Un bebé de apenas cuatro meses que necesita una operación de corazón urgente deberá esperar a que la justicia y el sistema sanitario decidan su futuro. ¿La razón? Los padres se niegan a que reciba transfusiones de sangre de vacunados contra la Covid-19. Está pasando en Nueva Zelanda, en el Hospital de Auckland.
Según han declarado los padres y recoge EFE, no quieren que su hijo tenga “sangre contaminada por la vacunación”, si bien “aceptan cualquier otra cosa”. Así, los progenitores tendrían una lista de hasta 20 posibles donantes que no han sido inmunizados contra el coronavirus.
El departamento de Salud de la región ha solicitado a la justicia la tutela del bebé apelando a la Ley de Cuidado del Menor
El bebé padece un estrechamiento de una de las válvulas del corazón, por lo que debe ser intervenido cuando antes.
Pese a la negativa de los padres, la organización pública NZ Blood, que coordina la donación de sangre en el país, asegura en su web que “todos los donantes que cumplan los requisitos de donación, independientemente de su estado de vacunación Covid-19, pueden donar sangre”, a partir del “día después de recibir la vacuna o el refuerzo, siempre que no haya inflamación ni infección”.
El departamento de Salud de la región ha solicitado a la justicia la tutela del bebé apelando a la Ley de Cuidado del Menor. Con una resolución favorable, el bebé podría ser intervenido quirúrgicamente.