A la pandemia del coronavirus se une ahora la temporada de gripes. Ante la preocupación de los profesionales sanitarios, el Ministerio de Sanidad ha adelantado la campaña de vacunación a la primera semana del mes de octubre.
Tal y como señala el organismo, “la vacunación es la manera más efectiva de prevención”. Por ello, inciden en la necesidad de vacunarse todos los años. Las vacunas frente a la gripe contienen tres o cuatro tipos de virus de la gripe (dos de tipo A y uno o dos de tipo B). Estos tipos se seleccionan en función de la probabilidad de circular en cada temporada epidémica, según estimaciones realizadas anualmente desde la OMS.
Algunos estudios han revelado la posibilidad de que exista una pequeña relación de la vacuna con el Síndrome de Guillain-Barré (SGB)
Pero, ¿puede la vacuna provocar efectos secundarios? La respuesta es sí. No obstante, los expertos señalan que son los habituales que se pueden manifestar tras la administración de otro tipo de vacunas inyectables.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) efectos secundarios más comunes son el dolor, enrojecimiento o inflamación en la zona donde se administra la vacuna, el dolor de cabeza o fiebre, las náuseas, los dolores musculares y en ocasiones puede causar desmayos.
Por último, desde el CDC señalan que algunos estudios han revelado la posibilidad de que exista una pequeña relación de la vacuna con el Síndrome de Guillain-Barré (SGB). En general, estos estudios estiman que el riesgo de presentar el SGB después de la vacunación es inferior a 1 o 2 por cada millón de personas vacunadas.