Ciudadanos pide establecer un Foro de Alto Nivel de Diálogo Farmacéutico

El portavoz del Grupo Parlamentario Ciudadanos, Edmundo Bal, ha presentado una proposición no de ley (PNL) en la insta al Congreso de los Diputados que "establecer un Foro de Alto Nivel de Diálogo Farmacéutico a escala nacional".

Edmundo Bal, diputado de Ciudadanos, interviene en el Congreso (Foto: Congreso)
Edmundo Bal, diputado de Ciudadanos, interviene en el Congreso (Foto: Congreso)

El portavoz del Grupo Parlamentario Ciudadanos, Edmundo Bal, ha presentado una proposición no de ley (PNL) en la insta al Congreso de los Diputados que "establecer un Foro de Alto Nivel de Diálogo Farmacéutico a escala nacional, con representantes de sociedades científicas, asociaciones de pacientes, autoridades sanitarias y la industria farmacéutica española, para asegurar la efectividad de la implementación de la legislación que afecte al sector".

Asimismo, apuesta por "liderar, en el seno de las instituciones de la Unión Europea, la creación de un foro similar a escala europea, que incluya también a todos los actores implicados, para debatir de forma constructiva sobre las medidas contempladas en la Estrategia Farmacéutica para Europa para facilitar su aplicación en beneficio de la salud de los ciudadanos europeos".

La pandemia de COVID-19 ha demostrado el papel fundamental que juega la industria farmacéutica en el avance del conocimiento y del desarrollo de alternativas innovadoras para el tratamiento efectivo de patologías

La pandemia de COVID-19 ha demostrado el papel fundamental que juega la industria farmacéutica en el avance del conocimiento y del desarrollo de alternativas innovadoras para el tratamiento efectivo de patologías. Gracias al esfuerzo realizado por la industria farmacéutica, en colaboración con las instituciones públicas, se ha conseguido desarrollar vacunas contra el COVID-19 en un tiempo récord y sin sacrificar ningún tipo de garantía de seguridad para los pacientes.

Sin embargo, la industria farmacéutica española se enfrenta a importantes retos que también han sido evidentes en este contexto de pandemia. Por ejemplo, el sector tiene que lidiar con una gran dependencia del exterior para la importación de principios activos, lo que se probó fatal en lo más duro de las restricciones a las exportaciones de productos sanitarios y principios activos que impusieron varios países con motivo de la pandemia.

Asimismo, la capacidad de fabricación en Europa está muy por debajo de la capacidad ideal, debido a la mayor relevancia que han adquirido países como India en las cadenas de valor de la fabricación de medicamentos y productos sanitarios. Los costes laborales y los estándares sociales y de salud y seguridad en el trabajo permiten una fabricación a un precio más ajustado, pero ha dejado a la Unión Europea sin capacidad para competir con estos mercados, tampoco en situaciones de crisis.

Esta situación motivó a la Comisión Europea a presentar el pasado 25 de noviembre una Estrategia Farmacéutica para Europa con cuatro líneas de acción prioritarias: (1) apoyar la innovación en nuevos tratamientos y ensayos clínicos para abordar las necesidades no atendidas; (2) cooperar de forma más efectiva en mecanismos de fijación de precios y en fomento de la competencia para mejorar el acceso a medicamentos asequibles; (3) la inversión en nuevas tecnologías y en innovación para facilitar la digitalización del sector; y (4) el fortalecimiento de las cadenas de valor y la creación de una Autoridad Europea de Respuesta a Emergencias Sanitarias para mejorar nuestra preparación y adaptación a posibles futuras crisis de salud global.

Esta Estrategia se traducirá posteriormente en iniciativas legales que o bien serán de aplicación directa para todos los Estados miembros o bien deberán ser trasladadas a la legislación nacional por las autoridades competentes en cada Estado miembro. Para ello, sin embargo, es necesario mantener un diálogo fluido con el sector farmacéutico, puesto que nadie mejor que las propias empresas conocen las limitaciones, las barreras y los obstáculos a los que se enfrentan para poder llevar a cabo innovaciones disruptivas que, finalmente, mejoran el bienestar de los ciudadanos.

La Comisión Europea, por ejemplo, ha comenzado ya a establecer esos espacios de intercambio de perspectivas con el sector a través de Diálogos Estructurados, con un primero de ellos sobre seguridad de suministro de medicamentos

La Comisión Europea, por ejemplo, ha comenzado ya a establecer esos espacios de intercambio de perspectivas con el sector a través de Diálogos Estructurados, con un primero de ellos sobre seguridad de suministro de medicamentos. Para ello, la Comisión Europea ha reunido a los principales actores de la cadena de valor de las farmacéuticas, instituciones, académicos, profesionales sanitarios y organizaciones de patentes.

Este Diálogo Estructurado tuvo su primera reunión este mes de marzo, y continuará a través de un proceso de dos fases en las que se analizarán los problemas para el suministro de medicamentos en la Unión Europea y, posteriormente y en base a esas evidencias, se propondrán medidas para atajarlos. En definitiva, la Comisión Europea está marcando con este ejemplo el camino a seguir para todos los Estados miembros, que deberán tener en cuenta al sector farmacéutico a la hora de aplicar y trasponer la legislación aplicable y derivada de la Estrategia Farmacéutica.

 

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