¿Qué efectos sobre la salud tienen las largas listas de espera?

Los últimos datos ofrecidos por el Ministerio de Sanidad sobre los tiempos de espera en España tanto para una intervención quirúrgica como para ser atendido por el especialista, reflejan una situación grave en la mayoría de comunidades autónomas. Estos datos, que son publicados con asiduidad por los organismos públicos, tienen sin embargo repercusiones reales sobre la vida de los pacientes.

Así lo ha denunciado Carmen Flores, presidenta de la Asociación del Defensor del Paciente, quien en declaraciones a ConSalud.es ha tildado esta situación como “caótica” y que en muchos casos puede llegar a constituir un “delito contra la salud pública y la vida de las personas”.

Y es que, según expone Flores, que un paciente tenga que esperar más de 100 días para una operación que necesita o más de 6 meses para una prueba diagnóstica importante, como está ocurriendo en Canarias, comunidad autónoma con las peores listas de espera del país, incide “no solo en la salud de las personas, sino también en su trabajo, en su vida diaria o en su salud psicológica”.

Aunque una demora en cualquier especialidad es grave, esta representante ha resaltado que en algunas, las consecuencias pueden ser fatales llevando incluso al “agravamiento de las patologías, la aparición de discapacidades o la muerte del paciente”. Según las quejas recibidas por esta asociación, son con diagnósticos como el cáncer o pruebas para Traumatología u Oftalmología con las que “la gente se agobia muchísimo” sabiendo que tienen que esperar porque “la enfermedad no espera”.

El hecho de que el agravamiento de la persona “llegue a ser irreversible” puede tener, además, consecuencias en el ámbito laboral: “las empresas no aguantan las listas de espera, tienen a los trabajadores para que les rindan y si no ocurre, les echan a la calle”. Esto, expone Carmen Flores, cuesta “muchísimo dinero” a la administración ya que en vez de ahorrar “se está haciendo todo lo contrario” puesto que “hay que pagar incapacidades o paro”.

CONFLICTO MÉDICO-PACIENTE

El problema puede llegar a propiciar incluso un enfrentamiento entre médicos y pacientes: “el médico de cabecera, por ejemplo, se ve agobiado porque le manda una prueba al paciente para dentro de seis meses, y éste se lo reprocha, aunque no sea su responsabilidad”. También ocurre con el personal sanitario: “ellos dan la cita cuando ve que tienen hueco”, arguye Flores.

Por estos motivos, la presidenta de la Asociación del Defensor del Paciente ha denunciado que se trata de “un problema crónico o enquistado en todas las comunidades, incluso en las que más invierten”. En este sentido, incide que o “no se están poniendo los medios necesarios o no se emplean los medios que se tienen para lo que se tienen que utilizar”, señalando, además, que las posibles causas de ello pueden ser “la falta de voluntad política o la mala gestión de los gerentes”.


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