Sanidad redunda en su 'no' al cannabis terapéutico: “La evidencia no es suficiente”

El Ministerio de Sanidad no está dispuesto a recomendar el uso generalizado del cannabis terapéutico. Lo hará “en su caso ponderando la evidencia que exista sobre su eficacia terapéutica y los efectos adversos”

El ministro de Sanidad, Salvador Illa (Foto: Congreso de los Diputados)
El ministro de Sanidad, Salvador Illa (Foto: Congreso de los Diputados)
Paco Cordero - Redactor
28 septiembre 2020 | 17:50 h

Varias han sido las formaciones políticas que en los últimos años han propuesto la regulación del uso terapéutico del cannabis, especialmente para pacientes con diversas patologías. Es el caso, por ejemplo, de Ciudadanos o Unidas Podemos. Sin embargo, el Ministerio de Sanidad se ha mostrado siempre reticente de recomendar su uso generalizado y esa es la linea que va a seguir al menos en los próximos meses.

Así se desprende de una respuesta parlamentaria a una pregunta de la diputada del PNV, Josune Gorospe, en la que preguntaba “¿cuándo tiene pensado el Gobierno acometer la regulación del cannabis para uso médico en el Estado español, dotando a las y los pacientes de los mismos derechos y garantías que ya disfrutan miles de pacientes de otros países del entorno?”.

Sanidad: "Cuando se revisan las pruebas científicas, se observa que el nivel de evidencia disponible no es suficiente, contrariamente a lo que podría pensarse”

Desde el Ministerio de Sanidad defienden, sin embargo, que “cuando se revisan las pruebas científicas sobre el uso terapéutico del cannabis (consumo directo de las sumidades floridas o con fruto de la planta de cannabis), se observa que el nivel de evidencia disponible no es suficiente para recomendar un uso generalizado en pacientes con determinadas patologías, contrariamente a lo que podría pensarse”.

En esta línea, Sanidad subraya que “actualmente en España no se han establecido programas de uso médico del cannabis” y que la decisión de crear programas específicos en este país “se tomará, en su caso, ponderando la evidencia que exista sobre su eficacia terapéutica y los efectos adversos del uso del cannabis”. No obstante, no establece ningún tipo de plazo para iniciar los estudios correspondientes.

De forma concreta, inciden en que se tendría que aplicar un criterio “lo más cercano posible a los criterios que rigen la autorización de medicamentos y valorando, asimismo, la idoneidad del cannabis frente a alternativas de calidad estandarizada (p.e. uso de extractos o cannabinoides aislados)”.

“NO ESTÁ DESPROVISTO DE RIESGOS”

En la respuesta parlamentaria, el Gobierno justifica su postura alegando que a nivel mundial “la eficacia terapéutica y seguridad del cannabis se está estudiando actualmente y todavía no existe una decisión al respecto”. Por ejemplo, mencionan un estudio del Observatorio Europeo de las Drogas y la Toxicomanías, de diciembre de 2018, donde según Sanidad “evidenció la necesidad de llevar a cabo un mayor  número de investigaciones farmacológicas pre-clínicas y toxicológicas, y de ensayos clínicos apropiados”.

El Ministerio defiende debe establecerse "basándose en pruebas científicas sobre su calidad, seguridad y eficacia para usos médicos obtenidas mediante ensayos clínicos controlados”

Por otra parte, redundan en que “el consumo de cannabis no está desprovisto de riesgos”. Mencionan, por ejemplo, sus “efectos psicoactivos y que motivan su uso recreacional” como la “inducción de un estado de euforia, confusión, somnolencia, alteración de la percepción, etc.” lo que “motivan su inclusión en listas de sustancias fiscalizadas como estupefacientes”.

Igualmente, alertan de que “algunos de los efectos adversos observados en usuarios de cannabis con fines recreativos también podrían darse en usuarios de cannabis medicinal”. Citan, por ejemplo, “el desarrollo de dependencia y un abanico de problemas físicos y de salud mental, como enfermedades respiratorias, alteraciones cognitiva (trastornos de la memoria, atención, etc.), alteraciones psiquiátricas (depresión, manía, psicosis, etc.), dependencia, aumento del riesgo de ictus o infarto de miocardio, etc”.

Al margen de ello, el Ministerio de Sanidad defiende que “el uso terapéutico del cannabis debe estar sujeto a normas y garantías de calidad, seguridad y eficacia al igual que el resto de los medicamentos”. A este respecto, subrayan que “debe establecerse basándose en pruebas científicas sobre su calidad, seguridad y eficacia para usos médicos obtenidas mediante ensayos clínicos controlados”.

MEDICAMENTOS YA AUTORIZADOS

El Gobierno menciona que “en cualquier caso” en España ya existen medicamentos autorizados “conteniendo cannabis (en forma de extractos)”. Es el caso de Sativex, con dos extractos de Cannabis sativa L., cuyos componentes principales son el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD) y que “está indicado como tratamiento adicional para mejorar los síntomas relacionados con la espasticidad moderada o grave en pacientes con esclerosis múltiple”.

Tambien citan el “Epidyolex, como parte del tratamiento de ciertas formas de epilepsia infantil, que contiene un extracto de Cannabis sativa L. altamente purificado en cannabidiol”. Igualmente, se ha autorizado, “como medicamento extranjero”, la “importación de nabilona o dronabinol [(-)-trans-delta-9-tetrahidrocannabinol)] en casos excepcionales de esclerosis múltiple o como antiemético en tratamientos oncológicos”.

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