España puede aportar a las alianzas internacionales de salud global su experiencia con el Sistema Nacional de Salud, que es la "bandera" de la marca España, ha manifestado a EFE la directora de la Oficina para las Américas del Departamento de Salud de Estados Unidos, Cristina Rabadán-Diehl.
La española ha desarrollado, desde hace treinta años, su carrera en EE.UU. y ha ocupado cargos de responsabilidad en los Institutos Nacionales de Salud donde abordó, entre otras, la problemática de las enfermedades crónicas. Como profesora de la Universidad George Washington de Estados Unidos ha participado el taller "Salud Global y Diplomacia", organizado por la Escuela Nacional de Salud del Instituto de Salud Carlos III de Madrid, para debatir los desafíos de la salud global en su relación con la política exterior, la cooperación, las migraciones o los acuerdos comerciales.
En una entrevista con EFE, la experta ha destacado la oportunidad de posicionar a España en esas plataformas internacionales de salud global para que aporte sus logros en la sanidad pública o en los programas de trasplantes. "En España tenemos esta bandera de ejemplaridad y de excelencia en la salud, se nos da muy bien y queremos ver cómo podemos institucionalizar ese diálogo y utilizar alianzas", para "compartir nuestros éxitos y tener la oportunidad de aprender". Porque, ha recalcado, la salud es global porque los problemas son globales, nos afectan de forma colectiva.
"Lo que está claro es que hay una influencia del cambio climático en la salud"
Uno de esos desafíos es el cambio climático. "Lo que está claro es que hay una influencia del cambio climático en la salud", ha indicado la directiva del Departamento de Salud de Estados Unidos quien ha preferido no pronunciarse sobre el debate político en ese país en torno al calentamiento global. "Estamos viendo ya que el cambio climático está originando nuevas enfermedades, afectando a la flora y fauna, a la accesibilidad a los alimentos o al resurgimiento de enfermedades, como la del virus del Zika", cuyo mosquito portador, propio del centro y sur de América, ha aparecido en Canadá.
Asimismo, la resistencia de las bacterias a los antibióticos a causa del uso abusivo e inapropiado se puede agravar. "Podemos imaginar lo que va a ocurrir si con el cambio climático, por ejemplo, tenemos nuevas cepas de virus y de bacterias que están mutando para adaptarse al cambio climático", ha planteado.
Entre los diferentes retos que hay que asumir se encuentra la prevalencia de las enfermedades crónicas (diabetes, cardiovasculares, cáncer, obesidad...) ligadas a los estilos de vida y que provocan el 70% de la mortalidad global, sobre todo en los países en vías de desarrollo. "Es la enfermedad de los pobres, de países que todavía lidian contra las enfermedades tropicales, contra la mortalidad infantil y materna, que carecen de suficiente personal sanitario y su acceso al sistema de salud es inexistente", ha argumentado. Pero también es un problema en los países desarrollados fruto asimismo de hábitos de vida poco saludables.
Otra de esas enfermedades crónicas es la obesidad cuya incidencia crece a nivel mundial. "Tampoco podemos decir que toda la culpa la tiene la industria de la alimentación. Ciertamente hay una influencia de la economía de mercado, pero muchos países han abiertos sus puertas. Es una cuestión de cómo el consumidor debe estar informado, cómo protegerlo y darle libertad de elección", ha planteado Rabadán-Diehl