Cada año, el Gobierno de turno envía a la Comisión Europea su plan presupuestario para el siguiente. En él, como paso previo a la presentación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), se detalla cuánto se va a invertir en cada departamento de las cuentas anuales y se informa también del gasto por sectores con respecto al Producto Interior Bruto (PIB).
En esta ocasión, y atendiendo al sector sanitario, el Ministerio de Hacienda, liderado por María Jesús Montero, ha previsto que el gasto de las administraciones públicas en sanidad será en 2019 del 6% en relación al PIB. Esta cifra supone mantener la misma que se fijó en los PGE del año 2018 por el anterior Gobierno.
Laura Vallejo, presidenta de la AES: "Decidir si este valor es bueno o malo dependerá del uso que se haga de estos recursos; si se utilizan de forma eficiente y equitativa, el aumento en el gasto sanitario será muy positivo"
En los últimos años, este porcentaje ha ido variando. En el 2007, previo a la crisis, el gasto sanitario público alcanzó el 5,7% sobre el PIB; y en 2009 se alcanzó el máximo, al dedicarse a Sanidad el 6,8%. Posteriormente, este porcentaje fue disminuyendo aunque siempre se ha mantenido por encima del 6%: el 6,6% en 2010, el 6,4% en 2011, el 6,2% en 2012, el 6% en 2013 y 2014, el 6,1% en 2015, y en 2017 el 6% del PIB.
A falta de que las instituciones europeas den el visto bueno a las cuentas que ha proyectado el Gobierno, un gasto sanitario público del 6% con respecto al PIB representaría dos décimas más del porcentaje que predijo el exministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para el próximo año (5,8%).
BUENO O MALO “DEPENDIENDO DEL USO”
Estos datos son difíciles de valorar según ha declarado a ConSalud.es la presidenta de la Asociación de Economía y Salud (AES), Laura Vallejo, ya que entiende que “decidir si este valor es bueno o malo dependerá del uso que se haga de estos recursos”. En este sentido, entiende que con la batería de medidas propuestas por el Gobierno “no se va a seguir en esa línea de recortar en sanidad”.
No obstante, ha recalcado que el hecho de que estas acciones en la línea correcta “tiene que ver con el uso que se hace de los recursos”. Así, ha subrayado que “si se utilizan de forma eficiente y equitativa, ese aumento en el gasto sanitario será muy positivo y si no es así, si se utiliza de manera ineficiente, no será positivo”.