Las personas que tienen problemas para conciliar el sueño podrían tener un mayor riesgo de deterioro cognitivo o demencia que aquellas que duermen bien, según la revisión de varios estudios relacionados con los trastornos del sueño.
Los investigadores han examinado un total de 51 estudios publicados con anterioridad relacionados con personas con problemas y trastornos del sueño en América del Norte, Europa y Asia oriental durante varios años (entre tres y 10 en función de los sujetos). A lo largo de este tiempo se ha estudiado si los problemas del sueño de los sujetos se han asociado al desarrollo posterior de problemas relacionados con el deterioro cognitivo.
El estudio señala que los sujetos estudiados que padecían insomnio tienen un 27% más de posibilidades de desarrollar problemas cognitivos. Además, aquellas personas que padecen lo que se conoce como “falta de sueño” o que duermen una cantidad insuficiente de horas tienen un 25% más de probabilidades de desarrollar demencia.
Las personas que tienen una mala calidad del sueño o que pasan muchas horas en la cama sin conseguir dormirse tiene un 24% más de posibilidades de sufrir deterioro cognitivo según han informado los investigadores en la revista Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry.
Ante estas evidencias, el autor principal del estudio, el doctor Wei Xu de la Universidad de Qingdao en China, sugiere que “el control del sueño podría servir como un objetivo prometedor para la prevención de la demencia”.
Los problemas del sueño pueden conducir a un deterioro cognitivo. Hecho que resulta de la inflamación del tejido en el sistema nervioso central, incluidos el cerebro y la médula espinal. Xu indica que las dificultades para dormir o un descanso de mala calidad pueden causar o exacerbar la conocida como hipoxia cerebral, es decir, la reducción del suministro de oxígeno en nuestro cerebro.
Las personas que dormían entre seis y siete horas diarias reportaron un menor riesgo de padecer trastornos cognitivos. El riesgo se incrementa entre aquellas que duermen menos de cuatros horas diarias o superan las 10
Uno de los principales trastornos respiratorios nocturnos es la apnea del sueño. Esta se ha asociado con la posibilidad de incrementar hasta en un 29% los problemas cognitivos.
El número de horas de descanso también es fundamental. Las personas que dormían entre seis y siete horas diarias reportaron un menor riesgo de padecer trastornos cognitivos. El riesgo se incrementa entre aquellas que duermen menos de cuatros horas diarias o superan las 10.
El estudio sugiere que la falta de sueño y su mala calidad contribuyen a la degeneración de ciertas áreas del cerebro asociadas con la demencia. Incluso apuntan a que las personas que ya presentan deterioro en estas áreas tienden a dormir más.
Los investigadores señalan que no todos los problemas de falta de sueño, mala calidad de este e incluso insomnio pueden relacionarse directamente con el futurible desarrollo de deterioro cognitivo o demencia. Tampoco nos aseguran que el hecho de dormir entre siete y ocho horas diarias vaya a evitar al 100% que estos problemas se desarrollen.
Dormir bien es necesario para la salud general del organismo. Aún se necesitan más estudios en esta materia que estrechen la relación entre los problemas y trastornos del sueño con el posible desarrollo de enfermedades como la demencia. Pero, lo que dejen claro los investigadores es que el sueño de calidad y ajustado a las recomendaciones diarias, debería ser una prioridad para todos nosotros.