La gonorrea intratable podría abordarse con una vacuna contra la meningitis ya existente

Las vacunas contra la meningitis han sido recomendadas por la OMS como parte de su hoja de ruta para reducir la carga mundial de la meningitis. Esto incluye integrarlas como parte de las estrategias de inmunización infantil de rutina.

Profesional sanitario administrando una vacuna (3)
Profesional sanitario administrando una vacuna (3)
13 abril 2022 | 09:40 h

Las vacunas contra la meningitis podrían ayudar a mejorar la protección contra la gonorrea en medio del aumento de casos a nivel mundial y el incremento de la resistencia bacteriana a los medicamentos utilizados para tratar la infección, según los hallazgos de tres artículos vinculados publicados en la revista The Lancet Infectious Diseases.

La gonorrea es una infección de transmisión sexual (ITS) que, si no se trata, puede provocar graves problemas de salud, como la infertilidad en las mujeres, la transmisión a los recién nacidos y un mayor riesgo de contraer el VIH. En 2020 se registraron más de 80 millones de nuevos casos de gonorrea en todo el mundo.

La disminución de la eficacia de los tratamientos farmacológicos para la bacteria responsable -'Neisseria gonorrhoeae'- y la falta de una vacuna autorizada para prevenir la infección han suscitado la preocupación por la posibilidad de que la gonorrea se vuelva más resistente al tratamiento, o incluso intratable, en el futuro.

Las vacunas contra la meningitis han sido recomendadas por la OMS como parte de su hoja de ruta para reducir la carga mundial de la meningitis. Esto incluye integrarlas como parte de las estrategias de inmunización infantil de rutina.

Desde que estas vacunas están más disponibles, los estudios han demostrado que también ofrecen cierta protección contra la gonorrea, y que incluso una protección parcial podría reducir considerablemente los casos de la infección. Sin embargo, siguen existiendo dudas sobre las repercusiones y la eficacia del uso de las vacunas contra la meningitis contra la gonorrea.

En 2016, la OMS estableció el objetivo de reducir la incidencia de la gonorrea en un 90% para 2030, sin embargo, aún no se ha desarrollado una vacuna eficaz. Los tres estudios ahora publicados sugieren que la vacuna 4CMenB puede ofrecer una protección significativa a los adultos jóvenes, y a los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres que podrían estar en mayor riesgo de infección.

Las vacunas contra la meningitis han sido recomendadas por la OMS como parte de su hoja de ruta para reducir la carga mundial de la meningitis. Esto incluye integrarlas como parte de las estrategias de inmunización infantil de rutina

Un estudio observacional dirigido por el doctor Winston Abara, de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, utilizó los registros de salud para identificar los casos confirmados por laboratorio de gonorrea y clamidia -otra de las principales ITS- entre los jóvenes de 16 a 23 años en la ciudad de Nueva York y Filadelfia, entre 2016 y 2018.

Hubo más de 167.000 infecciones (18.099 por gonorrea, 124.876 por clamidia y 24.731 por coinfecciones) entre casi 110.000 personas. Un total de 7.692 personas habían recibido la vacuna 4CMenB, de las cuales 4.032 (52%) recibieron una dosis, 3.596 (47%) dos dosis y 64 (menos del 1%) más de dos dosis. Se estimó que la vacunación completa contra la 4CMenB -recibir dos dosis- proporcionaba un 40% de protección contra la gonorrea. Una dosis de la vacuna proporcionaba un 26% de protección.

"Nuestros resultados sugieren que las vacunas contra la meningitis que son incluso moderadamente eficaces para proteger contra la gonorrea podrían tener un impacto importante en la prevención y el control de la enfermedad --destaca Abara--. Se necesitan ensayos clínicos centrados en el uso de la 4CMenB contra la gonorrea para comprender mejor sus efectos protectores y también podrían ofrecer importantes conocimientos para el desarrollo de una vacuna específica para la gonorrea".

El programa de vacunación 4CMenB que se está llevando a cabo en Australia del Sur es el más extenso a nivel mundial, y en él participan inicialmente bebés, niños, adolescentes y adultos jóvenes, con un programa continuo financiado por el estado para bebés y adolescentes. En otro estudio observacional dirigido por la profesora Helen Marshall, del Women's and Children's Hospital de Adelaida, evaluaron la eficacia de la 4CMenB contra la meningitis y la gonorrea como parte de un programa de vacunación de bebés, niños y adolescentes.

Analizaron los datos de infección por meningitis y gonorrea que posee la Subdivisión de Control de Enfermedades Transmisibles, así como los registros de vacunación 4CMenB del Registro Australiano de Inmunización.
Más de 53.000 adolescentes y adultos jóvenes recibieron al menos una dosis de 4CMenB durante los dos primeros años del programa de vacunación. Además de ser muy eficaz contra la meningitis meningocócica B y la sepsis, en los adolescentes y adultos jóvenes un ciclo de dos dosis de 4CMenB fue un 33% eficaz contra la gonorrea.

"Dado que es probable que se tarde años en desarrollar una vacuna específica contra la gonorrea, una cuestión clave para los responsables políticos es si la vacuna contra la meningitis 4CMenB debe utilizarse contra la infección por gonorrea"

La profesora Helen Marshall señala que, "aunque estudios recientes han aportado pruebas de que la vacunación con 4CMenB está asociada a la reducción del riesgo de gonorrea, la vacuna solo se ofrecía a los adolescentes y adultos jóvenes durante períodos cortos. La escala sin precedentes del programa de vacunación 4CMenB de Australia Meridional ofrece valiosas pruebas en el mundo real de la eficacia de la vacuna contra la meningitis meningocócica B en niños y adolescentes, y la gonorrea en adolescentes y jóvenes. Esta información es vital para fundamentar los programas de vacunación contra la meningitis a nivel mundial y las decisiones políticas".

En un comentario vinculado a ambos estudios observacionales, el profesor Jason Ong, el doctor Magnus Unemo, Annabelle Choong, Victor Zhao y el doctor Eric Chow, que no participaron en los estudios, destacan las medidas clave que deben adoptarse mientras continúan los esfuerzos para desarrollar una vacuna contra la gonorrea.

"Mientras tanto, debemos seguir reforzando los esfuerzos de prevención, mejorar el acceso al diagnóstico precoz y al tratamiento basado en la evidencia (casos índice y contactos sexuales), garantizar sistemas de vigilancia global de calidad para informar las directrices de tratamiento, e invertir en pruebas rápidas y fiables en los puntos de atención (para la detección de 'N gonorrhoeae' y su resistencia a los antimicrobianos) y el desarrollo de nuevos antimicrobianos terapéuticos", señalan.

Hasta ahora, ningún estudio había evaluado tanto el impacto sanitario como la rentabilidad del uso de una vacuna para evitar las infecciones de gonorrea. Ahora la tercera investigación, un estudio de modelización dirigido por el profesor Peter White, del Imperial College de Londres (Reino Unido), es el primer análisis de los efectos sanitarios y económicos del uso de una vacuna para proteger contra la gonorrea que tiene en cuenta su impacto en las futuras tasas de infección.

Se desarrolló un modelo de simulación para comparar tres enfoques realistas de vacunación entre los hombres que mantienen relaciones sexuales con hombres (HSH) en Inglaterra: vacunación de todos los hombres que acuden a las clínicas de salud sexual; vacunación tras un diagnóstico confirmado de gonorrea; o vacunación basada en el riesgo de infección.

Basándose en su análisis y en un balance de los casos evitados frente al coste de la vacunación, los autores recomiendan vacunar a los HSH con mayor riesgo de infección por gonorrea con 4CMenB, lo que evitaría unos 110.000 casos y ahorraría 8 millones de libras en 10 años.

"Dado que es probable que se tarde años en desarrollar una vacuna específica contra la gonorrea, una cuestión clave para los responsables políticos es si la vacuna contra la meningitis 4CMenB debe utilizarse contra la infección por gonorrea --explica el profesor White--. Nuestro análisis sugiere que administrar la vacuna a las personas con mayor riesgo de infección es la forma más rentable de evitar un gran número de casos".

Además, la vacunación reducirá el impacto futuro de la resistencia a los antimicrobianos (AMR) -que probablemente será sustancial-, lo que significa que la vacunación sería aún más beneficiosa de lo que se estima actualmente, pero se necesitan más estudios para evaluar la posible carga futura de la AMR.

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