Protocolo médico en violencia infantil: “Lo más importante es garantizar la seguridad del menor”

La Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP) explica a ConSalud.es cuáles son los pasos que se llevan a cabo en los casos de violencia física o violencia sexual hacia menores

El protocolo a víctimas de violencia infantil está diseñado para garantizar en primer lugar, la seguridad del menor (Fuente Canva)
El protocolo a víctimas de violencia infantil está diseñado para garantizar en primer lugar, la seguridad del menor (Fuente Canva)
Diego Domingo
4 febrero 2025 | 16:00 h

Según los datos del Registro Unificado de Maltrato Infantil (RUMI), en el año 2021 se notificaron en España un total de 21.521 casos sospechosos de violencia en personas menores de edad, cifra que podría ser superior en la realidad ya que, como ocurre a nivel internacional, diversos estudios de prevalencia muestran que estos casos están infranotificados. 

La violencia sufrida en la infancia afecta a la salud y al bienestar a lo largo de toda la vida. El estrés que conlleva repercute en el desarrollo cerebral, sobre todo durante los primeros años de vida, así como también durante la adolescencia puede perjudicar el rendimiento académico y profesional con posibles problemas cognitivos, de lenguaje o incluso desarrollo psicomotor. 

En el terreno emocional, puede existir una afectación del vínculo de apego que dificulte las relaciones sociales y provoque una mayor impulsividad y baja autoestima. Además, los expertos apuntan que las víctimas de esta violencia pueden ver afectados otros sistemas como el endocrino, circulatorio, osteomuscular, reproductivo, respiratorio e inmunológico con consecuencias que pueden durar toda la vida. 

“Siempre que se pueda garantizar la seguridad en el domicilio, se queda en el domicilio”

Desde la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP) recuerdan que en estos casos “todo está muy protocolizado”. Su presidenta, Paula Vázquez, en declaraciones a ConSalud.es indica que “el protocolo es muy similar en los casos de violencia física o violencia sexual”. 

“En caso de un maltrato físico que sea muy evidente, para garantizar la seguridad del menor que es lo más importante, lo que se hace siempre es el ingreso hospitalario del menor y las pruebas complementarias necesarias”, explica Vázquez. “Siempre se llama al juez, se habla con él por teléfono y además se manda por escrito un parte y también se avisa al asistente social”, añaden. 

El “Protocolo de actuación sanitaria frente a la violencia en la infancia y la adolescencia” publicado por el Ministerio de Sanidad establece que los servicios sanitarios son un ámbito privilegiado para la detección precoz de las situaciones de violencia durante la infancia y la adolescencia debido al contacto frecuente y cercano que tienen con los niños, niñas, adolescentes y sus familias.

En los casos más dudosos o sospechosos, indican que “siempre que se pueda garantizar la seguridad en el domicilio, se queda en el domicilio, pero en cualquier caso se efectúa una notificación judicial”. Una vez detectado un posible caso, según establece el protocolo, es imprescindible llevar a cabo una minuciosa historia clínica y social, así como realizar las pruebas y test necesarios para llevar a cabo un diagnóstico diferencial preciso que descarte o confirme la sospecha.

“Siempre que hay lesiones evidentes y en los casos de violencia sexual siempre se requiere de la intervención del forense”

Vázquez explica que “cuando hay lesiones evidentes y siempre en los casos de violencia sexual además requerimos de la intervención del forense que es el encargado de recoger muestras, hacer fotos y realizar la custodia de las pruebas”.

“Todo está muy protocolizado para garantizar siempre la seguridad del paciente”, recalca. Y detalla: “Por eso estos casos muchas veces precisan ingreso, aviso al juez por escrito o mediante llamada en los casos más importantes, así como aviso al forense en el caso de que haya que recoger pruebas. Y, por último, la comunicación del caso al asistente social”. 

NUEVO PROTOCOLO DE LA COMUNIDAD DE MADRID

La presidenta de la SEUP recuerda que recientemente la Comunidad de Madrid ha implantado en su red sanitaria el conocido como código de asistencia VISNNA, con el objetivo de lograr “una respuesta rápida y coordinada para proteger y asistir a estos menores de forma integral y efectiva”. 

Cuando se detecta un caso sospechoso se procede a la movilización de los dispositivos sanitario, policial, judicial y social implicados 

El proceso establece que la primera valoración la realiza el personal facultativo, cuyo informe se notifica al juzgado de guardia, desde el que se ordena al forense del hospital proceder a desarrollar el expediente médico-legal. El código de asistencia VISNNA también incluye la valoración social del menor para determinar posibles situaciones de riesgo. 

Para facilitar su extensión en la red del Servicio Madrileño de Salud (SERMAS) se ha creado la figura del referente VISNNA en cada uno de los 26 hospitales públicos acreditados que disponen de los servicios de Pediatría y Ginecología las 24 horas del día, contando con la participación de los profesionales del SUMMA 112 y SAMUR. De esta forma, cuando se detecta un caso sospechoso, bien desde las urgencias extrahospitalarias (Atención Primaria) o un centro sanitario acreditado, se activa el protocolo y se procede a la movilización y coordinación de todos los dispositivos implicados (sanitario, policial, judicial y social) para garantizar la prestación inmediata a integral del servicio.

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