Daphna Cardinale dio a luz en 2019 a una niña. Inmediatamente, su marido sospechó que algo no iba bien, ya que la pequeña no se parecía a ninguno de sus progenitores. Dos meses después, un test de ADN confirmó que la bebé a la que había dado a luz no era hija biológica de la pareja.
Ahora, la pareja ha demandado a la clínica de fertilidad californiana por implantar por error un embrión de otro matrimonio durante un tratamiento de fecundación in vitro. Como resultado, ambas parejas han dado a luz y criado durante meses a un bebé que no es su hijo biológico, según informa Reuters.
En la denuncia recogida por el Tribunal Superior de Los Ángeles, los padres han acusado al Centro de Salud Reproductiva de California por incumplimiento de contrato, mala práctica médica e imposición negligente de angustia emocional, por lo que piden una cantidad de dinero aún no especificado para reparar los daños monetarios.
Los Cardinale alegan haber sufrido daño emocional severo en sus propias carnes y en la de su otra hija, de cinco años, que ya se había encariñado con el bebé que tuvieron que dar a la otra familia
Al contactar con la clínica, les informaron que, efectivamente, había habido un error y habían inseminado a otra pareja con el embrión relativo a los Cardinale. Las familias afectadas se conocieron y un mes después decidieron intercambiarse los bebés.
“No se puede entender el horror de esta situación. Los recuerdos del nacimiento de Alexander y Daphna siempre estarán corrompidos y manchados por la enfermiza realidad de que alguien más tuvo a su hijo y el bebé que Daphna luchó por traer al mundo, era de otra persona”, asegura la demanda judicial.
Los Cardinale alegan haber sufrido daño emocional severo en sus propias carnes y en la de su otra hija, de cinco años, que ya se había encariñado con el bebé que tuvieron que dar a la otra familia.