Ana Cañas (CNSA): “Hay que implantar programas periódicos de biomonitorización de salud humana”

La nueva directora del Centro Nacional de Salud Ambiental (CNSA) concede una entrevista a Consalud.es para hablar de la situación actual sobre biomonitorización humana

Ana Cañas, directora del Centro Nacional de Salud Ambiental (Foto. ISCIII)
Ana Cañas, directora del Centro Nacional de Salud Ambiental (Foto. ISCIII)
Paola de Francisco
12 marzo 2023 | 00:00 h

Ana Cañas ha llegado en un momento en su vida que cataloga como “la mejor culminación posible” de su carrera. La nueva directora del Centro Nacional de Salud Ambiental (CNSA) perteneciente al Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha sido nombrada tras 17 años trabajando en el centro en labores de biomonitorización humana, es decir, en conocer los niveles de exposición a contaminantes ambientales que tiene la población.

Ella fue una de las primeras estudiantes de Ciencias Ambientales. Entró en la segunda promoción de una licenciatura que estaba en su segundo año de andadura en la Universidad de Alcalá de Henares. “Era una carrera muy novedosa de la que no se sabía mucho. Todo este ámbito empezaba a despuntar”, explica Cañas a Consalud.es. Ella en un principio no se centró tanto en la exposición en la población, sino en los contaminantes y cómo estos se degradaban. “Cuando pasé una oposición y entré en el CNSA lo hice encantada, porque respaldaba la formación que había recibido. En 2007 la Sanidad Ambiental comenzaba a tener cada vez más peso”.

"Los coordinadores del PARC han hecho un importante trabajo consiguiendo que las diferentes líneas de actuación vayan en una misma dirección"

La biomonitorización humana no comenzó a surgir hasta principios del siglo XXI, cuando se creó un grupo de expertos a nivel europeo que comenzó a medir la exposición directamente en muestras de la población. Antes se tomaban los datos en el agua y el suelo y se extrapolaban a la población humana. El proyecto COPHES y DEMOCHOPES desarrolló unas recomendaciones de biomonitorización que han servido para cambiar esta realidad, algo que se reflejó en el proyecto HBM4EU en 2017, el primer gran programa de monitorización humana que actualmente todavía sigue publicando resultado.

Ahora se ha creado el Partenariado Europeo para la Evaluación de Riesgos de Sustancias Químicos (PARC), que dio comienzo el año pasado y en el que participan 200 instituciones de los 28 países europeos. Ana Cañas es investigadora principal de la participación del ISCIII, puesto que compaginará con su nuevo nombramiento.

El PARC lleva en funcionamiento desde el año pasado, ¿qué se puede decir de lo conseguido durante estos meses?

Llevamos casi un año, comenzamos en mayo de 2022, aunque se gestó en septiembre de 2019. Han sido años de mucho trabajo para organizar este proyecto de grandes dimensiones. Es difícil y complicado ponerse a trabajar todos coordinados y en una nueva línea. En este contexto, los coordinadores han hecho un importante trabajo consiguiendo que las diferentes líneas de actuación de proyecto tanto desde el punto de vista de la monitorización de contaminantes; el estudio de los riesgos de estos contaminantes y el desarrollo de nuevas metodologías para evaluar esos riesgos hayan ido en una única dirección.

En este sentido, ya hay unas listas de sustancias prioritarias en las que los diferentes grupos de trabajo tienen que centrarse e implementar en los diferentes proyectos a lo largo de estos siete años de funcionamiento. Hemos avanzado, aunque no todo lo deseable.

Es que coordinar 200 instituciones europeas no debe ser, cuanto menos, sencillo.

Había un poco de escepticismo entre los miembros del partenariado. Muchos de nosotros veníamos de participar en el proyecto europeo anterior únicamente relacionado con biomonitorización humana y vimos lo complicado qeu fue, aunque satisfactorio. En este proyecto la parte de biomonitorización humana es una tarea dentro de un grupo de trabajo de los nueve que hay. 

Con todo lo investigado, ¿sabemos cuál es en España la exposición a muestra químicas a la que nos enfrentamos?

Hemos avanzado mucho, pero nos queda mucho camino por recorrer. En 2010 hicimos el estudio Bioambient.es a nivel nacional, representativo de la población, adulto. Nos permitió obtener los valores de referencia de la población española a un montón de sustancias químicas, desde metales hasta sustancias orgánicas. Después en 2017 hicimos otro estudio en población adolescente que también nos ha permitido tener esos valores de referencia.

"Hemos creado el nodo español de biomonitorización humana, que intenta incluir a toda la instituciones a nivel nacional que tienen algo que decir en biomonitorización humana"

Sin embargo, esta información ya es antigua. Lo deseable es conseguir implantar en España programas de biomonitorización periódicos, como ya existen en otros países como Alemania, Francia o Estados Unidos. Esto permite estudiar las tendencias en los niveles de los contaminantes o incluir nuevos contaminantes emergentes que se consideran importantes hoy. En esa línea estamos ahora trabajando, hemos creado el nodo español de biomonitorización humana, que intenta incluir a toda la instituciones a nivel nacional que tienen algo que decir en este tema.

¿Nos estamos acercando a esos objetivos?

Estamos más cerca que nunca porque en el contexto del proyecto HBM4EU nosotros creamos en España el nodo. En noviembre de 2022 se publicó una orden ministerial para crear la Comisión Interministerial de Biomonitorización Humana, la idea es que se encargue de definir las actuaciones prioritarias, los grupos de trabajo. A partir de ahí vamos a ver si nos ayuda a definir las prioridades y a conseguir el apoyo de Administraciones Públicas. No hay que olvidar que partíamos de cero, en 2005 no había nada. Vamos despacio, pero consiguiendo cosas. Es importante conocer a cuánto estamos expuestos y si esto es realmente un riesgo para la salud o son asumibles y así tomar las medidas políticas necesarias.

En los últimos años, además, estamos notando a nivel nacional un mayor compromiso por parte de las administraciones sobre la preocupación del impacto del medioambiente en la salud de la persona. En este sentido se ha publicado el Plan Estratégico de Salud y Medio Ambiente y percibimos que, por lo menos, la mentalidad está cambiando y realmente se está siendo consciente de que los factores ambientales tienen una importancia vital en la salud de la población. No olvidemos que, como señaló la Organización Mundial de la Salud, los contaminantes son un factor de riesgo para la mortalidad semejante al tabaco y se asocian con 12 millones de muertes al año.

De momento, con los datos que se van consiguiendo, ¿qué se sabe del nivel de riesgo de la exposición actual en nuestro país?

En general, en lo único en lo que la población española destaca en comparación con la población europea es en que tiene niveles más altos de mercurio, debido a nuestro mayor consumo de pescado. Si es relevante o no, todavía no se sabe. Simplemente hay que controlar los niveles de exposición en determinadas edades que son más vulnerables como pueden ser los niños o las mujeres embarazadas o que pretenden quedarse embarazadas, porque el mercurio es tóxico y afecta al desarrollo.

Todos estos proyectos los va a compaginar con su nuevo nombramiento como directora del CNSA, ¿qué estrategias y metas se ha marcado el centro para los próximos años?

Una apuesta importantísima que nos tiene a todos trabajando intensamente es el PARC, en el que somos punto de contacto a nivel nacional, coordinadores de ocho de las 14 entidades que participan a nivel nacional y lideramos y participamos en uno de los grupos y una de las tareas.

Además seguiremos desarrollando la biomonitorización humana a través del nodo y de la Comisión Interministerial, tenemos un equipo que estudia la exposición y los efectos de las radiaciones y estamos potenciando el estudio de la exposición interior, que es una de las prioridades establecidas por la OMS. También hemos creado una Unidad de Evaluación de Riesgo de Sustancias Químicas, que integrará toda la información de exposición con la información de la peligrosidad de estas sustancias para decidir si a lo que estamos expuestos supone un riesgo para la salud o no.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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