La EMA, el Brexit y la Covid-19: la paradoja británica que marca la gestión de la era Johnson

La marcha de Boris Johnson deja tras de sí un reguero de polémicas con la sanidad como protagonista

El primer ministro británico, Boris Johnson. (Foto. Scott Heppell PA Wire dpa)
El primer ministro británico, Boris Johnson. (Foto. Scott Heppell PA Wire dpa)
CS
27 julio 2022 | 00:00 h

La Agencia Europea del Medicamento (EMA, por su siglas en inglés European Medicines Agency) nació en el año 1995 con el objetivo de proteger y promover la salud, tanto humana como animal, mediante la evaluación y el seguimiento de los medicamentos de la Unión Europea (UE) y del Espacio Económico Europeo (EEE).

En origen, su sede se situó en Londres (Reino Unido). Nada hacía presagiar que, poco más de dos décadas después, la agencia tuviese que abandonar la capital inglesa por la salida del país del grupo de los 28 Estados europeos. Y es que, pese a ser uno de los países que formó parte de la primera ampliación de la Comunidad Europea (1973), sus ciudadanos decidieron, en un  referéndum celebrado en 2016, su salida del marco comunitario: el conocido como Brexit.

El Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea apostó, en noviembre de 2017, por la ciudad de Ámsterdam como nueva sede del organismo regulador de medicamentos

La separación efectiva de la relación entre la Unión Europea y el Reino Unido se hizo efectiva en febrero de 2020, si bien la EMA tomó un nuevo rumbo tres años antes, en noviembre de 2017. Entonces, el Consejo de Asuntos Generales de la Unión Europea apostó por la ciudad de Ámsterdam como nueva sede del organismo regulador de medicamentos.

El entonces director ejecutivo de la EMA, Guido Rasi, aseguraba que "Ámsterdam satisface muchos de nuestros requisitos". "La ciudad ofrece una excelente conectividad y un edificio al que se puede dar forma de acuerdo a nuestras necesidades", precisaba el responsable del organismo.

En este sentido, el Aeropuerto de Ámsterdam-Schiphol es la instalación aeroportuaria más importante de Holanda y la tercera con mayor volumen de pasajeros a nivel europeo, con 63.625.664 traslados registrados en 2019. Situado a quince kilómetros de la capital, Schiphol también se erige como el tercer aeropuerto europeo con mayor tránsito de mercancías anual, tan solo superado por el de Fráncfort (Alemania) y París-Charles de Gaulle (Francia).

ENFRENTAR UNA PANDEMIA GLOBAL, EL DESAFÍO DE LA EMA

Desde su llegada a Ámsterdam, la página principal que ha escrito la EMA en su corto periplo en el país holandés ha versado, en esencia, sobre las medidas adoptadas frente a la pandemia de la COVID-19. No en vano, dos han sido los retos principales a los que ha tenido que hacer frente la agencia que lidera la irlandesa Emer Cooke: la autorización de medicamentos frente a la enfermedad que origina el SARS-CoV-2 y la aprobación de vacunas para mitigar los efectos de la misma.

Respecto a estas últimas y, hasta la fecha, la Comisión ha concedido cinco autorizaciones condicionales de comercialización a las vacunas desarrolladas por BioNTech y PfizerModernaAstraZenecaJanssen y Novavax respectivamente, a raíz de los resultados positivos de las evaluaciones de su seguridad y eficacia que ha efectuado EMA. Otras vacunas, por su parte, se encuentran en distintas fases de evaluación por el citado organismo regulador.

Por su parte, entre los tratamientos autorizados por la Agencia Europea del Medicamento se encuentran los citados a continuación: dexamethasone, evusheld, kineret, paxlovid, regkirona, roActemra, ronapreve, veklury y xevudy.

EL ADIÓS DE JOHNSON Y SU GESTIÓN DE LA COVID-19

Paradójicamente, uno de los momentos menos virulentos de la pandemia de la COVID-19 ha coincidido con la marcha de Boris Johnson, primer ministro británico, como líder del partido conservador.  Es preciso recordar que su figura se convirtió en una de las más prominentes a favor de la salida del Reino Unido de la Unión Europea(Brexit) que, como hemos indicado, fue la opción triunfadora en 2016.

Un informe de la cámara baja del Parlamento británico concluyó que el manejo inicial de la pandemia por parte del Gobierno de Boris Johnson fue gravemente erróneo

Para muchos, la gestión de Johnson ha sido puesta en tela de juicio, fundamentalmente en el caso de la crisis sanitaria. No en vano, un informe de la cámara baja del Parlamento británico concluyó que el manejo inicial de la pandemia por parte del Gobierno de Boris Johnson fue gravemente erróneo.

El planteamiento de “inmunidad colectiva”, la evidencia del excepcionalismo británico y un enfoque deliberadamente “lento y gradualista” llevaron a acumular más de 150.000 muertos, una cifra “significativamente peor” que la de otros países, a juicio de los parlamentarios.

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