Actualización de la Guía Española de la EPOC: nuevos marcadores y factores de riesgo

La guía para el abordaje de la EPOC se ha actualizado para incluir los cambios en los fenotipos y la necesidad de identificar los rasgos tratables

Epoc y abordaje médico (Foto. Freepik)
Epoc y abordaje médico (Foto. Freepik)
CS
21 abril 2022 | 13:15 h
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Hace una década que se publicó la primera Guía Española de la EPOC (GesEPOC), tras ello se han realizado diferentes actualizaciones hasta la de 2017. Ahora, se ha publicado otra versión para incluir las evidencias científicas y elementos necesarios para un mejor diagnóstico y abordaje terapéutico descubiertos en los últimos años. La guía, publicada en la revista de la Sociedad España de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) Archivos de Bronconeumología, incluye como principal novedad una nueva clasificación de los fenotipos de los pacientes con EPOC de alto riesgo y el deber de identificar los rasgos tratables de estos pacientes para tomar las decisiones terapéuticas.

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) afecta al 11% de la población española mayor de 40, con un 75% de los casos sin diagnosticar. "Se diagnostica a pocos pacientes y se diagnostica tarde. A veces, se confunde con el asma, pero, fundamentalmente, lo que ocurre es que se sospecha muy tarde y la espirometría​ se utiliza poco. Los síntomas de la EPOC se atribuyen, a menudo, al cansancio propio de la edad y no se realizan las pruebas adecuadas para diagnosticarla", señala el Dr. Marc Miravitlles, miembro de SEPAR.

La GesEPOC ha sido actualizada para aportar herramientas de control con las que "dar una pista a los médicos para que puedan conocer la evolución de sus pacientes y decidir aumentar o reducir la intensidad del tratamiento”

Ante estas cifras, la GesEPOC ha sido actualizada para aportar herramientas de control con las que "dar una pista a los médicos, sobre todo a aquellos no especializados en la EPOC, para que puedan conocer la evolución de sus pacientes y decidir aumentar o reducir la intensidad del tratamiento”, indica el Dr. Miravitlles, autor del primer capítulo de la guía. Este, publicado recientemente, se centra en el abordaje del tratamiento farmacológico de la fase estable de la EPOC, incluyendo el diagnóstico de la EPOC y medidas generales, la estratificación del riesgo, la selección del tratamiento inhalado según los síntomas y el fenotipo clínico y la identificación y abordaje de los rasgos tratables.

NOVEDADES EN LA CLASIFICACIÓN DEL RIESGO

Las principales novedades que aporta GesEPOC 2021, respecto al tratamiento de la EPOC en su fase estable, son la clasificación de riesgo de la EPOC, que está tomada de la versión anterior, pero que incorpora modificaciones, y la clasificación de los fenotipos de los pacientes de alto riesgo, que también se ha modificado ante la necesidad de ajustarla para poder decir un tratamiento óptimo en cada caso.

Los pacientes de bajo riesgo se pueden tratar con una terapia sencilla, broncodilatadores, y con ella suelen conseguir un buen control de la enfermedad. Y los pacientes de alto riesgo son aquellos que necesitan una terapia de mayor intensidad y que tienen más riesgo de sufrir complicaciones. 

Hasta ahora se establecía en la guía que los fenotipos de alto riesgo de EPOC eran enfisema, bronquitis crónica y solapamiento del asma con la EPOC (ACO), pero ahora se han modificado porque, en la práctica clínica, el enfisema y la bronquitis crónica no difieren en cuanto al tratamiento de primera línea, mientras que el ACO desaparece de la guía y el asma pasa a considerarse como una comorbilidad más de la EPOC, al igual que la apnea del sueño y la EPOC, las bronquiectasias y la EPOC o cualquier otra comorbilidad.

DOS TIPOS DE RIESGO ALTO

“GesEPOC es la primera guía que, desde su nacimiento, apostó por una clasificación de la EPOC en diferentes fenotipos, con la finalidad de administrar el tratamiento más adecuado para cada paciente, en vez de un único tratamiento para todos ellos. Por tanto, la elección de un tratamiento u otro se basa en las características clínicas del paciente, es decir, en su fenotipo y su gravedad”, explica el Dr. Miravitlles. 

La nueva guía divide el alto riesgo en dos tipos: en pacientes que no sufren exacerbaciones o agudizaciones, pero que son de alto riesgo por su función pulmonar o por sus síntomas y en pacientes que sí tienen agudizaciones

Así, la nueva guía divide el alto riesgo en dos tipos: en pacientes que no sufren exacerbaciones o agudizaciones, pero que son de alto riesgo por su función pulmonar o por sus síntomas y en pacientes que sí tienen agudizaciones, dentro de los cuales se dividen dos tipos, eosinofílicos y no eosinofílicos, dependiendo de la concentración de eosinófilos en sangre. "Los que no presentan agudizaciones y que, por tanto, se tratan con broncodilatadores de larga duración; y los que sufren agudizaciones, que a su vez pueden ser de perfil eosinofílico y sin eosinofilia. Los pacientes con agudizaciones y eosinofílicos reciben broncodilatadores de larga duración y corticoides inhalados, mientras que los pacientes con agudizaciones y sin eosinofilia solo reciben inicialmente broncodilatadores de larga duración”, precisa el Dr. Miravitlles respecto al tratamiento. 

Junto a la clasificación en fenotipos de los pacientes más graves, la guía GesEPOC también especifica que se deben identificar los rasgos tratables. Así, en el caso de los pacientes que tienen déficit de alfa-1-antitripsina se administra un tratamiento específico, al igual que sucede con los que presentan bronquiectasias, una infección bronquial crónica, un enfisema grave o hipoxemia.  

“Las guías nos guían, pero no pueden cubrir todos los aspectos de la práctica clínica. Afortunadamente cada vez reunimos más evidencia a respecto al tratamiento de la EPOC y podemos acercar más las recomendaciones de la guía a la realidad asistencial, con lo que lograremos una mayor implantación”, destaca el Dr. Miravitlles. La GesEPOC 2021 se divide en cuatro artículos enfocados en: el tratamiento farmacológico de la EPOC estable; el tratamiento no farmacológico; comorbilidades, automanejo y cuidados paliativos; y diagnóstico y tratamiento del síndrome de agudización.

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