Los líderes mundiales, a favor de un tratado de salud global tras la Covid-19

Los líderes del G-7, junto a la Comisión Europea, tomarán la crisis de la Covid-19 como “punto de inflexión” para evaluar el valor potencial de desarrollar un “tratado global de salud” que dé respuesta a futuras pandemias.

Ursula von der Leyen y Charles Michel, presidenta de la Comisión Europea y presidente del Consejo Europeo (Foto: CE - Servicio Audiovisual)
Ursula von der Leyen y Charles Michel, presidenta de la Comisión Europea y presidente del Consejo Europeo (Foto: CE - Servicio Audiovisual)

La pandemia de Covid-19 ha evidenciado la vulnerabilidad de los sistemas sanitarios a nivel mundial. Prácticamente todos los países, en mayor o menor grado, han sufrido las consecuencias de la transmisión del nuevo coronavirus, hecho que ha repercutido en una crisis sanitaria, económica y social sin precedentes en el ámbito internacional. Precisamente por sus características, los líderes mundiales quieren aprovecharlo como un “punto de inflexión” para reforzar la sanidad mundial.

Los líderes del G-7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Reino Unido y la UE), en su reunión telemática de la pasada semana, trasladaron su voluntad de “trabajar juntos para vencer al Covid-19” y aprovechar el 2021 como “un punto de inflexión para el multilateralismo y dar forma a una recuperación que promueva la salud y la prosperidad de nuestra gente y del planeta”.

Los líderes del G-7 afirman que trabajarán para "reforzar la arquitectura mundial de salud y seguridad sanitaria para la preparación ante una próxima pandemia”

Desde este punto de vista, han explorado la posibilidad de desarrollar un “tratado global de salud” y evaluar su “valor potencial” en el contexto actual. Los presidentes de los países con las economías más avanzadas del mundo se han mostrado así a favor de emprender una “defensa más sólida contra los riesgos futuros para la seguridad sanitaria mundial”. Para ello, se han citado en junio, en Reino Unido, con el fin de acordar “acciones concretas” sobre este asunto.

Mientras tanto, han asegurado que trabajarán junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el G-20 y la Cumbre Mundial de la Salud “para reforzar la arquitectura mundial de salud y seguridad sanitaria para la preparación ante una próxima pandemia”, incluso a través de un incremento de la financiación sanitaria y el establecimiento de mecanismos de respuesta rápida, fortaleciendo el enfoque de ‘Una sola salud’ y la cobertura sanitaria universal”.

ACELERAR EL DESARROLLO DE VACUNAS

A pesar de esta ambición de futuro, la reunión se centró en seguir dando respuesta a la actual situación de la pandemia de Covid-19. En este sentido, subrayaron la “dedicación” llevada a cabo durante el último año de los profesionales sanitarios, lo que representa “lo mejor de la humanidad”, así como “el rápido descubrimiento de las vacunas muestra el poder del ingenio humano”.

Pese a todo, el G-7 y la OMS, se comprometieron a “acelerar el desarrollo y despliegue de vacunas a nivel mundial; trabajar con la industria para aumentar la capacidad de fabricación, incluso mediante licencias voluntarias; mejorar el intercambio de información, como en la secuenciación de nuevas variantes; y promover prácticas transparentes y responsables, y la confianza en las vacunas”.

El apoyo colectivo a las herramientas que permiten distribuir las vacunas frente al Covid-19 entre los países más necesitados ascenderá a los 6.182 millones de euros

Por otra parte, estos dirigentes políticos reafirmaron su apoyo “a todos los pilares del Acelerador de herramientas de acceso a Covid-19 (ACT-A), su instalación COVAX y el acceso asequible y equitativo a vacunas, terapias y diagnósticos”, ya que reflejan “el papel de la inmunización extensiva como un bien público global”.

Para garantizar el acceso global a las vacunas, el G-7 ha aumentado su compromiso financiero para el ACT-A y el mecanismo COVAX en más de 4.000 millones de dólares. De esta forma, el apoyo colectivo de estos países a estas dos herramientas que permitirán distribuir las vacunas frente al Covid-19 entre los países más necesitados ascenderá a los 7.500 millones de dólares, unos 6.182 millones de euros. A pesar de esta ingente cantidad, el G-7 ha invitado al G-20 “y a las instituciones financieras internacionales” a unirse “para aumentar el apoyo a ACT-A”.

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