Fotografía sanitaria de Suecia y Finlandia, a un paso de su ingreso en la OTAN

Las tensiones y belicismo de Rusia tras la invasión y posterior guerra en Ucrania han llevado a Suecia y Finlandia a romper con su histórica neutralidad y solicitar el ingreso en la OTAN.

187º Comité Militar de la OTAN en la Sesión de Jefes de Defensa (Foto. OTAN)
187º Comité Militar de la OTAN en la Sesión de Jefes de Defensa (Foto. OTAN)
Ángel Luis Jiménez
28 junio 2022 | 00:00 h

Las tensiones y belicismo crecientes por parte de Rusia tras la invasión de Ucrania y posterior guerra, han llevado a Finlandia y Suecia a abandonar su histórica neutralidad y solicitar el ingreso en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Las amenazas a estos países nórdicos por parte de Moscú han surtido el efecto contrario que se pretendía desde el Kremlin ante el temor de Helsinki y Estocolmo de quedar desprotegidas a merced de las futuribles e inesperadas decisiones del presidente ruso, Vladimir Putin.

En la actualidad la OTAN cuenta con 30 Estados miembros. A todos los integrantes se les exigen una serie de condiciones que actúen como garantía de su pleno funcionamiento democrático como son el control civil de sus fuerzas armadas, un sistema democrático con un sistema económico de mercado, que se respete a las minorías y/o colectivos vulnerables y que se priorice la resolución pacífica de cualquier conflicto por encima de las vías que requieran la violencia.

La pandemia provocada por el SARS-CoV-2 ha puesto de relieve el papel fundamental de la salud como pilar sobre el que se sostienen todos los elementos de nuestras sociedades. Razón por la que a lo largo de las siguientes líneas vamos a analizar la situación sanitaria de Suecia y Finlandia, como garantes del resto de requisitos imprescindibles para formar parte de la OTAN.  Esta información ha sido extraída de la última edición de los perfiles sanitarios (2021, con datos referentes a 2020) elaborados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Observatorio Europeo de Sistemas y Políticas de Salud.

SITUACIÓN DEL SISTEMA SANITARIO Y SALUD EN FINLANDIA

A lo largo de las dos últimas décadas los finlandeses han visto aumentos en la esperanza de vida, incluso durante el 2020, de acuerdo con su perfil sanitario. Sin embargo, se trata de una sociedad que envejece y con un alto número de personas con enfermedades crónicas y discapacidades que aumentará la presión sobre el sistema de salud a largo plazo.

Desde el año 2000 la cifra de fumadores diarios se ha reducido en un 50% y se ha experimentado un importante descenso en el consumo de alcohol en las últimas dos décadas, aunque el consumo episódico e intenso sigue siendo común en el país. Si bien la inactividad física de los jóvenes en Finlandia es solo ligeramente inferior a la media europea, el 80% de los adolescentes no realiza la actividad física recomendada diaria.

El gasto sanitario per cápita en Finlandia ha aumentado de forma muy lenta entre 2013 y 2019. Con 3.150 euros en 2019, fue más de un 10% inferior a la media europea (3.520 euros). El gasto en salud representó en 2019 el 9,2% del PIB del país, casi un punto porcentual por debajo de la media europea situada en el 9,9%. Los fondos públicos representaron el 78% del total del gasto sanitario, una proporción ligeramente inferior a la media europea (80%). En 2020-21 el Gobierno proporcionó una financiación adicional de 4.000 millones de euros en respuesta a la pandemia.

El gasto sanitario per cápita en Finlandia ha aumentado de forma muy lenta entre 2013 y 2019. Con 3.150 euros en 2019, fue más de un 10% inferior a la media europea (3.520 euros). El gasto en salud representó en 2019 el 9,2% del PIB del país

El referido aumento en la esperanza de vida responde a un descenso de las tasas de mortalidad por enfermedades cardiovasculares, particularmente de cardiopatía isquémica, que continúa siendo la principal causa de muerte entre los finlandeses. Las tasas de mortalidad por alzhéimer han aumentado considerablemente hasta situar la enfermedad entre las principales causas de mortalidad. El informe indica que este ascenso de puestos de la enfermedad de Alzheimer se debe en parte a las mejores en los diagnósticos y los cambios experimentados en los registros de defunciones. A pesar de esto cabe destacar que Finlandia tiene la mayor tasa de mortalidad por alzhéimer de los países europeos.

El cáncer de pulmón es el cáncer que mayor número de muertes provoca, aunque la tasa ha disminuido desde el año 2000 como consecuencia de la reducción de las tasas de tabaquismo.

El 49% de los adultos finlandeses afirmaba en 2019 padecer alguna afección crónica. Cifra que se encuentra muy por encima de la media europea del 36%. Las estimaciones indican que alrededor del 35% de las muertes en Finlandia pueden atribuirse a factores de riesgo conductuales como el tabaquismo, el alcohol o una mala dieta, como demuestra el hecho de que uno de cada cinco adultos tenía obesidad en 2019, lo que representa un incremento del 11% respecto al año 2000.

La contaminación del aire representó alrededor del 1% de todas las muertes en Finlandia en 2019, una cifra muy alejada de las de otros países europeos.

El sistema de salud finlandés se rige actualmente a nivel nacional y local. A nivel nacional, el Ministerio de Asuntos Sociales y Salud es el responsable de la dirección general, el desarrollo y la implementación de reformas y políticas de salud. A nivel local son los municipios (293 en 2021) los responsables de la organización de atención sanitaria y social. De forma histórica los altos niveles de descentralización han permitido que el sistema de salud se adapte a las necesidades de una población dispersa, aunque también ha provocado desigualdades e ineficiencias.

Después de muchos años en desarrollo la principal reforma administrativa fue aprobada en junio de 2021. De esta forma 21 condados de servicios de bienestar y la ciudad de Helsinki asumirán la responsabilidad de organizar la salud y los servicios de atención social a partir de 2023. Una modificación que busca mejorar la calidad y acabar con las desigualdades.

SITUACIÓN DEL SISTEMA SANITARIO Y SALUD EN SUECIA

La esperanza de vida al nacer se situó en los 82,4 años en 2020, dos años por encima de la media reportada por la Unión Europea, según lo recogido en su perfil sanitario. Una cifra que descendió a lo largo de 2020 (0,8%) como consecuencia de la elevada mortalidad experimentada durante la pandemia. Más de dos tercios de las muertes por Covid-19 se produjeron en mayores de 80 años.

Si hablamos de factores de riesgo, la tasa de fumadores adultos en Suecia se encuentra entre las más bajas de la UE. En la última década ha disminuido el consumo de alcohol.

El gasto sanitario per cápita en Suecia, 3.837 euros, fue en 2019 el cuarto más alto de la UE, y el tercero más elevado en términos de gasto sanitario como porcentaje del PIB, representando el 10,9% de este

El gasto sanitario per cápita en Suecia, 3.837 euros, fue en 2019 el cuarto más alto de la UE, y el tercero más elevado en términos de gasto sanitario como porcentaje del PIB, representando el 10,9% de este. La mayoría (85%) del gasto sanitario se financia con fondos públicos. Cabe destacar que la tasa de crecimiento del gasto en salud era relativamente modesta en los años previos a la pandemia, pero el Gobierno aumentó el gasto en 2020 y 2021 como respuesta a la pandemia.

En 2018 las enfermedades cardiovasculares se erigían como una de las tres principales causas de muerte en Suecia (33%), seguidas del cáncer (con el de pulmón como mayor causante de muertes, que representó un cuarto de todos los decesos (25%). Si focalizamos la atención en enfermedades concretas vemos que la cardiopatía isquémica representó cerca del 12% de todas las muertes mientras que el 6% fueron consecuencia del ictus.

Cerca de dos de cada cinco suecos (38%) afirma vivir con una afección crónica. Una tasa que supera en dos puntos al promedio europeo (36%). El grupo poblacional con edades comprendidas entre los 55 y los 65 años representa la mayor proporción de enfermedades crónicas.

Alrededor de un tercio de las muertes en Suecia (34%) están provocadas por factores atribuibles a comportamientos de riesgo como el consumo de alcohol, tabaco, una mala dieta y baja actividad física. La contaminación del aire fue la responsable de alrededor del 1% de las muertes registradas en 2019.

Todos los residentes en Suecia están cubiertos por los servicios de salud, independientemente de su nacionalidad. El Gobierno es el responsable de la regulación y supervisión del sistema sanitario. Los 21 condados que encontramos en el país supervisan la atención primaria, especializada y psiquiátrica, mientras que los 290 municipios son responsables del cuidado de las personas con discapacidad, servicios de rehabilitación, atención domiciliaria y social.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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