Retrasar el seguimiento y tratamiento de los procesos oftalmológicos puede poner en jaque la visión

Especialistas de IMO (Grupo Miranza) advierten de la importancia de priorizar patologías graves, que pueden ser urgentes, y procesos crónicos, que precisan controles periódicos y puntuales.

Revisión oftalmológica (Foto. ConSalud)
Revisión oftalmológica (Foto. ConSalud)

Especialistas de IMO (Grupo Miranza) advierten sobre las consecuencias irreversibles para la visión que puede suponer para algunos pacientes postergar el seguimiento y, en caso necesario, el tratamiento de sus procesos oculares, que por su gravedad, como un desprendimiento de retina, requieren atención urgente, o que por ser crónicas y degenerativas, como la DMAE o el glaucoma, precisan un seguimiento periódico y un tratamiento inaplazable, en muchos casos interrumpido durante la alerta sanitaria por Covid-19.

También hay que prestar atención en caso de tener factores de riesgo, como hipertensión ocular, principal causa del glaucoma, o diabetes, entre otras patologías sistémicas con consecuencias para la salud visual.

“Realizar descansos visuales cada 20 minutos, apartando la mirada de la pantalla”

“En el caso de la presión ocular elevada, el paciente puede precisar una estrategia terapéutica diferente, si su caso lo requiere y, de no existir control, se puede poner en jaque de forma irreversible el nervio óptico y la visión. A ello, se une el hecho de que el glaucoma no suele provocar dolor u otros síntomas que alerten al paciente de que el ojo está sufriendo un aumento de la presión. Por ello, es imprescindible un seguimiento periódico por parte del oftalmólogo”, explica la Dra. Freixes del Departamento de Glaucoma de IMO.

Por lo que se refiere a los diabéticos, “requieren un control ocular exhaustivo, especialmente aquellos que han sido diagnosticados recientemente, los insulinodependientes y, por supuesto, los que padecen retinopatía diabética, consecuencia ocular grave de la enfermedad, que causa pérdida de visión por hemorragias o edema macular (acumulación de líquido en la zona central de la retina). Precisamente, esta complicación de la diabetes también suele requerir tratamiento urgente, con inyecciones intravítreas, láser o cirugía, para conservar la visión del paciente”, destaca Freixes.

CONSECUENCIAS DEL TELETRABAJO Y EL ABUSO DE VISIÓN CERCANA

A estas patologías graves, se suma el repunte de sintomatología ligada a procesos como la fatiga visual y el ojo seco, como consecuencia de permanecer mucho tiempo frente al ordenador, en el caso del teletrabajo, o del uso lúdico de pantallas. “Pese a que el ojo seco puede deberse a muchos factores, en estos casos, se asocia, principalmente, a que parpadeamos con menos frecuencia cuando nos encontramos frente a las pantallas”, explica la Dra. Miriam Barbany, del área de Ojo Seco de IMO.

La especialista recomienda “realizar descansos visuales cada 20 minutos, apartando la mirada de la pantalla, no frotarse los ojos, evitar los aires acondicionados o utilizar humificadores y, en los casos que aplique, realizar un buen uso y mantenimiento de las lentes de contacto”. Ante cualquier síntoma de ojo seco, “es importante la valoración del oftalmólogo, ya que detectar y tratar a tiempo esta enfermedad y su causa puede evitar que los pacientes presenten, a la larga, complicaciones como úlceras o heridas en la córnea”.

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