España suspende en prevención contra las adicciones

La última campaña informativa lanzada por Sanidad para advertir sobre los efectos nocivos del consumo de drogas y alcohol se remonta a 2011.

Un joven fumando marihuana
Un joven fumando marihuana
CS
23 septiembre 2017 | 00:00 h

Para localizar las campañas oficiales de prevención contra el consumo de alcohol y drogas hay que bucear hasta un apartado dentro la web del Ministerio de Sanidad. Aún así, no se encuentra material de relativa actualidad. De hecho, la última iniciativa lanzada a instancias del Gobierno para advertir sobre los efectos nocivos de estas sustancias, se remonta a 2011, año en el que se dirigió a los jóvenes vía spot televisivo, Alcohol en los jóvenes no es normal. Carencias informativas directamente relacionadas con unos datos nada halagüeños sobre los hábitos del grupo de población de 15 a 29 años, ofrecidos por el Barómetro 2017 del Proyecto Scopio.

Este estudio, realizado por el Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD), analiza la percepción de los riesgos, así como la compensación al asumirlos, como factores necesarios para explicar comportamientos como borracheras, consumo de drogas, el sexo sin preservativo o conducción temeraria . Tiene el objetivo de ampliar la información sobre la juventud española acerca de elementos que no se encuentran sistematizados en otros indicadores nacionales europeos. Los resultados se obtienen de un panel online de 1.247 jóvenes de 15 a 29 años.

Una de las conclusiones más significativas resume que, la compensación a nivel social, relacional o experimental que supone un atracón de alcohol para los jóvenes, es alta para un 15,3% de los encuestados por la investigación, mientras que un 26,1% afirma conocer los riesgos, pero que los asumen. Entre quienes perciben esta compensación como razonable se encuentran sobre todo hombres menores de 25 años con estudios secundarios, de clase media o baja, y que viven solos o con los progenitores. En este sentido, una de las conclusiones es que, en general, el grado de compensación en este tipo de comportamientos es menor entre las mujeres.

CONSUMO DE DROGAS

En cuanto al consumo de drogas, los tiros van por el mismo lado. Si bien un 43,5% de los encuestados asegura conocer los riesgos de ingerir estas sustancias y se declara inseguro frente a los riesgos derivados, una mayoría opina de forma más laxa: el 16,5% considera que es un comportamiento que entraña una seguridad media, y un 40% no ve el peligro y se siente seguro al consumir.

Las consecuencias derivadas de fumar porros resultan asumibles para un 23,2% de la juventud encuestada (UN 13,6% creen que les compensa medianamente y un 9,6% creen que les compensa mucho asumirlos), porcentaje caracterizado por un perfil más masculinizado y con estudios secundarios o de bachillerato. El consumo de cocaína o pastillas y sus consecuencias son asumibles por un 6,9%.

OTROS COMPORTAMIENTOS DE RIESGO

Por otra parte, el 12% de los jóvenes ha conducido después de haber bebido alcohol, el 8% tras consumir cannabis y el 3% después de consumir drogas estimulantes. Un 35,2% de los encuestados sí percibe la baja o nula seguridad de estos comportamientos. 

Además, casi la mitad dice haber tenido relaciones sexuales sin preservativo (el 26% siempre o casi siempre), y es más frecuente por encima de los 20 años y entre quienes viven en pareja. Aunque la percepción de las consecuencias derivadas de este tipo de comportamiento hace que un 40% se declare inseguro frente a ello, esta conducta compensa de forma clara a más de un 15% de los jóvenes. 

La compensación que supone un atracón de alcohol para los jóvenes, es alta para un 15,3%, mientras que un 26,1% afirma conocer los riesgos, pero que los asumen

¿Y LA LEY DE PREVENCIÓN?

A nivel político, la problemática no parece ocupar tampoco la agenda de prioridades del departamento liderado por Dolors Montserrat. Pese a que en marzo de  este año la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad manifestó su disposición a “escuchar” las iniciativas que en la Comisión Mixta para el Estudio del Problema de las Drogas del Congreso, cuyos parlamentarios plantearon la posibilidad de aprobar una Ley de prevención del consumo de alcohol en menores, la iniciativa sigue, a día de hoy, en suspenso.  Entonces, Montserrat reiteraba la intención de la ley de “proteger la salud de los menores” a partir de la “sensibilización y la prevención”, planteando que “hay cambiar la tolerancia de la sociedad a que un menor consuma”.

Lo que sí que ha salido adelante desde el Gobierno central ha sido la aprobación, a principios de este mes, la transferencia a las comunidades autónomas de más de 9,5 millones de euros para el desarrollo de programas de lucha contra las drogas derivados del Plan Nacional sobre Drogas. Concretamente, la partida se hará a con cargo a los Presupuestos Generales del Estado (PGE).

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