Un italiano con síntomas de coronavirus acudía al Hospital Cotungo ubicado en Nápoles con fiebre y se le proporcionó una mascarilla. El paciente fue dirigido a una sala de espera donde se le indicó que debía esperar a ser atendido por los profesionales médicos.
El tiempo pasaba y el hombre comenzó a impacientarse a pesar de ser conocedor de la saturación que está viviendo estos días la sanidad pública en Italia. El protagonista de esta historia comenzó a impacientarse porque pidió al personal sanitario una gasa esterilizada que no le fue proporcionada.
“Escupir a una persona cuando tienes, en un momento como este, esos síntomas y fiebre, es equivalente a disparar, no hay diferencia”
Cansado de esperar se escondió para quitarse la mascarilla. Acto del que se percataron un médico y una enfermera que se acercaron a él para tranquilizarle. El hombre se enfadó y les escupió a la cara.
Ante esta situación el centro hospitalario se vio obligado a intervenir y han aislado a los dos profesionales sanitarios a la espera de los resultados de la prueba por covid-19.
Maurizio Di Mauro, director del centro hospitalario ha lamentado “perder a un buen médico y a una buena enfermera”, y ha señalado que “escupir a una persona cuando tienes, en un momento como este, esos síntomas y fiebre, es equivalente a disparar, no hay diferencia”.