El Gobierno ha aprobado enviar al Congreso de los Diputados el proyecto de reducción de jornada laboral ordinaria máxima en España, que pasaría de 40 a 37’5 horas. Así lo ha anunciado tras la reunión del Consejo de Ministros la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, quien tomó desde un principio esta iniciativa como una de los pilares de su legislatura.
Este texto que llegará al Parlamento es fruto del acuerdo del Ministerio de Trabajo con los sindicatos CCOO y UGT, pero no así con la patronal, que decidió desmarcarse del proyecto tal y como está concebido. Igualmente, está por verse si esta reducción horaria logrará el apoyo de las formaciones políticas presentes en el hemiciclo. No en vano, Junts -socio clave para el Gobierno de Pedro Sánchez- ha avanzado ya que presentará una enmienda a la totalidad contra el texto.
El Estatuto Marco se limita a establecer unos elementos mínimos en las condiciones laborales de los sanitarios del Sistema Nacional de Salud, independientemente del territorio donde desempeñen su actividad
Llevado al terreno de la sanidad pública, lo cierto es que esta reducción de la jornada para los trabajadores españoles no afectará a los profesionales que ahora ejercen en el Sistema Nacional de Salud (SNS). Al tratarse de personal estatutario, se rigen por su propio Estatuto Marco. El mismo documento que ahora se encuentra en pleno proceso de negociación entre el Ministerio de Sanidad y los sindicatos del ámbito para su reforma tras más de veinte años de vigencia. Un desafío que no va a resultar nada fácil para la ministra Mónica García.
Uno de los principales puntos calientes de la negociación del Estatuto Marco es la jornada laboral. En este sentido, el borrador de Sanidad propone una jornada de 48 horas a la semana, algo que desde la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) califican de “despropósito”. Lamentan que, mientras desde el Gobierno de España y el Ministerio de Trabajo se avanza en sacar adelante una jornada laboral de 37,5 horas, a los facultativos de la sanidad pública se les trata de imponer estas jornadas máximas de 48 horas de trabajo semanales.
El Estatuto Marco se limita a establecer unos elementos mínimos en las condiciones laborales de los sanitarios del Sistema Nacional de Salud, independientemente del territorio donde desempeñen su actividad
Pese a lo contradictorio de la situación, lo cierto es que el Estatuto Marco se limita a establecer unos elementos mínimos en las condiciones laborales de los sanitarios del Sistema Nacional de Salud, independientemente del territorio donde desempeñen su actividad. A la postre, son las propias CC.AA. las que tienen la potestad final de establecer las jornadas y los horarios de sus plantillas en el marco de sus servicios de salud autonómicos, bien es cierto que siempre dentro del listón establecido por el Estatuto Marco.
LO QUE LA CRISIS SE LLEVÓ
En este contexto, cabe destacar que, tiempo atrás, los facultativos del SNS disfrutaban de una jornada ordinaria de 35 horas semanales. Sin embargo, la crisis económica que azotaba con fuerza a España durante 2012 llevó a que los Gobiernos autonómicos elevaran la jornada de los médicos hasta las 37,5 horas semanales -las mismas que ahora podrían llegar a todos los trabajadores españoles-. Posteriormente, la pandemia de Covid-19 no hizo más que fraguar y dar continuidad a esa ampliación de jornada que parecía haber llegado para quedarse.
Navarra, Comunidad Valenciana, Madrid, Aragón o Ceuta y Melilla -ciudades dependientes del Ministerio de Sanidad- son los únicos territorios que mantienen todavía ‘pendiente de devolver’ esta reducción horaria
En los últimos años, el retorno a las 35 horas a la sanidad pública española ha sido una de las principales reclamaciones de los colectivos profesionales. Fruto del diálogo, las protestas o las huelgas, la mayoría de las CC.AA. han terminado cediendo paulatinamente en el reconocimiento de este derecho laboral perdido por los facultativos. En concreto, Navarra, Comunidad Valenciana, Madrid, Aragón o Ceuta y Melilla -ciudades dependientes del Ministerio de Sanidad- son los únicos territorios que mantienen todavía ‘pendiente de devolver’ esta reducción horaria.
SANIDAD PRIVADA Y FARMACIA
A quien sí vendría a aplicarse la nueva jornada laboral de 37,5 horas propuesta por el Ministerio de Trabajo es a todos los empleados que ejerzan en un centro, consulta o clínica privada del ámbito de la salud: médicos, enfermeras, TCAE, fisioterapeutas, dentistas, protésicos, psicólogos, psiquiatras, técnicos sanitarios, logopedas, etc. Asimismo, otros de los grandes beneficiados de estos turnos reducidos serían profesionales como los farmacéuticos, a los que la nueva iniciativa del Gobierno también vendría a recetarles más descanso del que ahora tienen.
El sector empresarial de la sanidad privada no ve nada factible la reducción de jornada, tal y como la plantean desde el Ministerio de Trabajo
Pese a todo, el sector empresarial de la sanidad privada no ve nada factible la reducción de jornada, tal y como la plantean desde el Ministerio de Trabajo. “CEOE y Cepyme, desde la responsabilidad, no pueden apoyar dicha propuesta. Modificar por ley cuestiones que son materia propia de los convenios colectivos, como la reducción de jornada, supone una intromisión en la autonomía de la negociación colectiva, consagrada en el artículo 37.1 de la Constitución”, señalaban recientemente ambas patronales en un comunicado conjunto.
*Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
