El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha aprovechado su intervención en el acto de clausura del “HispanIA 2040: cómo la inteligencia artificial mejorará nuestro futuro” para resaltar las ventajas que ofrece esta tecnología y anunciar la publicación de los primeros modelos de ‘Alia’, un gran modelo de lenguaje en castellano en el que venía trabajando el Ejecutivo desde hace tiempo.
“La familia de modelos de inteligencia artificial en castellano, también en el resto de lenguas cooficiales, que estamos impulsando desde la Administración General del Estado, son públicos, con códigos abiertos pensados para fomentar la investigación en este campo y desarrollar soluciones tecnológicas con nuestro idioma como base, que es el cuarto más hablado del mundo y el segundo más usado en Internet”, ha señalado Sánchez.
Aproximadamente el 25% del tiempo en una consulta de Atención Primaria se destina a escribir o resolver todo lo relacionado con las tareas burocráticas
En esta misma línea, el presidente ha avanzado que el Gobierno está trabajando en dos primeras pruebas piloto: un chatbot interno para la Agencia Tributaria que contribuya a agilizar las gestiones; y una aplicación para mejorar el diagnóstico precoz de las insuficiencias cardiacas en la Atención Primaria. En el caso del sector sanitario, la IA se ha convertido ya en una gran aliada para mejorar la precisión de diagnósticos, optimizar tratamientos y personalizar la atención al paciente.
Precisamente, el informe de presentación del proyecto HispanIA 2024 menciona que, en la sanidad, “los sistemas de IA reducirán significativamente la carga administrativa de los profesionales sanitarios, permitiéndonos avanzar hacia unos servicios más ágiles y personalizados”. En el caso específico de la Atención Primaria, donde parece que se van a centrar desde el Gobierno, señalan que el uso de esta tecnología “podría liberarlos de hasta 5 consultas al día”, mientras que en la atención especializada, “podría reducir las listas de espera en 22 días”.
Más concretamente, el informe indica que aproximadamente el 25% del tiempo en una consulta de Atención Primaria se destina a escribir o resolver todo lo relacionado con las tareas burocráticas. Sin embargo, con el apoyo de la IA, estas tareas se llevarían a cabo un 40% más rápido. Calculando una duración promedio por consulta de 10 minutos, la IA permitiría liberar hasta un minuto por cita. Si en 2022 en el Sistema Nacional de Salud se realizaron alrededor de 153,4 millones de consultas presenciales, la IA podría liberar 2,6 millones de horas, lo que se traduce en que, aproximadamente, se podrían atender a 15,6 millones de pacientes más.
Por parte de las consultas de atención especializada, asumiendo una proporción similar del tiempo dedicado a tareas administrativas y de escritura. Plantean dos posibles escenarios: uno donde la productividad se incrementa en un 7% y otro más optimista donde lo hace en un 17,5%, en ambos casos considerando los ajustes por edad del personal. En este sentido, mencionan el ejemplo de Neurología, la especialidad con mayor tiempo de espera, en la que la atención podría adelantarse entre 9 y 22 días en promedio; y Oftalmología, la especialidad con más pacientes en espera, donde las listas podrían reducirse entre 40.100 y 100.300 pacientes.
“Esto nos permitirá transitar de un modelo de atención centrado en el tratamiento de eventos agudos a uno más personalizado basado en la prevención y el seguimiento de enfermedades crónicas”
Es evidente que la IA en el ámbito sanitario ha demostrado que además de agilizar procesos, también permite a los profesionales sanitarios tomar decisiones más informadas y basadas en datos, lo que se traduce al final en una mejora significativa en los resultados clínicos. “Digitalizando historiales clínicos, prediciendo la progresión de ciertas enfermedades a partir de datos biomédicos y test genéticos, identificando anomalías que podrían pasar desapercibidas para el personal sanitario, y dándole al paciente información accesible para favorecer el desarrollo de hábitos saludables”, resaltan en el informe.
En España, ya existen hospitales que usan la IA para detectar el riesgo de cáncer de una forma más rápida y eficaz que con métodos tradicionales, consiguiendo salvar vidas y reduciendo costes del Sistema Nacional de Salud. De esta manera, y con el paso de los años, la IA llegará a la mayoría de los centros y ayudará a los profesionales sanitarios a diagnosticar la aparición de afecciones cardiacas, respiratorias y neurológicas, y a monitorizar pacientes con problemas de salud mental, con menos gasto, menos molestias y más meses de antelación. “Esto nos permitirá transitar de un modelo de atención centrado en el tratamiento de eventos agudos a uno más personalizado basado en la prevención y el seguimiento de enfermedades crónicas”, apuntan desde el Gobierno.