El experimento de estimulación eléctrica cerebral con presos violentos paralizado por el Ministerio de Interior hace varias semanas recibe el 'no' definitivo de Instituciones Penitenciarias, por lo que no tendrá más recorrido.
"Esta semana se ha comunicado al investigador la paralización definitiva de la investigación", así lo recoge eldiario.es. De este modo, se suspende este estudio de la Universidad de Huelva (UHU). Desde 2016 se aplicaba en las cárceles de Huelva y Córdoba estimulación eléctrica cerebral a 41 prisiones violentos, 15 de ellos homicidas, para estudiar su agresividad.
El experimento consistía en suministrar una leve corriente de 1,5 miliamperios a los reclusos en la frente para poder evaluar antes y después sentimientos como la hostilidad y la rabia. Instituciones Penitenciarias paralizó cautelarmente la segunda fase del proyecto hasta recibir un informe solicitado a la subdirección general de Sanidad Penitenciaria
"Esta semana se ha comunicado al investigador la paralización definitiva de la investigación"
Tanto CSIF-Prisiones como la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha)mostraron su rechazo a este tipo de investigaciones científicas con presos. "Nadie puede ser sometido sin su libre consentimiento a experimentos médicos o científicos”, señaló en su momento Apdha en declaraciones a ConSalud.
El Defensor del Pueblo en funciones, Francisco Fernández Marugán, también rechazó públicamente este experimento e hizo llegar por carta al Ministerio de Interior su preocupación ante este estudio.
La investigación está pilotada por Raquel Martín, una joven doctoranda, y coordinada por los psicólogos Andrés Molero, de la Universidad de Huelva, y Guadalupe Nathzidy Rivera, de la Universidad Autónoma de Baja California, en México. Los primeros resultados se publicaron en enero en la revista Neuroscience y fueron divulgados hace varias semana en la revista británica New Scientist.