VIH en niños: El 40% no conoce su estado, el 48% no recibe tratamiento

En 2021, 1,7 millones de niños convivían con el VIH en el mundo. Mientras que un 76% de los adultos tiene acceso a las terapias antirretrovirales, en el caso de los más pequeños es solo de un 52%

Paola de Francisco
4 agosto 2022 | 00:00 h

Más allá de la pandemia de la Covid-19, existe desde hace 40 años la pandemia del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) causado por el VIH. Tras estas cuatro décadas de lucha contra una enfermedad que ha causado más de 40 millones de fallecimientos en el mundo, el objetivo de ONUSIDA es llegar a 2030 a un 95% de personas con VIH diagnosticadas, de las que el 95% estén en tratamiento y al menos el 95% con carga viral indetectable. Este objetivo poco a poco se va acercando, pese al parón de los dos últimos años causado por la Covid-19: El 85% conocen su estado serológico, el 88% de los diagnosticados tienen tratamiento, y el 92% ha logrado la supresión viral, según los últimos datos actualizados de ONUSIDA

De todos los pacientes que conviven con el VIH, nos encontramos que en 2021 aproximadamente el 75% de los pacientes tiene acceso a los tratamientos antirretrovirales, casi 29 millones de personas. Un aumento significativo con respecto a los casi 8 millones de 2010. Sin embargo, entre los grupos de edad existe una importante diferencia. Mientras el 76% de los adultos mayores de 15 años tienen acceso a los tratamientos, en los niños solo son poco más de la mitad, el 52%. Esto significa que, de los 1,7 millones de niños menores de 14 años que conviven con esta infección, unos 884.000 no reciben un tratamiento acorde para controlar el VIH.

Una realidad especialmente preocupante si tenemos en cuenta que cada cinco minutos fallece un niño a causa de esta patología. En 2020 fallecieron 120.000 menores, según datos de Unicef. “El hecho de que solo la mitad de los niños con VIH reciban antirretrovirales es un escándalo y una mancha en nuestra conciencia colectiva”, manifestaba ante los datos Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La pandemia de la Covid-19 provocó que las pruebas de detección del VIH en niños en países con pocos recursos disminuyera entre un 50% y un 70%

En el caso de los niños también está lejano el objetivo de que el 95% estén diagnosticados. Según datos del Banco Mundial, desde 2010 se ha conseguido controlar la trasmisión del VIH a los niños, que principalmente se produce en una contagio vertical de la madre al niño durante el embarazo. Así desde 2009 se ha conseguido reducir de 2,6 millones de casos en niños a 1,7 millones en todo el mundo. Sin embargo, actualmente todavía dos de cada cinco niños, un 40%, no conoce su estado. Algo que se agravó durante la pandemia cuando se realizaron menos pruebas diagnósticas.

Según el informe de 2020 sobre la situación mundial del VIH/Sida, la pandemia de la Covid-19 provocó que las pruebas de detección del VIH en niños en países con pocos recursos disminuyera entre un 50% y un 70%, mientras que los nuevos tratamientos para niños menores de 14 años se redujeron entre un 25% y un 50%. Además, en algunos países se registró una disminución significativa de los partos en centros de salud, las pruebas de VIH entre las madres y los nuevos tratamientos antirretrovirales para el VIH. En países de Asia Meridional, por ejemplo, los tratamientos antirretrovirales en mujeres embarazadas disminuyeron de un 71% a un 56%.

En 2021, según el último informe de actualización de la situación de VIH en el mundo de ONUSIDA, indica que la práctica diagnóstica se recuperó. Sin embargo, la pandemia, con los confinamientos y la falta de pruebas diagnósticas o de medidas de prevención, produjo que por segundo año consecutivo, los diagnósticos se redujeran menos que en 2016, lo que supone un retroceso en la lucha. “A este paso, habrá 1,2 millones de nuevos infectados de VIH en 2025, tres veces más que el objetivo de 370.000 nuevos casos”, indica el documento. Una situación, de nuevo, preocupante, y que afectaría directamente a los niños si no se ponen medidas. “Si no intensificamos los esfuerzos encaminados a subsanar las desigualdades que provoca la epidemia de VIH y que ha agravado la COVID-19, es posible que más niños se infecten con el VIH y pierdan la batalla contra el sida”, indicaba hace unos meses Henrietta Fore, antigua directora ejecutiva de Unicef.

"Los niños de todo el mundo tienen muchas menos probabilidades que los adultos de tener acceso a los servicios de prevención, atención y tratamiento del VIH"

A nivel internacional se ha formado una nueva Alianza Global para Acabar con el SIDA en los Niños para 2030 para cerrar la brecha en los tratamientos, prevenir y detectar infecciones en adolescentes, embarazadas y lactantes, facilitar el acceso a la atención integral a bebés, niños y adolescentes. "A pesar de los avances para reducir la transmisión vertical, aumentar las pruebas y el tratamiento, y ampliar el acceso a la información, los niños de todo el mundo tienen muchas menos probabilidades que los adultos de tener acceso a los servicios de prevención, atención y tratamiento del VIH", indicaba ante la presentación de la Alianza la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell.

SITUACIÓN EN ESPAÑA

En España los diagnósticos de niños que nacen con VIH se están aproximando al cero. Como explicó la Dra. Marisa Navarro Gómez, coordinadora de la Cohorte Pediátrica de la Red Española de Investigación en SIDA (CoRISpe) hace unos meses, “los nuevos diagnósticos VIH nacidos en España por transmisión vertical son anecdóticos, ya que los embarazos son controlados y da tiempo a poner en marcha los protocolos de prevención de la transmisión materno infantil. En los últimos tres años solo tenemos documentados cuatro casos y la mayoría corresponde situaciones que se escapan a los protocolos de prevención porque son embarazos sin control o con control en otros países y que se presentan casi en el momento del parto en nuestros hospitales”.

En 2020, según el informe de CORISpe, había 1.372 niños con VIH, de los cuales, el 22% eran niños menores de 12 años, el 46% entre 12 y 18 años, y el resto de 18 años. De los casos en menores de edad, el 86% de los casos eran por trasmisión vertical (de madre a hijo), el 3% de trasmisión sexual. El 98,9% recibe tratamiento antirretroviral y, de ellos, el 87,5% tiene carga viral indetectable. Por lo que España se está aproximando al cumplimiento de los objetivo de ONUSIDA 2030.

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