A pesar del cambio en la cara más visible del Ministerio de Sanidad, el departamento continúa trabajando en medidas ya previstas meses atrás. El Plan Nacional de Alzheimer es una de estas actuaciones, estrategia ampliamente demandada por las formaciones políticas, por familiares de pacientes y por el sector sanitario en general.
Tras varios meses de incertidumbre, el Gobierno ha informado de sus planes. En una respuesta parlamentaria a una pregunta del Grupo Mixto, desde el Ejecutivo central han informado que el Grupo Estatal de Demencias ya ha elaborado un borrador de dicho plan. Éste documento previo ha sido presentado “a distintos sectores de la sociedad civil” y se ha enviado “a distintos departamentos ministeriales”.
Tras ser aprobado, el plan se desplegará "durante el periodo 2018-2022" y contará "con las correspondientes consignaciones presupuestarias para llevarlo a cabo"
A continuación, el Ministerio de Sanidad ha informado que este borrador “será presentado en 2018 a las comunidades autónomas” a través de la Comisión Delegada del Consejo Territorial de Servicios Sociales y Dependencia. A partir de ahí, el “objetivo” es aprobar el Plan Nacional de Alzheimer en 2018 “en el seno de dicho Consejo”.
Una vez aprobado, está previsto que el plan “despliegue su acción durante el periodo 2018-2022”. Además, han avanzado que contará “con las correspondientes consignaciones presupuestarias para llevarlo a cabo”. Los recursos estatales serán coordinados a través del Grupo Estatal de Demencias, del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), y en coordinación con todas las Comunidades Autónomas.
“COMPROMISO DE TODOS LOS AGENTES INVOLUCRADOS”
El Gobierno subraya en su respuesta parlamentaria lo “necesaria” que es “la pronta aprobación e implantación” de este plan. Por ello, ha llamado a la “implicación y compromiso de todos los agentes sociales involucrados desde los diferentes niveles de responsabilidad y competencia, en la planificación y despliegue de políticas, así como en el desarrollo de servicios y recursos para una atención integrada, social y sanitaria”.
Desde Sanidad consideran, en este sentido, que el abordaje del Alzheimer “es una prioridad de salud pública y un problema sociosanitario de primer orden, dado el gran número de personas a las que afecta y su elevado impacto económico y social, tanto para las propias personas afectadas, sus familiares y personas cuidadoras, como para el conjunto de la sociedad”.