La pandemia pone de relieve la importancia y las carencias de la salud mental

De acuerdo con los datos publicados por Eurostat, España cuenta con 11 psiquiatras por cada 100.000 habitantes. Un cifra que, en el caso de países como Alemania, Suecia, Francia o Noruega, se duplica.

La depresión aumenta tras la pandemia (Foto. Freepik)
La depresión aumenta tras la pandemia (Foto. Freepik)
CS
18 noviembre 2021 | 09:00 h

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte a través de un informe que los problemas de salud mental serán la principal causa de discapacidad en el mundo en 2030, y una de cada cuatro personas en el mundo sufre o sufrirá un trastorno mental a lo largo de su vida. La pandemia provocada por el SARS-CoV-2 ha puesto de relieve la importancia de la salud mental. La crisis sanitaria vivida y las restricciones, medidas y confinamientos sufridos derivados de esta han aflorado numerosos problemas de salud mental que, antes de la llegada de la Covid-19, permanecían en la sombra.

Diferentes informes han alertado a lo largo de estos meses de cómo la pandemia ha agravado trastornos que habían sido previamente diagnosticados, y de un aumento de  los casos de depresión y ansiedad. La pandemia nos ha dejado muchas lecciones que necesariamente debemos aprender para seguir adelante y no cometer los mismos errores en el futuro. Entre estas destaca la visibilidad que ha ganado la salud mental, la gran olvidada no solo por las administraciones  sino también por la sociedad que ha cuestionado y banalizado durante mucho tiempo los problemas relacionados con la salud mental.

Uno de los pasos más importantes de los que se han dado hasta el momento ha sido el compromiso de la actualización de la Estrategia Nacional de Atención Psicológica y Psiquiátrica del Sistema Nacional de Salud con el objetivo de que pueda garantizarse un tratamiento rápido universal a todos los ciudadanos. España se enfrenta a un gran reto en este sentido ya que la atención que se presta a la salud mental en nuestro país se encuentra a años luz del que recibe la salud física.

De acuerdo con los datos publicados por Eurostat, España cuenta con 11 psiquiatras por cada 100.000 habitantes. Un cifra que, en el caso de países como Alemania, Suecia, Francia o Noruega, se duplica. La media de la Unión Europea es de 18.

España cuenta con 11 psiquiatras por cada 100.000 habitantes. Un cifra que, en el caso de países como Alemania, Suecia, Francia o Noruega, se duplica. La media de la Unión Europea es de 18

El informe revela que en el caso de Suiza la cifra es cinco veces superior. En la línea de la referida actualización de la Estrategia Nacional de Atención Psicológica y Psiquiátrica, el Gobierno ha anunciado además la creación de la especialidad médica de Psiquiatría Infantojuvenil, así como un aumento gradual de las plazas.

Las intenciones son buenas, pero se necesitan dar pasos mayores. La demanda de consultas y profesionales relacionados con el campo de la salud mental es creciente y la sanidad pública no puede dar respuesta a una demanda de tal magnitud. Los expertos inciden en que los trastornos más graves tienen preferencia en términos asistenciales, pero no podemos olvidar las preocupantes esperas a las que nos enfrentamos para el tratamiento de los problemas y trastornos de carácter leve. Es aquí donde debería comenzar a aplicarse otra de las grandes lecciones aprendidas en esta pandemia: la necesaria colaboración público-privada.

Cada vez son más las personas que, ante la necesidad de asistencia, acuden al ámbito privado para tratar sus problemas de salud mental. La puerta de entrada a nuestro sistema sanitario, la Atención Primaria, únicamente cuenta con capacidad para ofrecer respuesta a los casos de mayor urgencia o gravedad, pero quedan en un limbo asistencial  el resto.

El pasado 8 de noviembre el Gobierno aprobaba la primera lectura del anteproyecto de Ley de Medidas para la Equidad, Universalidad y Cohesión del SNS. Una oportunidad para reformar el sistema y dar respuesta a algunas carencias históricas. En este contexto la Fundación IDIS ha recalcado en varias ocasiones que "no aceptar el papel de la sanidad privada es dar la espalda a la realidad, ya que este sector lleva a cabo una actividad asistencial muy significativa al descargar notablemente tanto la presión financiera como la demanda asistencial y las listas de espera asociadas, y es propietario de casi el 40% de los recursos sanitarios del país”.

El sector sanitario privado dispone de una dotación de 441 hospitales en España, lo que representa el 56% del total de centros hospitalarios de nuestro país, con 50.960 camas (el 32% del total de las existentes). Apostar por una mayor colaboración público-privada en materia de salud mental puede ser una de las grandes soluciones y no diluir la visibilidad que ha ganado en estos meses. Tal y como reflejan los datos referidos la oferta de la sanidad privada es muy amplia para poder llegar a acuerdos con los que poder favorecer la calidad asistencial de los pacientes. Estos pueden acceder a una variedad amplia de servicios y profesionales por lo que se recomienda que, a fin de reducir las esperas y acceder a los servicios que mejor se adaptan a sus necesidades, utilicen un comparador de seguros de salud.

Es el momento de aunar fuerzas para que la importancia que ha ganado la salud mental en esta pandemia no caiga en el olvido o se quede en banales promesas. Nos enfrentamos a un problema de salud pública de gran envergadura que la crisis sanitaria actual, únicamente ha agravado y aflorado la punta de un iceberg que las administraciones y la sociedad no pueden continuar ignorando.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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