¿Cómo se muere en España? El fallecimiento esta semana del presidente de la Asociación Federal “Derecho a Morir Dignamente”, Luis Montes, defensor de la despenalización de la eutanasia y de la libre disposición de la propia vida, junto a la presentación en Las Cortes valencianas de la Ley de Muerte Digna ha traído de nuevo el debate sobre esta cuestión a la actualidad sanitaria.
Mientras las CC.AA. ponen en marcha sus propias leyes, desde el Congreso se sigue con el debate de una ley de muerte digna. Este jueves la consejera de Sanidad de la Comunidad Valenciana, Carmen Montón, presentaba en Las Cortes Valencianas el proyecto de Ley de derechos y garantías de la dignidad de la persona en el proceso de atención al final de la vida, el primer texto normativo que específicamente regula esta materia en esta región.
La Comunidad Valenciana se suma a otras autonomías, como Andalucía, Aragón, Canarias, Navarra, Galicia, Baleares, País Vasco y Madrid, con una ley cuyo objetivo es "regular el ejercicio de los derechos de la persona en el proceso final de su vida"
El texto, aprobado por el Consell el pasado mes de diciembre, inicia ahora la tramitación parlamentaria, tras una etapa de amplio debate y participación que incluyó las propuestas de una veintena de expertos, así como las aportaciones de la ciudadanía, colegios profesionales, sociedades científicas, asociaciones y organizaciones sindicales.
La Comunidad Valenciana se suma así a otras autonomías, como Andalucía, Aragón, Canarias, Navarra, Galicia, Baleares, País Vasco y Madrid, con una ley cuyo objetivo es "regular el ejercicio de los derechos de la persona en el proceso final de su vida, para garantizar el respeto a su dignidad y autonomía, a la expresión de sus deseos y valores, y a velar por la calidad de su vida durante ese proceso, dentro del marco legal", señalaba ayer la consejera Carmen Montón.
DEBATE EN EL CONGRESO
Los grupos parlamentarios, por su parte, continúan con sus aportaciones en esta materia. En este sentido, sigue en trámite la propuesta de ley de muerte digna impulsada por Ciudadanos. El texto de la formación naranja defiende unos cuidados paliativos de calidad o la sedación para evitar dolores y molestias al final de la vida, así como el derecho al acompañamiento familiar o a la intimidad del paciente en los últimos días.
Respecto a esta propuesta, el PSOE manifestaba la importancia de la creación de un Observatorio español sobre la muerte digna para que se debata sobre ello. En este sentido, Navarra ponía en marcha el pasado mes de marzo un Observatorio de Muerte Digna. Desde el Departamento de Salud de esta comunidad autónoma explicaban que se trata de una herramienta con la que prevén analizar cuáles son los avances que se están produciendo en el ámbito del proceso final de la vida, tras la aprobación de la Ley foral en 2011, y para detectar posibles situaciones de desigualdad y vulnerabilidad así como la falta de garantía de derechos asociados a la muerte digna.
Navarra ponía en marcha el pasado mes de marzo un Observatorio de Muerte Digna
Desde la administración navarra han defendido que este instrumento trata de conseguir nuevos escenarios “en los que aliviar el sufrimiento en el proceso de morir sea una prioridad”. Así, han incidido en que la intervención sanitaria debe quedar supeditada “al respeto a la libertad, las creencias personales y espirituales, y la autonomía de las personas, facilitando la muerte digna”.
Por su parte, el grupo confederal Unidos Podemos - En Comú Podem – En Marea, aunque aprobaba que se admitiera a trámite la ley de Cs, la considera “insuficiente”. Defienden un texto alternativo que hable de la eutanasia.
Precisamente, la necesidad de la regulación de la eutanasia sigue siendo un tema controvertido en nuestro país. La Asociación de Derecho a Morir Dignamente, liderada hasta esta semana por el recientemente fallecido Luis Montes, ha sido una de las principales defensoras de una ley de eutanasia.
Desde la DMD aseguran que miles de personas sufren cada año un final de su vida que no desean. Para atenuar “esta injusticia no solo hacen falta leyes, pero modificar las vigentes es imprescindible”.