Cataluña fue, según los datos publicados recientemente por la Organización Médica Colegial (OMC), la comunidad autónoma que más denuncias registró por agresiones a médicos en el año 2024: 261, casi el doble que los de su perseguidora, Andalucía (138), y más del triple que los de la Comunidad de Madrid (75), que además tiene más colegiados (52.661, frente a los 52.235 de Cataluña). Se trata de una lacra que, lejos de apagarse, va en aumento, y por eso este 12 de marzo, Día Europeo contra las Agresiones al Personal Sanitario, los facultativos recuerdan la importancia de denunciar para que estas agresiones queden registradas.
“Sí que se ha producido un aumento importante. De 69 comunicaciones de agresiones en 2023 hemos pasado a 91 en 2024, y esto es solo la punta del iceberg. Hay muchas que ocurren durante el ejercicio profesional que no se comunican”, confirma a ConSalud.es el doctor Josep Arimany Manso, responsable de la Unidad Integral de Violencia contra el Médico del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona (COMB), que, creada en 2010, a la par que el Observatorio contra las Agresiones de la OMC, acompaña a todos los médicos colegiados en su provincia durante este duro proceso de tener que denunciar a un paciente que le ha agredido.
Así, entre otras medidas, tienen puesta en marcha una campaña para que el sanitario que denuncie no tenga que poner su domicilio personal, si no el de su centro de salud u hospital. También reivindican que las sanciones económicas sean mayores, y que estas no se limiten a la agresión física, puesto que muchas de las denuncias que se interponen son precisamente por insultos o amenazas. “Deben poner más vigilancia. A Urgencias muchas noches llegan personas que han sufrido una intoxicación etílicas o que están bajo los efectos de alguna sustancia, con una agresividad que acaban pagando con el personal de guardia”, expone Manso.

“Es importante que los centros ofrezcan una labor de acompañamiento mayor al profesional que ha sido agredido, y que exista una mejor coordinación entre todos ellos para detectar a pacientes conflictivos"
En Cataluña, destaca el médico barcelonés, mantienen desde hace años una estrecha colaboración con los Mossos d’Esquadra y con la Fiscalía que les ha sido “muy efectiva” en casos graves de agresiones. Incluso a nivel judicial, insiste, algunos jueces han dictaminado medidas de alejamiento contra un paciente, impidiéndole acudir a un determinado centro sanitario. Aún así, todavía queda mucho camino por delante, y cualquier medida es poca para frenar esta lucha. “Es importante que los centros ofrezcan una labor de acompañamiento mayor al profesional que ha sido agredido, y que exista una mejor coordinación entre todos ellos para detectar a pacientes conflictivos y reincidentes”, añade Arimany Manso.
La campaña de la citada OMC para concienciar en este Día Europeo contra las Agresiones al Personal Sanitario lleva por título ‘Denuncia, hazlo por ti, hazlo por tus pacientes’. Y es que, por mucho que los colegios de médicos provinciales lleven a cabo esta labor de acompañamiento con sus colegiados, y que las consejerías de las comunidades autónomas implementen medidas como el famoso botón del pánico, lo que verdaderamente resultaría efectivo, demandan desde la Organización Médica Colegial, sería crear un plan nacional coordinado por el Ministerio de Sanidad, pero con multitud de agentes implicados.
“La causa de las agresiones es multifactorial, así que el tratamiento no es simple. Tiene que partir de una acción conjunta y de que se haga un plan nacional, en el que se involucren los ministerios de Sanidad, Interior y Justicia, la Fiscalía General del Estado, las comunidades autónomas… en este tema, tenemos que ir todos de la mano”, reivindicaba el secretario general de la OMC, José María Rodríguez Vicente, después de presentar los datos de agresiones a médicos en 2024 en España. “Esto tiene que ser como lo de las multas de velocidad. Al igual que te sancionan por exceder el límite cuando vas conduciendo, si tú te excedes con un profesional sanitario en la consulta, te deberían multar de manera ejemplar, y advertir de las sanciones con carteles dentro de los centros de salud”, insiste Arimany Manso.
UNA LUCHA QUE NO TERMINA
Como mencionábamos al comienzo del artículo, la lacra de las agresiones sigue en aumento año a año en España. En 2024, de hecho, se ha batido récord desde que comenzaron los registros de la OMC en 2010, con 847 en todo el territorio nacional (8.108 en el periodo 2010-2024). Por comunidades autónomas, más allá de las cifras absolutas, que lógicamente son mayores en aquellas con más población y médicos colegiados, Cataluña también aparece como la quinta con mayor ratio de agresiones por cada 1.000 médicos (5). Por delante tiene a Canarias (5,08), Melilla (5,65),Extremadura (5,80) y Ceuta (18,62). “Hay una gran concentración de personas en las áreas metropolitanas, y Cataluña es, además, una de las comunidades que ha recibido más inmigrantes en los últimos años, lo que supone más presión asistencial. Es una realidad que, a cuanta más población, más actos médicos, pero los centros de salud y los hospitales siguen siendo prácticamente los mismos”, indica Arimany Manso.
"A cuanta más población, más actos médicos, pero los centros de salud y los hospitales siguen siendo prácticamente los mismos”
Aún así, el médico destaca que ha crecido la sensibilización en el ámbito de los profesionales sanitarios, quienes cada vez denuncian más y tienen una actitud de “tolerancia cero” contra las agresiones. “Tú luego puedes hacer una denuncia pública, o en los medios de comunicación o en donde tú quieras, pero donde realmente se tiene que llevar a cabo es en las comisarías o en los juzgados. Hay que notificarlo”, indicaba recientemente a este periódico Yolanda Izquierdo Pérez, vicepresidenta y vocal de Deontología y Agresiones del Colegio de Enfermería de Sevilla.
La suya es, según los datos recogidos por la Policía Nacional, la ciudad de nuestro país que más denuncias registró el año pasado, 35. Durante los 365 días de 2024, la Policía Nacional tuvo que realizar 10.000 intervenciones, 3.000 en centros sanitarios y 7.000 en asistencias domiciliarias, que acabaron en 406 denuncias y 106 detenciones. “Es una injusticia enorme. El pobre médico traga con todos los insultos, cuando el que tiene que poner los recursos es otro, pero claro, ¿a quién se lo dice? Lo único que queremos es curar al paciente, y hacer esto lo mejor que se pueda”, lamentaba María Dolores Rincón Ferrari, vicepresidenta segunda del Colegio de Médicos de Sevilla y responsable de su grupo de Agresiones.
