Los síntomas de la enfermedad venosa crónica se acentúan con la llegada del verano

Para paliar síntomas como la hinchazón o el dolor, los expertos recomiendan evitar el sedentarismo, descanso nocturno en la misma posición o la terapia compresiva

Enfermedad venosa crónica (Foto: SEMERGEN)
Enfermedad venosa crónica (Foto: SEMERGEN)
CS
8 mayo 2023 | 11:30 h
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La llegada del verano acentúa el dolor, la pesadez o la hinchazón de la enfermedad venosa crónica(EVC) o varices. La EVC es una condición crónica progresiva y multifactorial relacionada con una alteración de las venas en el endotelio vascular y en las válvulas venosas con aumento de la presión venosa. Esta condición afecta principalmente a la población caucásica, en un 30-50% en mujeres y un 10-30% en hombres. 

En cuanto a sus factores de riesgo no modificables, la distribución genética familiar, la edad, el género o la raza se asocian con una mayor frecuencia al desarrollo de la EVC. Sin embargo, existen factores modificables, como la obesidad, el sedentarismo o la exposición al calor.

Para prevenir las complicaciones que las varices pueden acarrear y mejorar la calidad de vida de los pacientes, los expertos coinciden en la importancia de la adopción de cambios en los estilos de vida. Entre estos, se encuentran evitar el sedentarismo, realizar ejercicios que mejoran el retorno venoso, evitar el estreñimiento o procurar dietas saludables que consigan un peso ideal.

Para prevenir las complicaciones que las varices pueden acarrear y mejorar la calidad de vida de los pacientes, los expertos coinciden en la importancia de la adopción de cambios en los estilos de vida

Conviene, también, evitar la bipedestación y sedestación prolongadas y reposar con los pies elevados, durante 30 minutos, tres o cuatro veces al día. Todo ello se complementaría con descanso nocturno en la misma posición, o duchas frías que ayuden a reducir el volumen del pie.

Por otro lado, la terapia compresiva o uso de medias elásticas, es beneficioso pues ejerce presión en las piernas, favoreciendo el buen funcionamiento del sistema venoso y facilitando que la sangre ascienda de manera correcta. Sin embargo, para este tratamiento es importante tener en cuenta las características de cada paciente y consultar al médico de familia en todo momento.

La terapia farmacológica, por su parte, puede mejorar los principales síntomas de la EVC, añadida a la terapia compresiva. En algunos casos, se puede añadir el tratamiento quirúrgico cuando sea necesario. En lo relativo a los tratamientos, el Dr. Ramírez, miembro del grupo de trabajo de Vasculopatías de SEMERGEN, añade que desarrollar herramientas que ayuden a la planificación, puede mejorar el seguimiento en dichos tratamientos, así como en el diagnóstico o el seguimiento por parte de los profesionales que abordan la EVC.

La enfermedad venosa crónica, más allá del problema estético, es un problema de salud pública, que se asocia a un aumento de la enfermedad cardiovascular relacionado a estadios más avanzados de la CEAP y a una reducción de la calidad de vida

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