Parada cardíaca en Pediatría: expertos forman a la población para ofrecer una respuesta inmediata

La parada cardiorrespiratoria (PCR) es la interrupción brusca, generalmente inesperada y potencialmente reversible de la circulación sanguínea y la respiración espontánea.

Maniobra de RCP esencial para asistir a un afectado por paro cardiaco extrahospitalario (Foto. Freepik)
Maniobra de RCP esencial para asistir a un afectado por paro cardiaco extrahospitalario (Foto. Freepik)
CS
4 enero 2023 | 00:00 h
Archivado en:

La parada cardiorrespiratoria (PCR) es la interrupción brusca, generalmente inesperada y potencialmente reversible de la circulación sanguínea y la respiración espontánea. En pacientes pediátricos, la parada cardiaca suele ser consecuencia del deterioro de las funciones respiratorias o circulatorias secundarias a una enfermedad o accidente. Tiene una alta mortalidad y su pronóstico es multifactorial (duración, causa, lugar, edad) y peor que en los adultos, aunque circunstancias especiales (ahogamiento en agua helada o exposición a tóxicos) pueden mejorarlo.4

Con el objetivo de disminuir la morbimortalidad de la PCR en Pediatría, es indispensable aplicar la cadena de la supervivencia, aplicando medidas de anticipación y prevención, dando soporte vital básico (SVB) y técnicas de RCP de calidad, activando a equipos de emergencias e instaurando soporte vital avanzado, que deberá incluir control de la vía aérea, oxigenación, desfibrilación precoz, fármacos (adrenalina, amiodarona) y fluidos, lo antes posible. 

Las paradas súbitas o de origen cardiaco y con ritmos desfibrilables son menos frecuentes (3,8% en lactantes a 19% en adolescentes)

Del manejo precoz del niño grave y en preparada, del conocimiento adecuado de los algoritmos de RCP, de su aplicación de forma efectiva y con calidad, de un adecuado trabajo en equipo, y de un entrenamiento periódico en técnicas y procedimientos, dependerá en gran parte la supervivencia.

Según explica la Sociedad Española de Urgencias en Pediatría (SEUP), la parada cardíaca más común en Pediatría es la de origen respiratorio, habitualmente cursará con un deterioro previo y progresivo de las funciones respiratorias y circulatorias, con hipoxemia mantenida, hipoperfusión de órganos en grado variable, acidosis y finalmente PCR. Las paradas súbitas o de origen cardiaco y con ritmos desfibrilables son menos frecuentes (3,8% en lactantes a 19% en adolescentes).

Para considerar una parada pediátrica se deben encontrar los siguientes factores: la respuesta a estímulo verbal o dolor, la ausencia de respiración normal, bocanadas o gasping y la falta de signos de circulación (tos, movimientos, respiración efectiva, palidez extrema o cianosis), pulso menor de 60 lpm en lactantes y niños hasta la pubertad, o ausente en adultos.

COMPRESIONES TORÁCICAS ADAPTADAS

En Pediatría las compresiones se harán en la mitad inferior del esternón, un través de un dedo por encima de la apófisis xifoidea, adaptándolas al tamaño y edad. La presión ejercida debe deprimir el esternón al menos un tercio del diámetro anteroposterior del tórax (4 cm en lactantes, 5 cm en niños y hasta 6 cm en adultos), el ritmo será 100-120 lpm, usando el mismo tiempo de presión que de descompresión.

Un solo reanimador iniciará las maniobras de SVB manteniéndolas durante un minuto antes de la alerta. Si hay más de un reanimador, uno iniciará la RCP mientras el otro buscará ayuda

Siempre deberemos activar equipos de emergencia informando del suceso (qué, quién y dónde). Un solo reanimador iniciará las maniobras de SVB manteniéndolas durante un minuto antes de la alerta. Si hay más de un reanimador, uno iniciará la RCP mientras el otro buscará ayuda.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
Lo más leído