudio publicado en 'JAMA Network Open' analiza la validez de estos suplementos para reducir la fragilidad en más de 25.000 adultos.

Persona mayor (Foto. Freepik)
Persona mayor (Foto. Freepik)
14 septiembre 2022 | 10:00 h

Los investigadores del Brigham and Women's Hospital, miembro fundador del sistema sanitario Mass General Brigham, en Estados Unidos, han demostrado que la vitamina D3 y los ácidos grasos omega-3 no son útiles para reducir el riesgo de fragilidad en personas mayores, según publican en la revista JAMA Network Open. Concluyen que estos resultados no apoyan el uso rutinario de suplementos de vitamina D3 o de ácidos grasos omega-3 para la prevención de la fragilidad en adultos mayores generalmente sanos.

Los investigadores estaban interesados en examinar si los suplementos de vitamina D3 o de ácidos grasos omega-3 marinos reducían el riesgo de fragilidad, un ensayo clínico con más de 25.000 adultos estadounidenses, también dirigido por investigadores del Brigham.

La fragilidad se define como la reducción de la reserva fisiológica y de la capacidad para hacer frente a las tensiones agudas. Hasta la mitad de los adultos mayores de 85 años viven con fragilidad, por lo que se necesitan medidas preventivas.

Los participantes completaron cuestionarios antes de que comenzara el ensayo, 6 meses después de su inicio, y anualmente durante los cinco años de duración del ensayo. La evaluación de la fragilidad incluía medidas de la función física, la cognición, el estado de ánimo y la salud general.

"Estos nuevos hallazgos de VITAL son un importante recordatorio de que los suplementos dietéticos no son píldoras milagrosas o elixires de la juventud"

"Nuestros nuevos resultados de VITAL están en línea con los resultados anteriores que no sugieren un papel de la vitamina D3 o los suplementos de omega-3 para la mayoría de los adultos mayores sanos que viven en la comunidad", explica la autora Ariela Orkaby, de la División de Envejecimiento.

"Deberíamos considerar la posibilidad de prescribir píldoras innecesarias y, en su lugar, promover hábitos de vida saludables. El ejercicio regular y la dieta mediterránea son estrategias probadas para la prevención de la fragilidad y deben ser fomentadas para todos los adultos mayores".

"Estos nuevos hallazgos de VITAL son un importante recordatorio de que los suplementos dietéticos no son píldoras milagrosas o elixires de la juventud", destaca JoAnn Manson, director del principal ensayo VITAL y jefe de la División de Medicina Preventiva en el Brigham.

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