Sanidad vuelve a negar a los pacientes con atrofia muscular espinal su tratamiento

70.000 firmas, informes de sociedades médicas y la propia decisión de la Agencia Europea del Medicamento no consiguen que Sanidad amplíe risdiplam a todos aquellos pacientes con atrofia muscular espinal sin opción terapéutica

Fachada del Ministerio de Sanidad. (Foto: ConSalud)
Fachada del Ministerio de Sanidad. (Foto: ConSalud)

Tras 70.000 firmas en Change.org y cartas al Ministerio por parte de sociedades científicas y pacientes, Sanidad finalmente ha llegado a un acuerdo con las comunidades autónomas para comercializar Evrysdi, con el principio activo risdiplam, para el tratamiento de la atrofia muscular espinal (AME). Y lo ha hecho sin escuchar a ningún experto, evidencia científicas presentadas ni pacientes. Como tenían pensado desde el Ministerio han limitado el acceso al tratamiento a los AME tipo II y III no ambulantes o de inicio tardío mientras que en Europa la Agencia Europea del Medicamento (EMA) sí lo ha aprobado. “Hoy tenemos que decirles a los 900 pacientes que se estima que viven con AME en España, los especialistas y profesionales de la salud que los tratan y a esas 70.000 personas que firmaron nuestra petición que el Ministerio de Sanidad ha ignorado nuestras peticiones”, manifiestan en un comunicado desde la Fundación Atrofia Muscular Espinal (FundAME).

La atrofia muscular espinal es una enfermedad genética neurodegenerativa que dificulta la movilidad de los pacientes y les debilita la musculatura. En los tipos más graves no pueden aguantar la cabeza, ni mover los brazos y las piernas, e incluso pueden tener dificultad para respirar y tragar. Hace años los niños acababan postrados en una cama intubados hasta que finalmente fallecían. Algunos podían llegar hasta la edad adulta, pero con una esperanza de vida muy limitada ante la evolución de una enfermedad que no había forma de frenar.

“Es importante destacar que el documento final contiene conceptos que no son respaldados por el grupo de expertos clínicos, y que no estaban incluidos en la versión que [los expertos clínicos participantes en el documento] habían revisado”

En la última década han ido llegando terapias medicamentos que han mejorado la esperanza de vida de estos pacientes y que poco a poco han sido incluidos en el Sistema Nacional de Salud. Los fármacos son Spinraza, Zolgensma y Evrysdi. Este último, Evrysdi con el principio activo risdiplam, era la gran esperanza para pacientes como Bárbara Vallejo que por su escoliosis esperaba este tratamiento no para mejorar, sino para seguir con vida. Se calcula que el 50% de los pacientes mayores de 15 años no cuentan con ningún tratamiento.

El anuncio de comercialización de risdiplam en exclusiva para los pacientes con AME tipo I ha sido un jarro de agua fría a una lucha que durante meses se ha llevado a cabo. En marzo se publicaba un Informe de Posicionamiento Terapéutico (IPT) que no recomendaba risdiplam para tipo II y III por falta de “beneficios de relevancia clínica”. Hablamos de pacientes con una enfermedad degenerativa para los que frenar la enfermedad ya es un gran beneficio.

LUCHA DE MESES

A raíz de esta situación distintas sociedades médicas y la propia FundAME se movieron para intentar que el fármaco se comercializara como lo había autorizado la Agencia Europea del Medicamento. La Sociedad Española de Neurología  Pediátrica (SENEP) emitió una carta al Ministerio de Sanidad en el que expertos clínicos en atrofia muscular espinal exponían su “preocupación y descontento” ante las decisiones terapéuticas recogidas en el IPT. “Es importante destacar que el documento final contiene conceptos que no son respaldados por el grupo de expertos clínicos, y que no estaban incluidos en la versión que [los expertos clínicos participantes en el documento] habían revisado”.

Bárbara Vallejo esperaba poder beneficiarse de risdiplam (Foto. FundAME)

Este medio preguntó en su momento al Ministerio de Sanidad sobre la situación de risdiplam y por qué no se establecía el mismo acceso que el de la EMA. La respuesta fue que “en el caso de risdiplam, no se ha comparado con ningún medicamento sino que se ha comparado con cohortes históricas. La mínima diferencia clínicamente relevante, no conseguida en AME tipo II y III con risdiplam, fue elegida por el promotor del ensayo clínico (la compañía farmacéutica). Así, en pacientes con AME de inicio tardío (AME tipo II y III no ambulantes), evaluados en la segunda parte del ensayo SUNFISH, en el que risdiplam se compara con placebo, se observa a los 12 meses una mejora modesta, aunque estadísticamente significativa de la función motora de 1,55 puntos”.

El IPT se basó en el estudio SUNFISH, mismo ensayo, junto al FIREFISH, en el que se apoyó la EMA en marzo de 2021 para aprobar risdiplam para pacientes con AME tipo I, II y III. "Evrysdi también es beneficioso en pacientes con AME de aparición tardía (tipo 2 y 3), aunque los efectos en estos pacientes son modestos. Los efectos secundarios con Evrysdi se consideran manejables. Por lo tanto, la Agencia Europea de Medicamentos decidió que los beneficios de Evrysdi son mayores que sus riesgos y puede autorizarse su uso en la UE", señala en su web la EMA.

Sin embargo, la Comisión Permanente de Farmacia española señaló que “en el caso de los pacientes con AME tipo II y tipo III no ambulantes, no se ha constatado un efecto beneficioso con relevancia clínica frente a placebo”, pese a que reconoce mejorías estadísticamente significativas. “Esta declaración parece tener su origen en una mala interpretación de lo que es un beneficio clínicamente relevante y cómo se mide”, señalan los expertos de la SENEP.

Los expertos de la SENEP destacaron que cualquier mejoría o estabilización a largo plazo “debería considerarse clínicamente relevante”

Los propios investigadores del estudio SUNFISH señalan una “marcada mejoría” en los pacientes tras recibir el tratamiento. Sí es cierto que no responden al objetivo que en su momento se fijó, ya que éste respondía a un desconocimiento sobre la evolución de la enfermedad,  pero supone unas mejorías cínicas relevantes para personas que por ejemplo no se pueden mantener sentadas. “Hoy sabemos, en base a los resultados de nusinersén (Spinraza), que un año de tratamiento es insuficiente para detectar la mejoría máxima que obtienen los pacientes con AME tipo II y III tratados . Así mismo, el deterioro en AME tipo II y III no tratados no se observa en periodos inferiores a los dos años. Por ello, cualquier ensayo clínico con una duración inferior a los dos años proporciona una imagen incompleta del beneficio real que pueden obtener los pacientes con dicho tratamiento”, manifestaban los expertos de la SENEP en su carta, destacando que en estas enfermedades cualquier mejoría o estabilización a largo plazo “debería considerarse clínicamente relevante” y que se debía tener en cuenta que no hay otra alternativa terapéutica para estos pacientes.

De nada ha servido. El 13 de junio de 2022, Sanidad publicaba el acuerdo de la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos para incluir risdiplam en la prestación farmacéutica del Sistema Nacional de Salud (SNS), con un rango de acceso limitado a pacientes con AME Tipo I que posean hasta tres copias del gen SMN2. “Todos los pacientes con AME tipo II y IIIde inicio tardío no podrán ser tratados a pesar de que los ensayos clínicos han demostrado que frenaría su enfermedad y, como el propio IPT reconoce, existen mejoras estadísticamente significativas y que pueden suponer la adquisición de funciones intermedias relevantes para el paciente”, manifiesta la denuncia de FundAME. “Si vives en Francia, Alemania, Inglaterra o Italia y tienes AME tipo II o III podrás ser tratado con risdiplam, pero si vives en España no. ¿Por qué? Seguiremos luchando”, concluye.

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